Image: Otra forma de tocar el suelo

Image: Otra forma de tocar el suelo

Teatro

Otra forma de tocar el suelo

21 marzo, 2001 01:00

Irreverentes, provocadores, experimentales y creativos, la compañía 10 & 10 no conoce la palabra indiferencia. Después de ganar el Premio Nacional de Danza y de su paso por la sala Mirador, llegan a a La Fundición de Bilbao los próximos 24 y 25 de marzo con el estreno mundial de Panen. Creada e interpretada por Pedro Berdäyes, uno de los fundadores de la compañía, la coreografía es un "chiste hispánico" donde la imaginería cañí se mezcla con artículos de sex-shop a ritmo de Beethoven. EL CULTURAL repasa la trayectoria de la compañía y descubre espacios y tendencias de la actual danza contemporánea.

No cabe duda de que la compañía de 10 & 10 está viviendo uno de sus momentos más dulces. El Premio Nacional de Danza, compartido con La Ribot, y la celebración de su primera década como compañía estable en Madrid han dado paso a una nueva etapa en su carrera, que incluye la incorporación del grupo al proyecto del Centro de Nuevos Creadores de la Escuela de Teatro de Cristina Rota, con sede en la sala Mirador.

Mónica Runde y Pedro Berdäyes, creadores de la compañía, irrumpieron en escena en los ochenta como dos bailarines impresionantes de la compañía de Carmen Senra. El Primer Premio del III Certamen Coreográfico de Madrid en 1989 les animó a fundar 10 & 10 Danza, formada ahora por un elenco de seis bailarines. De su primera etapa guardan una técnica depurada, un sentido de humor socarrón y el gusto por contar historias. Muy distintos entre sí; Berdäyes y Runde se complementan, cada uno aporta una coreografía, una inspiración.

España cañí

Ahora Pedro Berdäyes se enfrenta a un nuevo reto. Su nueva creación, Panen, verá la luz en la bilbaína sala La Fundición. Con este "chiste antropológico hispánico" como el mismo coreógrafo lo define, Berdäyes se pone a montar por primera vez una obra en solitario. "Panen soy yo, con este lado de cómico que tengo. Son pequeños extractos de coreografías que hice para otros intérpretes de la compañía y que ahora bailaré yo. Tiene clichés y gags de la España cañí. Hay al final una música de Antonio Molina, ‘Adiós España Querida’, que escuchaba con mi padre cuando él lavaba el coche delante de la casa los domingos. Es un homenaje a mi infancia pero también tiene algo de pataleta por mi parte. Siempre me preguntan por qué toco el tema del sexo en mis coreografías. Aquí utilizo un arsenal de artículos de sex-shop pero de una manera muy fresca, muy cómica. He escogido dos músicas que me persiguen desde hace mucho tiempo: el Claro de Luna de Beethoven y el de Débussy. La primera es de una profunda tristeza y empiezo este solo con unas maletas, en homenaje a mi padre cuando llegó a Brasil desde Asturias. El final es una sorpresa, un pase de modelos que hice para el cumpleaños de un amigo, con un trozo de piel de toro que utilizo de mil maneras. Lo llegué a bailar en un pase de modelos en Portugal". El montaje que presentan en La Fundición se completa con Llevarnos lo malo, una coreografía de Runde que será interpretada por ella junto a Natalia Menéndez, que leerá poemas. Después del estreno iniciarán gira por Galicia, Navarra, San Sebastián, Bilbao, Italia y Alemania.

Esta temporada los premios y reconocimientos le llegan a la compañía casi sin descanso. Primero se alzan con el Premio Nacional de Danza, y ahora acaban de quedar finalistas para el premio Max 2000 al mejor espectáculo de danza por su obra X. Detrás de los galardones, se esconden los talentos de Berdäyes y Runde, dos coreógrafos muy distintos con fuentes de inspiración muy particulares. Para Runde más que coreógrafos son músicos, escritores y pintores. "En casi todos mis trabajos utilizo música de Bach. También me inspira mucho la literatura y Dalí". "A mí las imágenes de Fellini -puntualiza Berdäyes-, los trabajos de Maguy Marin, y la iconografía almodovariana me es muy cercana".

Runde y Berdäyes se pasan la palabra entre sí con fluidez y se escuchan con atención. Ambos coinciden sobre el sentido de su trabajo. "Creo que hemos marcado pautas en Madrid -afirma la coreógrafa-. Fuimos quizás la primera compañía estable que consiguió durar más de cuatro años, que decidió tener un elenco estable y apostar por el material humano, antes que por material de producción. También fuimos la primera compañía que salió del Certamen Coreográfico de Madrid, y la primera en coger bailarines de fuera".

Llenar un vacío

Sobre su situación respecto al resto de compañías en España Runde asegura que están "entre esos elencos que han creado su propio estilo. Hay un vacío detrás, por lo menos en Madrid, que resulta problemático.

No estoy muy de acuerdo con esa generación que sólo hace un tipo de danza. Creo que en estos diez años 10 & 10 ha logrado un estilo propio, una manera de bailar, una forma de tratar el suelo. Hay compañías que son más analíticas y abstractas. Nosotros somos más viscerales y narrativos. Estamos dentro del sector de los apasionados, que es quizás un poco más minoritario que el otro. Nos encanta hacer reír y llorar al público, removerle un poco las vísceras. El sello más fuerte de 10 & 10 es la emoción, y el tener siempre unos intérpretes con una buena técnica y unas personalidades que arrasan". Sin embargo, los fundadores de la compañía señalan una cierta distancia entre ellos y parte de la profesión en Madrid. "Nos sentimos un poco rechazados dentro de nuestro medio. Nos tachan de compañía comercial, tal vez porque preferimos llegar a cuarenta personas que a cuatro", dice Pedro Berdäyes.

El cambio más importante para 10 & 10 ha sido su traslado al Centro de Nuevos Creadores. "Se va a crear una escuela de danza contemporánea, y una programación estable de danza y de teatro", explica Runde. Uno de sus primeros proyectos en el CNC ha sido poner en marcha tres meses de programación de danza contemporánea en la sala Mirador. A partir del sábado la compañía Losdedae, de Chevy Muraday, tomará el relevo con Vérgine.
Por su parte, Mónica Runde también tiene un nuevo proyecto como intérprete. El coreógrafo catalán Artur Villalba está creando un solo para ella. "Me enamoré de su trabajo en el Certamen el año que ganamos. Desde que trabajé con Gelabert en el 1991, sólo Pedro ha hecho coreografías para mí. Me encanta trabajar con otra gente, es un lujo y una manera de intercambiar y aprender". 10 & 10 estrenará un nuevo programa en la Sala Mirador dentro del Festival de Otoño.

Mientras eso llega, sus creadores ya tienen varios proyectos en marcha. Runde terminará próximamente su Suite de Bach y Berdäyes piensa en el agua como elemento principal para una pieza corta.

CUESTIóN DE ESPACIOS

Uno de los temas más acuciantes para la danza en España es la necesidad de espacios para la creación y la difusión. Las compañías se enfrentan a la dura tarea de la distribución en un país donde no sobran espacios para la programación.

Desde hace diez años la red de salas alternativas en España se ha convertido en una salida, aunque sus limitaciones presupuestarias obligan a trabajar en unas condiciones económicas precarias y sus características escénicas no son aptas para trabajos de gran formato.

El primer Centro Coreográfico que se ha creado en España es el de la Comunidad Valenciana. Con unas hermosas instalaciones en Burjassot, ofrece residencias cortas a diversas compañías de danza del país para la creación de nuevos espectáculos y mantiene un núcleo de formación profesional. La programación del festival Dansa a Valencia también se lleva desde la dirección del Centro.

El año pasado se inició el proyecto del Centro Coreográfico de León, patrocinado por el Ayuntamiento. Los coreógrafos Alfonso Ordóñez y Sabine Dahrendorf abandonaron Barcelona para encargarse del nuevo centro. De momento sus actividades se limitan a la formación.

La Comunidad de Madrid ha incluido la creación de un centro coreográfico dentro de su proyecto para el complejo del Teatro del Canal. Está previsto su inauguración dentro de unos tres años.

n Fuera de España destacan especialmente el modelo francés y el inglés. Francia tiene diecinueve centros coreográficos repartidos por todo el país con un modelo de funcionamiento propio. Cada centro está a cargo de un coreógrafo que se instala en residencia con su compañía. Han creado importantes programas de formación.

En el Reino Unido existen nueve "National Dance Centres", siendo el más conocido The Place en Londres. Esos centros ofrecen programas de formación y programación, y algunos acogen a compañías en residencia. The Place ofrece oficinas y apoyo a un número limitado de compañías y a través de distintos servicios realiza una importantísima labor de difusión y de información.

UN SALTO GENEACIONAL

La danza contemporánea en España ha dado a luz a varias generaciones de creadores, casi todos vertebrados por el programa de danza contemporánea del Institut de Teatre de Barcelona.

Entre la primera generación se encuentran compañías con gran prestigio como Gelabert/Azzopardi, Lanónima Imperial, Metros, Mudances. Destaca la poética teatralidad de Mal Pelo. En Madrid, 10 & 10 y Provisional Danza ocupan este lugar aunque su enfoque suele ser más narrativo. En Valencia merece atención el pulso vital de Vicente Sáez y el teatro-danza de Ananda Dansa, junto a nuevos nombres como Toni Aparisi. La segunda generación catalana incluye creadores con marcada personalidad coreográfica como Toni Mira, que incorpora la sincopación y fraseo de otras danzas teatrales en un lenguaje contemporáneo, o la energía desbordante de María Rovira, la sensibilidad de Carles Maillol e Inés Boza de Senza Tempo, Sol Picó, de fuerte perfil transgresora, o el humor hilarante de Mar Gómez. El vasco Damián Muñoz ha llevado su fuerte carga sensual a Barcelona, donde le va muy bien. Andrés Corchero y Rosa Muñoz, éste con años de trabajo en la danza "butoh", dan otra visión. En Madrid, UVI-La Inesperada, con coreógrafas como La Ribot, Blanca Calvo, Olga Mesa, Mónica Valenciano o Elena Córdoba, se decanta por una danza más cercana a las fronteras con otras expresiones artísticas. Alexis Eupierre, Carmelo Salazar y sus compañeros de La Porta siguen esta tendencia en Barcelona. También se apuntan las Islas Canarias con una cantidad sorprendente de nuevos artistas, entre ellos El Ojo de la Faraona o Félix Santana.