Image: Madre pillaje

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Teatro

Madre pillaje

Estreno de El Pelícano, de Strindberg

12 diciembre, 2001 01:00

Germán Esteban y Ludmila Ukolova son yerno y suegra. Foto: Mercedes Rodríguez

La leyenda de misógino que rodeó a August Strindberg se sustenta también en la obra de cámara El pelícano, en la que presenta a una madre egoísta, capaz de quitar el pan a sus hijos. La compañía de ángel Gutiérrez la estrena mañana, día 13, en el Teatro de Cámara Madrid.

Cuenta la leyenda que da título a esta pieza que el pelícano llega a rasgarse la piel y provocarse sangre para alimentar a sus polluelos si es necesario. Pero Strindberg usa esta historia, quizá falsa, para presentarnos a un personaje totalmente opuesto: el de una madre egoísta y desnaturalizada, capaz de quitarle a su hija el marido, a su hijo la herencia y a ambos el padre. ángel Gutiérrez, desde su pequeño Teatro de Cámara que dirige en Madrid, ha añadido esta pieza a su repertorio porque como explica "me gustan las grandes obras que plantean grandes problemas".

Strindberg es un autor endiabladamente complicado, al menos eso se manifiesta en los ensayos que dirige Gutiérrez. El director, a diez días del estreno, insiste a sus actores en que tienen que buscar la verdad en la interpretación y para ello hay que encontrar la lógica de la acción y del personaje: "el actor bueno es el que actúa bien y, además, piensa. No se puede fingir las acciones y menos el pensamiento".

Muera el teatro, viva la verdad.
Por sus palabras y viéndolo en acción, se ve que Gutiérrez pone en práctica el método Stanislavski. Su lema es "Muera el teatro, viva la verdad", que él explica así: "Desde el punto de vista interpretativo, hay que buscar el teatro de las verdades y no del fingimiento, de la mentira, de la declamación".

Todas estas afirmaciones las lanza Gutiérrez a su compañía mientras interrumpe y analiza el desarrollo de una escena de El Pelícano: "No, no, no", dice enérgico con un bastón en la mano a uno de sus actores, "no juegues a hacer de malo. Hay que estar alerta porque es fácil agarrarse a los clichés". Y pone ejemplos de la vida diaria para ilustrar la lógica de la acción, pide al actor que busque sus puntos de dolor que le hagan revivir sentimientos parecidos a los del personaje que le toca interpretar: "No hay que fingir el sentimiento, éste debe surgir de forma espontánea".

El director habla a su compañía sobre la dificultad de Strindberg comparando su teatro con una partitura musical, tal y como también lo ideó Strindberg, quien escribió esta pieza junto con otras tres para Intima Teatern, el teatro donde estrenó sus piezas de cámara con una compañía pequeña."El autor pasa del piano al fortissimo", explica, "su grandeza radica en que descubre lo camaleónico que es el ser humano. Pasa con una gran facilidad de un susurro, de un beso al asesinato. Es, como se dice, extremadamente continental. Pero al mismo tiempo es un maestro de la contención".

La obra ha sido adaptada por el director, que ha integrado pensamientos del autor de otras obras. Respecto al reparto, lo encabeza la actriz de origen ruso Ludmila Ukolova en el papel de la madre, Oscar Codesillo en el del hijo, Patricia Díez-Labín en el de la hija, Germán Esteban en el del yerno y Beatriz Guzmán en el de la criada.

Liz
PERALES



Ángel
Gutiérrez fue un niño de la guerra. En 1937 fue evacuado
a Moscú y allí permaneció 37 años. Estudió
con discípulos de Stanislavski, Meyerhold y Vajtangov y fue
catedrático de la Academia de Teatro de Moscú. A su
regreso a España fundó el Teatro de Cámara
de Madrid, en el que ha escenificado a Molière, Goldoni,
Chejov... Es profesor en la RESAD y acaba de publicar El sistema
Stanislavski, Dicicionario de términos Stanilavskianos
.