Teatro

Crisis en el ruedo matrimonial

"El gordo y el flaco"

30 enero, 2000 01:00

Juan Mayorga presenta el 5 de febrero, en Rivas-Vaciamadrid, El Gordo y El Flaco, una pieza en la que se interna por primera vez en el territorio del humor y cuya producción ha acometido el actor Pepe Viyuela. La obra trata del misterio del matrimonio y de la capacidad ilimitada que tiene la pareja para hacerse daño, y lo realiza a través del clásico dúo que fueron Oliver Hardy y Stan Lauren, dos personajes extravagantes identificados con el absurdo y la pantomima que Mayorga siempre ha relacionado con determinadas formas de la complicada relación sentimental.

Esta temporada está siendo una de las más fructíferas para Juan Mayorga. Tras estrenar en el Centro Dramático Nacional con Cartas de amor a Stalin, ha continuado en la Casa de América con una breve pieza de tono kafkiano incluida en Cabaré Borges, para proseguir ahora con una rara comedia sobre el matrimonio que rompe con el tono de ese teatro de ideas al que nos tiene acostumbrados: El gordo y el flaco. La obra se estrena el próximo día 5 en el Centro Covibar de Rivas-Vacia Madrid (Madrid) y está producida por El Vodevil, la empresa del actor Pepe Viyuela.

"Siempre he visto a El Gordo y el Flaco como un matrimonio y me parecía inconcebible que se pudieran separar. De eso trata mi obra, de qué ocurre si uno de los dos decide marcharse y el otro no lo deja porque lo importante es la y griega que les une", explica el autor.

Con este planteamiento inicial, el matrimonio de Stan Lauren y Oliver Hardy viaja hacia el naufragio repitiendo los conflictos de cualquier pareja. El Flaco quiere separarse pero el Gordo hace lo imposible para evitarlo: primero ensaya la seducción, más tarde la presión sentimental y finalmente la violencia.

Abandono físico y paro

Hay varios elementos que contribuyen a acentuar la crisis de la pareja. Uno de ellos es el desempleo, ya que hace tiempo que no les ofrecen hacer películas. En este sentido, el Gordo vive obsesionado con memorizar diálogos de sus primeros films, con la idea de que volverán a llamar a su puerta y podrá demostrar de lo que es capaz. También cree que el deterioro de su relación se debe a que ambos se han abandonado físicamente, por lo que tienen que ponerse en forma. él debe ganar kilos y el Flaco mantener la línea.

"En definitiva, es una historia sobre el misterio del matrimonio, sobre esa capacidad ilimitada de hacerse daño que tienen las parejas, sin olvidar que es una obra que pretende ser divertida y que tiene un final feliz, aunque yo no me atrevo a clasificarla de comedia", subraya el autor.

Mayorga ha situado a los dos actores en la habitación 666 de un hotel y allí ensayan una lógica del absurdo que le hace considerar "que con esta obra he alcanzado un punto de teatralidad que quizá no he alcanzado en obras anteriores. Me refiero a la teatralidad que impulsa al espectador a mirar y escuchar con atención".

También habla de la enorme libertad con el lenguaje que El gordo y el flaco le ha procurado: "Son dos personajes extravagantes, que emplean un lenguaje disparatado, propio, cuyo humor procede de la utilización absurda de las palabras, al estilo de los hermanos Marx. Los personajes me han permitido trabajar la pantomima y el gesto y he tenido en cuenta las técnicas clown porque ellos son dos payasos capaces de crear magia, de sugerir imágenes con objetos muy simples".

El autor no cree que la pieza se distancie mucho de su teatro anterior: "No es un cambio tan grande, quizá hay un mayor interés por la fisicidad de los personajes pero no es tan diferente a Cartas de amor a Stalin, donde también se habla de amor y violencia. Además, comencé a escribirla al mismo tiempo que acababa Cartas..."

Un proyecto personal

En la empresa de llevar a escena esta pieza se han visto involucradas personas muy cercanas al círculo del autor. Luis Blat, ex ayudante de dirección de Adolfo Marsillach en la Compañía Nacional de Teatro Clásico, ha dirigido la obra, con un resultado muy satisfactorio para el dramaturgo, ya que según cuenta, "me ha sido muy fácil dialogar con él y me ha permitido reescribir el texto una vez en las tablas". Para Blat, según escribe en el programa de mano, la obra de Mayorga "era un reto fascinante por la singularidad del humor que despliega y la dificultad de presentarla como se merece".Respecto a lo actores que dan vida a este singular matrimonio figuran José Luis Torrijo, en el papel de El Gordo, un actor formado en La Abadía, y José Luis Mosquera en el teatro alternativo.
Pero ha sido el empeño de Pepe Viyuela quien ha impulsado su puesta en escena desde que leyó el borrador de la obra: "Cuando la leí ví una historia muy clásica, sobre un tema eterno, pero contada de una forma muy diferente. Además, comprobé que Mayorga comenzaba a introducir el humor y lo hacía con un planteamiento original, irónico y mordaz. Me entusiasmé y quise protagonizarla, pero otros compromisos profesionales me lo han impedido". Viyuela no se ha desentendido del proyecto, lo ha impulsado desde su productora El Vodevil que, según dice, "no busca tanto beneficios económicos como promocionar nuevos creadores".