Actuar para criaturas

Un momento de "Mambrú", de la compañia Markeliñe

Más de treinta compañías nacionales e internacionales actuarán en la quinta edición de Teatralia, que se celebra desde el viernes hasta el 31 de marzo. El certamen, que pretende acercarse al público más joven y que engloba diversas tendencias escénicas, se desarrollará en 50 escenarios concertados por la Comunidad de Madrid.

Los espectadores más jóvenes tienen en esta nueva edición de Teatralia un buen puñado de montajes donde elegir. Carlos Laredo, su director, manifiesta su clara inclinación por apostar cada vez con mayor determinación por un teatro de calidad: "Queremos que predomine, por encima de todo, el respeto hacia este público que, en contra de la opinión y actuación general, comprende y se expresa con una riqueza inaudita".

"Teatralia surge -añade- en defensa de ese niño al que hay que respetar, reconociéndole como individuo. No se trata sólo de entretenerle o enseñarle; pretendemos crear un espacio donde se transmita algo". La edad del público condiciona la organización del Festival: "Se busca el espacio adecuado y las compañías que sean capaces de sentir hacia la niñez sin edades. La calidad de los espectáculos se mide en función de la percepción, sensibilidad y afectividad de quienes transmiten y de lo que representan", continúa Laredo.

La honestidad de los sueños

Para el director, "el enclaustramiento general a que se ve condenado el teatro dirigido a los niños, que parece creerse en la obligación de entretener o educar con una estructura básica de colorines y final feliz, se abre ahora intentando ampliar al máximo la potencialidad expresiva de las artes escénicas y la percepción y comprensión de los niños".

Laredo no se cansa de repetir que "el teatro para la infancia se suele reducir a la capacidad de sugestión o connotación, porque se cree que se tienen que dar los contenidos ya masticados. Pero esa reducción resta calidad y, sobre todo, elimina la posibilidad de ensoñación. Hay experiencias personales que no necesitan ser explicadas porque el significado no es lo que te acerca a ellas. El éxito se mide en el contacto con el individuo". El principio fundamental que mueve este Festival es la "no instrumentalización" del teatro, la creación de un espacio donde tenga cabida "la honestidad desde y hacia los niños". Laredo opina que "cuando el teatro se convierte en una herramienta para enseñar ecología, relaciones humanas, se pierde lo fundamental: el arte escénico".
Las 36 compañías que actúan en los 50 teatros de los que dispone el Festival aportan este año novedades "no intencionadas", como es una base común en la literatura tradicional, y otras "intencionadas", como son los espectáculos de narración oral escénica. El teatro para bebés, que el año pasado tuvo un gran éxito, vuelve a intentar captar la atención de esos niños con montajes de danza para despertar, según Laredo, "vías de comunicación".