Image: Autores, la doble lectura del texto teatral

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Teatro

Autores, la doble lectura del texto teatral

El festival de Alicante escribe la dramaturgia del siglo XXI

22 noviembre, 2000 01:00

La escritura dramática encuentra estos días en la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos de Alicante el mejor termómetro de la dramaturgia contemporánea. Hasta el 26 de noviembre se exhibirán 27 montajes. Benet i Jornet, Juan Mayorga, Yolanda Pallín o Borja Ortiz de Gondra son algunas de las veintiocho firmas de esta octava edición. Además, el dramaturgo íñigo Ramírez de Haro realiza para EL CULTURAL una descarnada radiografía de las principales carencias que, a su juicio, vive la escena actual.

Algunos ya han cobrado vida sobre un escenario. Otros se han quedado en esa especie de purgatorio, la mitad de camino hacia el paraíso del estreno, que son las lecturas dramatizadas. Y otros no es que no salgan del armario. Es que no salen ni del cajón del escritorio de su autor. Es la vida del texto teatral. Por eso, iniciativas como la de esta Muestra de Teatro Español de Autores contemporáneos de Alicante se presentan como el mejor escaparate, un billete de ida al paraíso de los montajes que toman cuerpo, de los textos que por fin salen al escenario. Con un presupuesto de 60 millones de pesetas -la mitad de ellas provienen de las arcas del INAEM y el resto de otras entidades públicas y privadas- el festival es un importante punto de encuentro entre distintas generaciones de autores españoles. Guillermo Heras, su director y creador, lo define como "una plataforma continua para la dramaturgia española actual. No sólo es un festival de exhibición, también se realizan talleres y conferencias que resultan sumamente interesantes".

Hasta cinco generaciones de escritores teatrales se dan cita este año en la ciudad de Alicante, puerto marítimo en el que recalan nombres de veteranos como José Sanchis Sinisterra, José María Benet i Jornet hasta novísimos como David Desola, Juli Disla o Toni Misó. Ernesto Caballero, Javier Esteban, Sebastián Yunyent, Juan Mayorga, Alfonso Pou, Yolanda Pallín, Manuel Veiga, Francisco Zarzoso, Iñigo Ramírez de Haro, Marta Torres y Borja Ortiz de Gondra son otros de los nombres que firmarán los obras exhibidas en la muestra. En total 28 autores y 27 montajes, algunos de ellos estrenos absolutos como Fuera de juego, de Toni Misó. Propuestas de escritura escénica de distintas tendencias que llevan a una clara conclusión: la autoría teatral está más viva que nunca. Otra cosa es que haya medios para su exhibición.

Regresa el texto

"Después de la crisis de los 80 -explica Heras-, en la que se dio gran importancia al teatro de imagen y de grandes figuras internacionales, a mediados de los 90 asistimos a un equilibrio entre ese teatro y el que recupera la importancia del texto. Ahora mismo tenemos cuatro o cinco generaciones de autores. Y este hecho se empieza a reconocer, a pesar de que haya quien diga que no hay autores españoles. Hay muchos y muy buenos, que van desde lo más comercial hasta la más pura investigación".

La Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos se caracteriza por el equilibrio en la selección de los textos y por su continuidad frente a otros proyectos culturales, lo que la convierte en plataforma de cierta garantía. Se busca equidad entre producciones públicas y privadas, entre las distintas comunidades autónomas, y entre generaciones. Sin embargo, y a pesar del esfuerzo y de su capacidad de convocatoria, la muestra no soluciona el problema del teatro actual. "Hay mucha cobardía por parte de los programadores -dice Heras-, principalmente de los públicos que son los que tienen dinero. Si no fuera por las salas alternativas los jóvenes se quedarían sin un lugar donde ser atendidos".

Esta apreciación también es compartida por autores consolidados como José María Benet i Jornet, al que el festival dedica este año un homenaje. "Actualmente hay un teatro muy ambicioso temática y formalmente-explica el dramaturgo-. El problema es, directamente, que este país no cree en la cultura. España tiene un complejo provinciano que la hace creer que lo de fuera es mejor que lo de dentro". Benet i Jornet, con 39 obras y casi cuarenta años dedicados al teatro, es uno de los nombres básicos en la dramaturgia española contemporánea. Aunque reconoce la influencia de jóvenes autores en su obra. Belbel, Pallín, Mayorga, Ortiz de Gondra y Cabal son los primeros nombres que el dramaturgo pronuncia. "Creo que hay que dar una alternativa a la gente que a la larga se consolidará en los escenarios. Y esto se está viviendo en Barcelona". Benet i Jornet reconoce que tanto en la Ciudad Condal como en Madrid hay un potencial creativo muy importante. "Ahora se está reaccionando en Madrid en este sentido. Pero independientemente de la geografía, está claro que sigue habiendo problemas, por ejemplo con el teatro público, que se olvida de ciertas cosas esenciales. Incluso las salas alternativas a veces se olvidan de que son alternativas".

Memoria histórica

La presencia de Benet i Jornet en el festival de Alicante es una interesante forma de comprobar cómo y hacia dónde camina la escritura teatral en nuestro país. Un recorrido también por la memoria histórica. "Cuando yo empecé a escribir la situación era demencial -dice Benet i Jornet-. Los autores con un mínimo de ambición hablábamos de ‘lo innombrable’. Pero teníamos una necesidad desesperada de hablar de ese horror. Las fronteras eran tan difíciles de cruzar. Sin embargo, los autores de ahora son jóvenes europeos, sus puntos de referencia son universales. Lo saben todo, lo conocen todo, empiezan con un nivel muy alto".

A pesar de que realmente existe un importante y fuerte movimiento de escritura teatral, a pesar de los "premios bradomines", de las muestras como las de Alicante, y de éxitos "alternativos" como Las manos, la autoría contemporánea española -o por lo menos una parte- sigue sin salir del cajón. "Es increíble -confiesa Benet i Jornet- que gente como Rodríguez Méndez se tengan que sentir como unos creadores frustrados. Aunque se diga lo contrario, se piensa mucho en los jóvenes, lo cual está bien, pero que no se olviden a los veteranos. Hay muchos autores que no salen del hoyo y que son muy interesantes".

Esta opinión, lejos de ser exclusiva de los autores veteranos, también es compartida por jóvenes escritores como Juan Mayorga, que también estará presente en esta muestra. "Hay una generación de autores minusvalorados, que están poco representados en los escenarios españoles, como Domingo Miras, Rodríguez Méndez o López Mozo. De hecho, al propio festival le llegan pocos textos de autores de cierta edad. Esto es una gran pérdida, porque se trata de la memoria de nuestro teatro. En este sentido, la marca de edad favorece a los jóvenes". De Mayorga, uno de los dramaturgos actuales más sólidos e interesantes, se podrá ver El gordo y el flaco-mañana-, un montaje que ya se ha montado en Madrid y que dirige Luis Blat.

Carácter ecléctico

Borja Ortiz de Gondra, otro joven autor perteneciente a la llamada "generación Bradomín" y del que se ha seleccionado Exiliadas para esta muestra -el viernes-, destaca la importancia del festival para la autoría viva, a pesar de las limitaciones que pueda tener. "La muestra presenta espectáculos, no los crea. Es un festival de exhibición y no de producción. Ojalá pudiera tener una producción propia". Ortiz cree que uno de los mayores aciertos es el eclecticismo del festival. "Se ocupa de gente como Sinisterra y Benet i Jornet y de los más jóvenes. Recoge el fenómeno de la nueva escritura que se está consolidando. Y no hablo sólo de la ‘generación Bradomín’ en la que no hay nada, por cierto, que la unifique, salvo la edad".

La muestra de Alicante es también un trampolín para los textos que apenas han sido exhibidos, exceptuando de lecturas dramatizadas. Es el caso de Toni Misó, actor valenciano que estrena Fuera de juego, su primera obra escrita. "El mío es un ejemplo de lo que puede hacer este festival. Apuesta por el autor, y en ese sentido en único. Aunque creo que se debería ampliar todavía más".

Las opiniones de los dramaturgos son claras: la escritura está en un buen momento. Pero las circunstancias no. Faltan espacios, oportunidades y gente que apueste. "Hay muchas limitaciones que tienen que ver con la producción", y eso determina el estilo, asegura Yolanda Pallín, de la que se exhibe La mirada. "La escritura queda tocada por esto. Así se explica que en nuestros textos no aparezcan grandes repartos, ni actores de cierta edad. Queremos lo excepcional, cierto riesgo, pero falta claramente el apoyo público".

Tal vez esta muestra contribuya a acercar autores y programadores. El público, un año más, acudirá a este llamamiento. Desde la dirección de la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos se espera superar los 10.000 asistentes del año pasado. Aunque el propio Heras es consciente de que la escena española tiene rivales con los que la taquilla de un teatro no puede competir. "No podemos rivalizar con los nuevos y grandes lenguajes del ocio actual. Ni siquiera el musical. El teatro ya no ocupa el lugar social que tenía en el siglo XIX y a principios del XX. Los espectadores y la gente de teatro tiene que resituar el modelo. Aún así, siempre seguirá siendo minoritario. Es su naturaleza, una naturaleza que mantiene viva la memoria de la cultura".