Teatro

MÁLAGA Y VALLADOLID APUESTAN POR EL TEATRO DE CALLE

HISTORIAS SIN ESCENARIO

17 mayo, 2000 02:00

Dos festivales internacionales de teatro de calle reúnen desde hoy a más de 35 compañías de élite capaces de atraer la atención del público en movimiento y transformar las calles de Málaga y Valladolid en lugares de expresión artística. Una escena en busca de la investigación que no conoce límites.

Entre el circo y la vanguardia, entre el gag y la tragedia, entre la belleza y la fascinación... Son las historias esporádicas de la calle que desde hoy disfrutarán Málaga (hasta el día 20) y Valladolid (hasta el 21) en sus festivales de teatro de calle, que coinciden no sólo en el tiempo sino en la espectacularidad y la innovación de las representaciones que acogen.

Y es que desde la publicación de El espacio vacío de Peter Brook, nadie niega que hayan saltado en pedazos los límites del escenario en una búsqueda de la expresión artística por los caminos de la investigación y de la recuperación del happening. "El teatro de calle es la esencia del teatro, nace por y para la calle y vuelve a sus orígenes para experimentar nuevas formas", explica el director del IV Festival de Teatro de Calle de Málaga, ángel Baena.

Seis compañías españolas (El Espejo negro, Axioma, Raulez, Trapu-Zaharra, Camut Band y Scura Splats) y una francesa (Les vernisseurs) participan en esta cuarta edición malagueña, avalada por los 13.000 espectadores del año anterior y la expectación que produce asistir a una "fiesta en la que se desbordan todos los adjetivos", como expresa Baena. Por eso no resulta difícil contemplar la irrupción de una troupe de comediantes en medio de una plaza, como se sigue haciendo en los carnavales y fiestas italianas, a pesar de que en España esta línea teatral apenas se ha desarrollado.

¿Y la cultura política?


"En el resto de Europa existe una gran tradición, aquí aún estamos empezando, falta cultura política. Hay políticos que no han ido en su vida al teatro. Pero es verdad que cada ciudad y región tienen su personalidad en cuanto al teatro desarrollado en las calles", asegura el director del Festival de Málaga. De ahí que el circo se incorpore más en Cataluña, el fuego en Castellón o la denuncia en el País Vasco. "En Málaga está muy vinculado a la gente", completa Baena. No en vano hace unos años se representó Bienvenido Míster Euro, recordando la película de Berlanga y re creando toda una fiesta ciudadana.

Asimismo, Valladolid, una de las ciudades pioneras en la organización de teatro de calle, propone en ésta su primera edición -impulsada por la acogida que esta clase de manifestación escénica ha tenido desde hace varios años un festival internacional que han cómplices al público y a 30 compañías capaces de atraer la atención del público en movimiento (14 españolas, alemanas, francesas israelíes, belgas, suizas, norteamericanas, cubanas, checas, australianas) con espectáculo; acrobáticos y teatrales que beber del mismo esplendor que el Circo del Sol y el Teatro Povera "Buscamos montajes que sigan Ia línea de la investigación y que Ia gente pueda seleccionar y con trastar", afirma el director de programación, Javier Martínez.

Una propuesta de lujo

Una propuesta amplia, ambiciosa y organizada si se tiene en cuenta la distribución espacial la temática que reúne en bloque: a los participantes: El palacio de los sueños, Bienvenidos a ur nuevo circo, Flores de cine, Un teatro en cada esquina, Del circo a la vanguardia y Pájaros en la ca. beza. Además, el festival se completa con el foro internacional "la ciudad y los cómicos de la legua" (desde hoy y hasta el día 1 g), un encuentro con agentes culturales programadores, actores y estudiosos de la talla de Frank Wilson Luis Laredo, Michel Dellair o Norka Chapussi, que revelarán, a través de seis mesas redondas, los seductores mecanismos de este teatro que se atreve a acercarse cor pocos recursos escenográficos a los ojos cotidianos del público.
"La gran capacidad de este tipo de teatro estriba en que transforma las calles de lugares neutros a puntos de encuentro y de comunicación", explica Javier Martínez. Por eso Valladolid es idóneo por la peatonalización de algunas vías y su uso para el arte (escultura y música), quizá con esa idea orteguiana de que el arte no sea popular, sino el público artístico.