Image: Enrique Llovet

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Teatro

Enrique Llovet

“El fin de las compañías acabó con el repertorio”

20 marzo, 2002 01:00

Enrique Llovet. Foto: Mercedes Rodríguez

Diplomático, crítico y autor, Enrique Llovet (Málaga, 1918) ha sido testigo de una época en la que los estrenos y la vida de la farándula tenían un peso específico importante en la sociedad. Ahora, con dos versiones teatrales en cartel -Enrique IV e Historia de un caballo- acaba de publicar La magia del teatro (Editorial Dos soles), recopilación de artículos, ensayos y conferencias sobre teatro.

Enrique Llovet mantiene que la desaparición de las compañías de repertorio es uno de los cambios más radicales del mundo de la escena: "Antes existía la compañía tradicional, que tenía un número determinado de actores y un repertorio, con lo que si fallaba una comedia, representaba la otra. Hoy los actores tienen más ingresos que el teatro, hacen cine, televisión..., las giras se han terminado y al sustituir la compañía por la formación se puede afinar más pero lo que no existe ya es ese repertorio". El teatro también depende más de las subvenciones que de las taquillas, y se sabe que "todo el que pide una subvención, está al servicio del que paga".

-¿El teatro es hoy más amable?
-Sí, en el sentido de que usted no puede insultar a su productor. El teatro ya cumplió su función crítica, no sólo social, que sigue haciéndola, sino de crítica política, cuando tomaba partido durante el antifranquismo. Con la democracia, el teatro se ha quedado sin contrincante. Sigue teniendo una función crítica, pero no esa identificación del público que consiguió Tartufo.

-Hablando de Tartufo ¿cómo surgió su colaboración con Marsillach?
-Soy muy molieresco y lo de Tartufo surgió con el ascenso político del Opus. Entonces creí que había que decir lo que uno pensaba. Fui a Bilbao y coincidí con Marsillach. Luego, mientras lo representaba, él me decía: "Ay! ¿qué voy a hacer ahora?" Entonces le escribí Sócrates, pensando en él.

-¿Es mejor teatro el de ahora que el de antes?
-El que se hace es mejor actualmente, porque los medios técnicos son muy superiores. En el momento en el que se dispuso de proyectores y se pudo crear interés en cualquier lugar del escenario, cambió el teatro. Es más espectacular, ha mejorado muchísimo visualmente.

-También ha perdido influencia la crítica.
-Tiene que ver con la desaparición de los vuelos nocturnos de Iberia, que llevó a los periódicos a adelantar los cierres a las nueve de la noche y así la crítica no salía al día siguiente.

-Tampoco tenemos la crítica furibunda de la prensa inglesa.
-Quizá eso es lo que desea el productor. El trabajo de los actores se ha encarecido muchísimo y si el productor ve que el estreno no ha ido bien y estima que la obra va a ir regular, lo que le conviene es quitarla de en medio.

-¿Por qué los productores invierten en un negocio de tanto riesgo como el teatro?
-Hay dos tipos de productores: el llamado caballo blanco, que paga el espectáculo que quiere la actriz que es su amiguita, en vez de comprarle un chalet en Benidorm. Pero cada vez hay menos. Y luego esta el productor que tiene un repertorio pensado, unas amistades, acceso a unos autores y puede conseguir los derechos. Hace su cálculo y piensa "vamos a ver si monto un espectáculo o dos o incluso tres al año. Consigo apoyos". Y está el que tiene influencia para convencer a Lina Morgan de que vuelva.

El realismo social se pasa
-Sé que le gusta Arrabal, pero ¿le interesa algún otro autor vivo?
-Bueno, hay cosas de Alonso de Santos que me han gustado. El caso es que con el realismo social cuanto más se acierta, más se pasa.

-¿Y ningún otro autor le gusta?
-Trato de que no me hagan leer. Hay autores, pero observo una cosa mala: el mimetismo. Pero ¿a quién van a imitar hoy? El teatro francés va muy mal desde hace cien años, ya no se estrena.

-La obra de mayor éxito de los últimos años es francesa, Arte.
-Yasmina Reza no es francesa, sino de origen iraní. Así que de francesa tiene lo que yo. De modo que ahora el teatro fuerte es el inglés. La calidad media de las representaciones es siempre buena y los actores ingleses, cuando les llaman para hacer teatro, están dispuestos por un sueldo miserable, no como aquí.

-¿Ha cambiado la consideración que se tenía de los actores?
-De no enterrarlos en lugar sagrado a utilizarlos para hacer anuncios. Pero el número de actores que se pueden beneficiar de esa situación es pequeño. En realidad, que llenen por sí mismos los teatros, hay muy pocos: lo hacía Martínez Soria, y hoy Lina Morgan. Tiene cierto público, pero entre la gente de teatro, Flotats, aunque no estoy seguro de que le conozca la gente de la calle. Ahora... tiene mucho prestigio.