Image: Lorca, viaje al grito oscuro

Image: Lorca, viaje al grito oscuro

Teatro

Lorca, viaje al grito oscuro

Ferrán Madico lleva Bodas de Sangre al Grec

18 julio, 2001 02:00

Vuelve a enfrentarse a otro texto clásico después de Terra baixa. Pero Ferrán Madico no se acomoda a las fórmulas anquilosadas de la tradición y prefiere sorprender con nuevas lecturas acordes con los tiempos que corren. El director vuelve a hacer supurar la poesía del Lorca más desgarrado con Bodas de sangre, un montaje que recuerda al documental y que se estrena el próximo 21 de julio dentro del Festival de Grec, protagonizado por Mercé Arànega y Carles Canut.

Es uno de los nombres más interesantes de la escena teatral española. Empezó como actor y como ayudante de dirección de Calixto Bieito. él mismo dice que llegó a la dirección por casualidad, eso sí, por la puerta grande: Shakespeare y un montaje de Trabajos de amor perdidos multipremiado. Desde entonces su nombre ha sonado cada vez con más fuerza, y siempre asociado a textos de repertorio y a las más importantes salas de Barcelona. Por sus manos han pasado ya Millers, Mamets o clásicos catalanes, pero este barcelonés -adoptivo: nació en Reus- de 38 años se guarda todavía muchos ases en la manga. Este año repite en el Grec con el primer texto en castellano de cuantos ha dirigido hasta ahora: Bodas de sangre, de Lorca, con Mercè Arànega y Carles Canut encabezando el reparto. El montaje abrirá también la próxima temporada del Romea.

-Parece que a usted no le asustan los retos... ¿Los busca de una forma consciente y deliberada?
-Es que no se trata de hacer lo que todo el mundo ha hecho del mismo modo que todos los demás. El mayor peligro es volver a hacer lo que ya has hecho. La pregunta es: ¿Cómo podemos explicar esto sin que parezca un recital poético? ¿Cómo respetar esa dimensión poética pero a la vez esa contemporaneidad, esa reflexión, esa ternura y esa violencia? Y llegué a la conclusión de que debíamos hacerlo totalmente actual. Cuando Lorca estrenó el texto, en 1933, la luna era algo muy distinto. Nosotros hemos estado en la luna, ya no le vemos tanto valor poético. Igual sucede con otros símbolos que Lorca contempla: la mendiga, el leñador con el rostro pintado de blanco... Hoy nadie se los creería como eran en la primera versión. A mí Bodas de sangre me parece más bien un auténtico documental, y así es como yo lo veo en mi montaje.

-¿Un documental?
-La estructura del texto potencia esta visión. Tres escenas en el primer acto, cada uno en uno de los escenarios fundamentales de la acción. Dos escenas en el segundo acto: una pre-boda, otra post-boda. Tercer acto: locura. Bosque. Confusión. Surrealismo. Y un epílogo. Yo veo en esta estructura la de un documental. Yo creo que la clave del texto es contar la tradición y cómo la tradición se transmite y cómo nos condiciona. No hay que olvidar que Lorca estaba muy preocupado por eso. Esta idea me ha obsesionado mucho durante todo el montaje. Lorca nos dice que cuando las normas de la tradición se enquistan aniquilan cualquier posibilidad de libertad individual. Esos personajes están castrados por las normas de la sociedad, por eso no se atreven a actuar, están muy limitados.

-¿Entonces usted ve algún tipo de determinismo?
-Algo de eso, sí. Las mujeres de Federico García Lorca (él escribe básicamente de ellas, y sus hombres son casi invisibles) están reprimidas y por eso son intransigentes, y a la vez tan humanas…

-Es un texto con enormes resonancias de otras obras. ¿Cree que Lorca está sobrevalorado?
-Lorca imita, lo que sucede es que imita muy bien. Copia a Shakespeare casi literalmente, toma ideas de dramaturgos irlandeses, de la tragedia griega, de fuentes a las que él, como elite, tiene acceso. Eso no le quita ni un poco de mérito. Sabe darle a sus textos una dimensión poética enorme, crea unos personajes únicos. Sus obras son redondas.

-¿Todo es cuestión de ver lo mismo pero con distintos ojos?
-Para innovar tienes que romper con la tradición. Yo sé que estoy haciendo otro Lorca. Lorca dice en una acotación: "La novia sale con un vestido negro 1900". Y la pregunta es: ¿Tiene que salir con un vestido negro 1900? O hay que entender: la novia se casa según la tradición. Por tanto, hoy tiene que llevar un vestido de 1970. También dice: paredes pintadas de amarillo. ¿Qué significa el amarillo? La fertilidad, el trigo… las imágenes en él recurrentes. Está haciendo poesía. Por eso no me interesaba el Lorca que heredé: Lorca como mariquita oficial de la izquierda, poético y folclórico. No. él habla desde la oscura raíz del grito. Se le ha estilizado demasiado, se le ha rebajado con demasiada frecuencia. Cuando tú ves un documental acabas diciendo: hostia, pobres putas marroquíes, pobres inmigrantes chinos… De eso se trata. él hace un alegato, una reflexión profunda sobre eso que todavía sigue ocurriendo.

-¿La finalidad de su teatro es la reflexión?
-Para mí el teatro es un medio, no un fin. Yo hago teatro, fundamentalmente, para crecer. Espero que lo que hago me enseñe más de mí mismo. Creo que nuestro objetivo es aprender a destilar lo importante y a evolucionar con ello. Empecé a dirigir por casualidad y para mí la dirección es un acto de amor. No me basta con que la gente venga y diga: ‘Qué bonito’. Tampoco quiero darles una reflexión aburrida. Se trata de dar contenido pero divirtiendo. Con el teatro pasa como con la comida: tiene que estar bien presentada, ser apetitosa, pero también alimentar. Eso es lo que busco: un teatro que sea apetitoso pero que alimente.

Falta de riesgo

-¿Abunda tal vez demasiado un tipo de teatro sin riesgos?
-Sí, abunda ese teatro en que se le hace caso a rajatabla al texto. Y también ese otro en que para explicarnos que el mundo es una mierda nos enseñan una mierda.

-Lo que falta es sangre nueva. Sobre todo en el teatro catalán.
-Sí, pero nadie se atreve a arriesgar. También creo que no hay tanta gente por la que apostar. De pronto todo el mundo descubre a un autor y le encumbran en un mes, y luego le derrumban de la misma manera. Y no hay mucha razón para una cosa ni para la otra. Nadie cambia de un montaje para otro. Pero es que hay poca gente con criterio. Todo el mundo calla hasta que aparecen las críticas, y luego se pronuncia en favor o en contra. Es así de sencillo y triste. El novelista puede escribir una novela que nadie encumbre y pensar que algún día un hijo suyo tal vez vivirá de sus derechos de autor, pero eso en teatro no pasa. Si no funciona ahora mismo, ya no funcionará nunca. Y eso te hace reflexionar acerca de hasta qué punto lo que haces es arte o es industria.

-¿Su asignatura pendiente son los autores contemporáneos?
-Sí, y ahora quiero hacer algún otro autor contemporáneo,y también trabajar en el resto de España, especialmente en Madrid. No quiero dejar a los clásicos, porque si no conoces la tradición no puedes cambiarla. Hay muchas cosas que me apetece hacer, pero prefiero no dar títulos, porque cada vez que doy uno lo monta otro. Es gracioso, porque acabo sintiéndome generador de criterio.

-Lleva usted un ritmo de trabajo muy intenso: tres montajes por año.
-Eso depende de cada momento, de cómo te sientes, de cómo estás. Y ahora mismo me siento en un momento muy bueno, tengo más experiencia, he aprendido mucho…

Más Lorca en el Generalife

El director José Carlos Plaza se pone estos días al frente de un ambicioso proyecto: Lorca-Granada. Bajo este título se agrupan una serie de propuestas escénicas que hacen de Granada una referencia imprescindible de la obra lorquiana. Yo no he nacido todavía es el primer fruto de este proyecto que ve la luz hoy en los jardines del Generalife de Granada y que está financiado por la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Granada, la Fundación Lorca y la Fundación Huerta de San Vicente. Textos inéditos, obras inconclusas o poco conocidas seleccionadas por Vicente Molina Foix son la base de este espectáculo "multimedia y con vocación de futuro", como define el propio Plaza.

La partitura original de Mariano Díaz, catorce actores del grupo Escénica, un cantautor, un guitarrista y varios bailarines hacen realidad este montaje estructurado en tres partes en las que se presentarán por primera vez obras como La Comedia de la Carbonerita, Sombras, Jehová, El diálogo de los caracoles, Posada, Drama fotográfico, El dragón o Posada.