Teatro

Lo mejor de TEATRO

27 diciembre, 2000 01:00

Lo mejor del año 2000

El verdugo
Director: Luis Olmos. Adaptación: Bernardo Sánchez. Intérpretes: Juan Echanove, Luisa Martín... Compañía: Teatro de la Danza

Considerado como un texto brillante y sólido en su construcción dramática, El verdugo arremete contra la pena de muerte en un retrato de la sociedad española de finales de los cincuenta. Según el crítico Javier Villán, "recrear en teatro uno de los pilares claves de la mitología cinematográfica de Berlanga ha sido mérito, sobre todo, de la dirección de Luis Olmos. Fidelidad a la película, pulso dramático y trabajo conjunto con mención especial para los intérpretes Alfred Luccheti, Juan Echanove y Luisa Martín". Con este montaje, la Compañía de Teatro de la Danza de Madrid cumplía nada menos que 22 años sobre los escenarios. Bernardo Sánchez, autor de la adaptación, escribía en EL CULTURAL con motivo de su estreno que "el objetivo del maletín de ‘dottore’ que cambia de manos encierra y simboliza los términos teatrales más íntimos de El verdugo que he trabajado y comprendido con El Teatro de la Danza de Madrid. Me propuse en el transcurso de la adaptación no incordiar a los autores de los planos originales de la fábula, de forma que me decidí a analizarlos y admirarlos".

Daaalí
Director y autor: Albert Boadella. Intérpretes: Ramón Fontseré... Compañía: Els Joglars

Tras encarnar a Pujol y Pla, Ramón Fontseré entra de lleno en la psicología del genio de Cadaqués para cuajar una de las mejores interpretaciones de la temporada. Albert Boadella y su cuadrilla de actores "agropecuarios" de El Joglars realizan un espectáculo de factura impecable, abundante en chistes típicos de su director, irreverente con la pintura moderna y laudatorio de la figura del pintor. Un espectáculo de tres horas que cierra la trilogía sobre Cataluña. Para el crítico Javier Villán, "la caligrafía teatral y la impecable estilística joglaresca rebasa las perspectivas que la figura de Dalí puede proporcionar. Boadella pone la dramaturgia y el ensamblaje de textos; y un genio de las tablas, Ramón Fontseré, bien arropado por todo el conjunto, pone todo lo demás". Boadella definía en estas páginas su aproximación a la figura del pintor: "El Dalí que nosotros hemos conocido durante meses en nuestra sala de ensayos se ha comportado como un hombre cruelmente sincero, ingenioso, provocador, imprevisible y libertario; en definitiva, un ser ecológicamente imprescindible para contrarrestar el empalagoso exhibicionismo de bondad farisaica que nos invade".

La vida es Sueño
Dirección: Calixto Bieito. Autor: Calderón de la Barca. CNTC y Teatre Romea

Un auténtico bombazo en la escena española en general y en la catalana en particular. Calixto Bieito retoma por tercera vez el montaje que hizo hace años para el Festival de Edimburgo. Tras presentarlo en Londres y Nueva York recaló en el Teatro Romea con actores españoles. Javier Villán considera que "el montaje no pasará a la historia de la fidelidad a Calderón ni en el espíritu ni en la letra pero sería irresponsable cerrar los ojos a esta audacia un poco bufa de Calixto Bieito ante el canónico texto de Calderón. La capacidad de provocación de Bieito ha alcanzado la cumbre de la heterodoxia en el Liceo con Un ballo in maschera, de Verdi". Bieito lleva a cabo la inmersión total en una vanguardia personal y creativa con filias y fobias pero intachable en la claridad de la propuesta. El Calderón del siglo XXI.

Olors
Dirección: Mario Gas. Autor: Benet i Jornet. Intérpretes: Joan Anguera, Rosa María Sardá... TNC

Benet i Jornet cierra con Olors su trilogía urbana iniciada con Una vella, coneguda olor (1963) y Baralla entre olors (1979). Esta producción del Teatre Nacional de Catalunya dirigida por Mario Gas retrata el paso del tiempo en el popular barrio de El Raval barcelonés. Con esta obra, Gas consigue también que la actriz Rosa María Sardà regresara a los escenarios catalanes tras casi ocho años desde su actuación en L’Hostal de la Glòria en el Romea. Con este montaje el texto y su adaptación escénica se conjugan y se hacen una sola materia. Benet i Jornet busca en el desarrollo de la acción plasmar el final de un mundo, de una forma de entender la vida y la relación con los demás. Pese a las posiciones estéticas tan distantes entre director y autor la obra consigue auténticos momentos de brillantez y de fidelidad con el momento creativo de ambos. Una química casi perfecta, un mundo cargado de matices sobre el escenario en esta gran partida interpretativa.

Baraja del rey Don Pedro
Director: José Luis Gómez. Autor: García Calvo. La Abadía

Pocas veces se tiene la ocasión de asistir a montajes tan certeros y llenos de poesía como esta Baraja del Rey don Pedro. José Luis Gómez ha elegido un texto que nos traslada de lleno y sin concesiones a las luchas de don Pedro I El Cruel y su hermano don Enrique de Trastámara para su vuelta a la dirección teatral después de tres años de silencio. La búsqueda de identidad del hombre, el destino, el sexo, el poder y el dinero cobran aliento en boca de este don Pedro y vida gracias a la acertadísima dirección de Gómez. Todas las preocupaciones escénicas del director están aquí resueltas con maestría, creando un espacio propicio a la palabra y a la acción física. El propio Gómez señaló para EL CULTURAL "su gran aliento sinfónico, y el hecho de estar interpretada con la precisión, el recogimiento y la intensidad de una dotación de cámara". Para la mayor parte de la crítica, lo realmente destacable del montaje es la labor de su director y su eficacia frente de su propia escudería creativa. La obra, con un texto repleto de aspiraciones poéticas, es rabiosamente contemporánea y cuidadosamente clásica. La exquisitez de los resultados sorprenden por inusuales.