Cuarteto de la nostalgia
Jorge Eines estrena La cruz de tiza(>, de Brecht, en Ensayo 100
6 marzo, 2002 01:00Sandra Molina y Mario Sánchez, durante un ensayo de la obra. Foto: Mercedes Rodriguez
El director Jorge Eines tiene a la vista una temporada de estrenos sucesivos. Hoy presenta La cruz de Tiza, una lectura del nazismo sobre la que planea la sombra de la dictadura argentina. Además presenta en Barcelona Alrededor de Borges, junto a Echanove, tiene en gira La música, y prepara Estación Tango.
Si en el festival de Otoño presentó La música, un texto de la Duras sobre la soledad y el desengaño, hoy estrena La Cruz de Tiza, uno de los relatos más duros de Brecht. Suma y sigue: el próximo 14 de marzo lleva al teatro Condal de Barcelona su Alrededor de Borges, que le vuelve a situar en la escena junto a su amigo y ex alumno Juan Echanove, y prepara ilusionado Estación Tango, un montaje musical a partir de las Cuatro Estaciones de Astor Piazzolla que se estrenará en el Infanta Isabel de Madrid el próximo mes de julio.
La cruz de tiza inaugura el ciclo "Sólo los miércoles", que se realizará en Ensayo 100 y que "forma parte de un proyecto que busca cierta coherencia -comenta Eines-. Dejé mi cátedra en la RESAD para dedicarme a la práctica privada, a mi escuela y mis alumnos y este nuevo ciclo es parte de ese compromiso. Pretendo montar obras con antiguos alumnos míos y donde no perdamos la orientación de búsqueda y la exigencia de rentabilidad comercial necesaria para una sala como Ensayo 100". Además, es el primer acercamiento del director al autor alemán, dejando a un lado su devoción por Chejov.
Deuda con el pasado
La cruz de tiza es uno de los relatos más extensos de Terror y miseria en el Tercer Reich (1935). Con ella, Eines satisface un deseo que anhelaba desde Argentina, cuando ya se interesó por ella. Pero sobre todo, salda una deuda personal con el nazismo. "Yo soy ateo y judío -explica-, y con el nazismo tenía una historia todavía que contar, porque lo viví en mi tierra. A mí los nazis argentinos me vinieron a buscar en el año 76 para tirarme desde un avión". La obra de Brecht, que transcurre en una noche alemana de 1933, es un contundente paradigma del funcionamiento de las sociedades represoras. Eines juega con el espacio cerrado de una cocina donde se reúnen verdugos y sospechosos. Su propuesta comienza con la iluminación, a la que confiere un sentido metafórico. "Al principio hay una luz muy fuerte, mientras se escucha un discurso de Hitler. La luz es tan cegadora como esa ideología que nubla la razón. Cuando el montaje empieza, la luz se va apagando poco a poco. Los personajes tienen que hacer un esfuerzo por comunicarse en la penumbra. La palabra aparece aquí como una forma de alumbrar al otro". Rita Cebrián, Sandra Molina, Manuel Pérez, Mario Sánchez y Sepu Sepúlveda son los ex alumnos con los que el director ha trabajado. Este montaje es una confirmación más de su compromiso con la docencia.
En otro escenario, en este caso el del Teatro Condal, el director también compartirá cartel la próxima semana con un antiguo alumno: Juan Echanove. En Alrededor de Borges, ambos pelean la palabra borgiana en un duelo a la sombra del escritor. Eines retoma uno de sus montajes de mayor éxito, que lleva varios años en gira. "Brecht y Borges comparten una fidelidad a la palabra y a aquello que les preocupa en sus vidas", sentencia Eines.