Teatro

El nacionalismo obsceno

De la Parra vuelve con “Madrid-Sarajevo”

7 junio, 2000 02:00

Marco Antonio de la Parra, el dramaturgo chileno más internacional y bien conocido por una generación de autores de nuestro país (ha sido maestro de Mayorga, José Ramón Fernández, Yolanda Pallín...), vuelve a la escena capitalina con Madrid-Sarajevo. La obra, que se estrena el día 10 en la Casa de América de Madrid dentro de un ciclo dedicado al teatro chileno, tiene la particularidad de estar interpretada por él mismo y es fruto del proyecto Trasatlántico. Liderado por este psiquiatra e inquieto hombre de teatro, el citado proyecto está apadrinado por la fundación chilena Academia Imaginaria y el Centro Cultural de España en Santiago de Chile y promueve el intercambio de creadores de teatro entre ambos países.

Madrid-Sarajevo fue escrita por De la Parra en 1992, cuando era agregado cultural de la embajada de Chile en España. Entonces la desintegración de Yugoslavia no había hecho más que comenzar y De la Parra ideó un texto con el argumento de los nacionalismos y la guerra. Una pareja -que en este caso protagoniza él y su esposa (Nieves Olcoz) en la vida real- se reencuentran en un Madrid imaginario que, integrado en la Unión Europea, vive momentos de guerra civil. La obra desarrolla cómo afecta a la vida íntima de la pareja los avatares del conflicto nacionalista. Nuevamente, el dramaturgo reincide en temas propios de su teatro: la deshumanización, el miedo, la memoria histórica, el individuo frente al poder...

Este dramaturgo, ensayista (autor de la denuncia Carta abierta a Pinochet) y pedagogo de teatro (Carta a un joven dramaturgo, texto capital para todo aspirante), ha calificado su dramaturgia de posmoderna, en el sentido de que sus piezas pretenden ser teatro de investigación. Por eso, el director español Domingo Ortega no duda en considerar apasionante lo que ha sido ensayar con el autor de La secreta obscenidad de cada día durante tres meses y en Chile. Aunque ha transcurrido tiempo desde que De la Parra escribió la pieza, y aunque al parecer ni él mismo recordaba cómo la escribió, "lo más interesante ha sido que la hemos redescubierto y reescrito pero sin cambiar prácticamente nada del texto original". Y como es habitual en él, el trabajo ha sido una investigación del texto, entendido este como una partitura musical que permite desarrollar la acción de la obra a partir de la palabra.

La representación se complementa con un debate de ideas que se celebra hoy, en la Casa de América, y que cuenta también con la asistencia de otros autores chilenos como Benjamín Galemiri y Eduardo Guerrero, además de los españoles Rodrigo García y Jesús Cracio. Por otro lado, el ciclo de teatro chileno continúa durante el mes de junio con lecturas dramatizadas de El Coordinador, de Bejamin Galemiri (día 9 de junio), Pedazos rotos de algo, de Benito Escobar (día 16) y Asesinato en la calle Illinois (día 23).