Image: Una cuestión de creencia

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Teatro

Una cuestión de creencia

14 marzo, 2001 01:00

Cuando el Actor´s Studio empezó a funcionar, las teorías de Stanislavski y Bolelavski estaban aún recientes. De sus enseñanzas, aunque han variado con las distintas generaciones, se han creado diversas escuelas. A pesar de todo, la idea global sigue siendo la misma: tratar al actor de una forma muy personal, buscando que a partir de su talento consiga alcanzar una actuación viva y real por su espontaneidad. De esas enseñanzas, y del trabajo de todos los que estuvimos en el nacimiento del Actor´s Studio, como Lee Strasberg y Elia Kazan, surgió una auténtica filosofía del arte de la interpretación: no se trata de actuar como si se sintiera, sino de actuar sintiendo. Y esa es la enseñanza que yo he seguido. La premisa principal de mi trabajo es que los actores alcancen todo su potencial, y para conseguirlo siempre me esfuerzo al máximo para que no dejen que su ego irrumpa en el camino para desarrollar su talento. Lo que más me interesa es crear una realidad, de manera que el público no vea actores actuando, sino gente real viviendo.

Después de haber estado dos veces en Barcelona, he llegado a la conclusión de que aquí hay más amor al arte de actuar que en Estados Unidos. En Europa realmente existe un amor muy significativo hacia lo que es el proceso de preparación de la obra, es decir, el ensayo previo a la realización de ésta, mientras que en Estados Unidos se pierde la pasión poco después de haber empezado el proceso, probablemente debido a la presión mediática. En América todo el teatro está privatizado y eso lleva a buscar únicamente la efectividad y el resultado final. Sin embargo, aquí se tiene el mismo deseo y devoción por cada una de las partes del proceso teatral
En mis visitas a España he asistido a algunos estrenos y he podido ver actores de gran talento. Yo creo que el mejor actor es aquel que ama su trabajo con pasión y que sabe creer, ya que el teatro es, para mí, una cuestión de creencia. Y si lo que hay en el corazón de un actor es pasión y talento, éste siempre estará destinado a mejorar. Lo más importante es que un actor no pierda nunca las ganas de aprender, conservando así al pequeño niño que lleva dentro y haciendo de su trabajo un placer.

Tal vez por eso, creo que tanto cine como televisión sólo pueden afectar negativamente a la formación de los actores. De hecho, los mejores actores han sido gente del mundo del teatro y nunca al revés. Las estrellas de cine no lo son por sí mismas sino que el público las hace, independientemente de su talento como actores. En el teatro se ensaya para preparar una obra, lo que se traduce en una continua y progresiva exploración del personaje por parte del actor, todo lo contrario de lo que sucede en el cine, donde se filman escenas que cuando son consideradas válidas, no se vuelven a rodar jamás.

Por eso el teatro, y en concreto el teatro de O´Neill, requiere de grandes actores. Lo mejor del genial dramaturgo es cuán poética es su escritura y cómo consigue desnudar a nivel emocional a sus personajes, convirtiéndolos en figuras trágicas y absolutamente reales. O"Neill nos muestra un día en la vida de dos personas cuyo devenir va a cambiar por completo su realidad, y en pocas líneas consigue hacernos ver cuál es el pasado de estos personajes que los ha llevado a esa triste situación.

Entre Antes del desayuno y Hughie median bastantes años, pero ambas hablan de lo mismo, aunque en diferentes circunstancias. El mayor valor de O"Neill es que sabe hablar de la gente y de sus problemas con absoluto realismo, y ahí reside la modernidad de cualquier texto.