Image: Llega el teatro electrónico

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Teatro

Llega el teatro electrónico

Recorrido por los grupos que aplican las últimas tecnologías

13 septiembre, 2000 02:00

El púnlico debe usar gafas polarizadas para ver OBS

La Fura dels Baus, -que el próximo día 20 presenta en Madrid su último espectáculo, Obs-, Carles Santos y Marcel-lí Antúnez son de los escasos nombres españoles que aplican las nuevas tecnologías en su trabajo. Los resultados son asombrosos y los artistas están convencidos de que, por ese camino, alterarán las dimensiones espacio-temporales en las que se desarrolla el teatro y, especialmente, la relación que se establece con el público.

Algo está cambiando en el teatro. Las nuevas tecnologías aplicadas a la más antigua de las artes de entretenimiento posibilitan la aparición, no sólo de nuevos lenguajes, también de nuevos conceptos. Algunos profesionales de nuestro país, como la Fura dels Baus, concentran sus esfuerzos en exprimir al máximo las posibilidades que los avances técnicos ponen al alcance de su capacidad creativa. La última línea de investigación del grupo catalán apunta hacia el tratamiento de imágenes tridimiensionales. De ellas, entre otras cosas, se nutre OBS, su último espectáculo, que el día 20 se estrenará en Madrid, en el Parque de la Bombilla, y que llegará a Barcelona a principios de noviembre.
"Las imágenes ejercen sobre nosotros un enorme poder de fascinación. A mucha gente le fascina mucho más lo que ve en televisión que su mujer, por ejemplo. Por eso nos decidimos a trabajar a partir de imágenes en este nuevo montaje. Tuvimos todos los problemas de los pioneros, porque ni siquiera fue fácil encontrar quien resolviera las complicaciones técnicas. Pero el resultado está en la línea de nuestro lenguaje, del lenguaje furero". Así explica Pep Gatell, director de OBS, la génesis del espectáculo, que los espectadores deberán ver casi en su totalidad con gafas polarizadas. "Se persigue lograr en el espectador el máximo de estímulos: olores, colores, movimiento… en eso se basa lo que nosotros hemos dado en llamar ‘lenguaje furero’, y que consiste en la interacción del público con el espectáculo, hasta el extremo de que el público llega a ser casi un engorro para los actores".
OBS cuenta una historia de corte casi shakesperiano: la búsqueda del poder absoluto, enmarcada en la lucha que entablan en escena hombres y máquinas. Actores, máquinas -ya presentes en anteriores montajes del grupo-, escenografía en continua transformación, pantallas y proyecciones simultaneas conviven con los espectadores en un mismo espacio escénico, "sufriendo los mismos avatares", afirma el texto de presentación del espectáculo. "Es un planteamiento muy cercano al del videojuego", continúa Gatell. "Incluso hay una parte del espectáculo que está enteramente basada en un videojuego. Tal vez el actual lenguaje escénico y el del entretenimiento multimedia estén cada vez más cerca".
Desde luego, hay un concepto clave para entender lo que ambos tienen en común: interacción. Un concepto, por cierto, que define cada vez más las propuestas de La Fura -en las que la participación del público es esencial- desde hace varios años.

La clave es la interacción
En ese sentido, es obligado citar a Marcel.lí Antúnez, quien en su montaje Afàsia -cuya versión definitiva se presentará el 4 de octubre en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona- se ajusta al cuerpo un esqueleto articulado que puede ser movido por el público. "El concepto de interacción es fundamental", explica Antúnez, "pero hay otros igual de importantes para entender qué está pasando en el teatro en relación a las nuevas tecnologías: ‘Hipertexto’ es uno de ellos: el lenguaje escrito establece un orden jerárquico de la información que el DVD, por ejemplo, ha roto. Ahora la información la selecciona cada usuario según sus necesidades e intereses. Otro concepto básico es el de ‘Sincronía’: ahora podemos navegar al mismo tiempo sobre gran cantidad de datos que suceden a un tiempo. Y, por primera vez, lo sincrónico en arte no es efímero, y parece que se encamina a nuevos sistemas de comunicación. Tal vez en el futuro, por ejemplo, nuestros trajes incorporen altavoces… Por último, está el concepto de ‘Interficia’: por primera vez, el hombre fabrica instrumentos que no precisan una relación causa-efecto para tener un sentido. Tal vez acabemos hablando con las máquinas, o comunicándonos con ellas a través de un lenguaje corporal similar al tai-chi, quién sabe. El caso es que hay muchos conceptos que asimilar, y hay una progresión muy grande en la aplicación de estos conceptos al mundo del arte. Tal vez debamos empezar a plantearnos una nueva taxonomía de las artes, una nueva clasificación".
También la directora del Media Centre d’Art i Disseny (MECAD) de Barcelona y coordinadora de la Historia del arte electrónico en España, Claudia Gianetti, considera que conviene revisar los géneros artísticos, ya que "el teatro se está acercando cada vez más a otro tipo de manifestaciones artísticas, no sólo al cine, también a las artes plásticas, sobre todo".

Carles Santos, pionero
Para Gianetti, quien primero asimiló en España las enseñanzas de algunos grupos americanos, como el Living Theatre, fue Carles Santos, "quien en sus espectáculos ya mezclaba hace varios años música, audiovisual y teatro. Luego, las nuevas tecnologías han permitido un lenguaje más intertextual, más próximo a la performance, y eso supone un cambio radical en la narratividad teatral. Ya no se busca un guión cerrado, sino algo en constante cambio. Ahí es donde cabe hablar de nuevos conceptos y subrayar el importante trabajo de la Fura".
Hipertextualidad, sincronía y, desde luego, interacción son, claves para seguir el trabajo de los creadores de OBS. Si el grupo inició en su anterior espectáculo, F@ust 3.0, una línea de comunicación con el público a través de internet, ahora la red sirve de nuevo de cauce para esa participación. Así, quien accede a la página web del grupo (http://www.lafura.com) puede, no sólo seguir en directo ensayos o fragmentos de funciones, conocer la historia de la compañía y su declaración de principios, sino que tiene la posibilidad de convertirse en un activo colaborador, componiendo música con vistas a los montajes. Esta creación colectiva va a retomarse ahora con los nuevos proyectos de la compañía, como la ópera Don Quijote en Barcelona, que se presentará en octubre en el teatro del Liceu.
"Nuestro leit motiv ha sido siempre abrir puertas a lo desconocido", se afirma en la citada página web, bajo el epígrafe Nuevas percepciones. La definición que allí se da de La Fura no puede ser, al hilo de lo dicho, más oportuna: "La Fura dels Baus no se casa con ningún género: es soltera y andrógina (…), cruza animales de distintas especies y consigue seres sin nombre". En la ficha técnica y artística de OBS, tal vez uno de esos seres sin nombre, destacan una formación de siete actores y dos músicos respaldados por un equipo técnico de ocho personas. Pep Gatell firma la dirección, Jörgen Möller, la dirección de actores, y la escenografía es de Lluís Monteagudo.