Image: Goldoni suelta la máscara

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Teatro

Goldoni suelta la máscara

Llega a la sala mirador “arlequino, servidor de dos patrones”

2 mayo, 2001 02:00

De izquierda a derecha, David Sanz, Eva María del Campo, Catherine Barranco y Antonio Ponce

El Teatro Finikito celebra los diez años de su fundación con Arlequino, servidor de dos patrones, un montaje que llega mañana a la sala Mirador de Madrid dirigido por Carlo Boso, un discípulo aventajado de Giorgio Strehler que ha dado a la puesta en escena (con máscaras de Stefano Perocco) la autenticidad de la "Commedia dell’arte".

No es muy habitual encontrarse en nuestros escenarios títulos de la talla de Arlequino, servidor de dos patrones. La compañía Teatro del Finikito, que celebra su décimo aniversario con el clásico de Goldoni, ha dedicado buena parte de su trabajo a recuperar y difundir la grandeza de la máscara, de la ilusión anónima y sarcástica de la "Commedia dell’ arte".

Para la ocasión, la ya veterana formación ha contado con la experiencia de Carlo Boso, un alumno de Giorgio Strehler del Piccolo Teatro de Milán residente en París que ha dirigido de forma casi canónica un texto que Goldoni realizó a mediados del siglo XVIII por encargo de Sacchi, el "Arlequino" con mayúsculas. "Qué mejor forma de celebrar este aniversario que con un texto que representa una forma de hacer teatro con la que nos identificamos plenamente", señala Sanz, que además encarna a Pantalone de’ Bisognosi.

Juego, mimo, improvisación, deformación de comportamientos y mucha "mala uva" son algunas de las características dotadas a la interpretación de este Arlequino al que Goldoni, en palabras de Carlo Boso, quiso dar "una ironía sutil, capaz de provocar una reacción y un enfrentamiento en torno al Bien y al Mal de modo que el público pueda participar como juez activo manifestando su propio veredicto con silencios, aplausos y carcajadas típicas de un teatro vivo y divertido".

Para resolver esta frescura escénica no se ha olvidado ni un solo detalle. Las máscaras y la tarima, partes fundamentales en el desarrollo de la obra, han sido realizadas por Stefano Perocco, un continuador de la escuela de máscaras de Donato Sartori que recupera y consolida este elemento fundamental de la "commedia dell’arte".

Actores especializados

"Se ha realizado y montado todo como si estuviésemos asistiendo a una representación de la época. Por eso hemos contado con los mejores especialistas de esta tradición y actores acostumbrados a la máscara. Reunidos todos estos aspectos, la obra ha quedado construida como si fuese una pequeña partitura teatral", señala David Sanz.

Una de las principales características del género, y de esta obra en particular, es la capacidad por plantear en escena situaciones de todo tipo que surgen casi de forma espontánea en todas las latitudes sociales. Para Boso, tiene "todos los elementos de la Commedia dell’arte. Equívocos, intrigas, duelos, engaños, intentos de homicidios, peleas amorosas y generacionales, suicidios... Todo para dar vida a ese mundo único que es el teatro de las máscaras que, al fin y al cabo, representan nuestros miedos y nuestros sueños. La obra termina como manda la tradición, con la reconciliación de los amantes y el castigo del siervo Truffaldino. Todo habrá sido una alegoría en la cual el Bien se identifica con el mundo aristocrático y burgués,y el Mal con el siervo-diablo".

En este sentido, David Sanz, que además de actor ejerce las funciones de ayudante de dirección, una de las principales cualidades de este texto es que puede acercarse a su contenido todo tipo de público: "Cualquier espectador se ve reflejado en lo que está sucediendo sobre el escenario. Son personajes fijos pero en cada obra toman unas características que los hacen únicos".

Carlos Martín, Eva del Campo, Antonio Ponce, Leandro Carmona, Paula Guida, Francisco Granados, Javier Cifrán, Catherine Barranco y el mismo David Sanz son algunos de los "actores especializados" que durante casi un mes estarán en la Sala Mirador de Madrid y que además pasarán por el Festival de Alcalá de Henares, en junio, y por el de Almagro los días 10 y 11 de julio.