El color del agua
Autor y Director: Maxi Rodríguez. Intérpretes: Oscar Huescar, Nuria Hosta, Cristina Peralta, Rafael Campos. Muntaner. Barcelona
Maxi Rodríguez pertenece a la generación Bradomín y con esta obra ganó hace trece años este premio. Pero el tiempo no ha envejecido este espectáculo que si bien resulta algo desconcertante en su inicio, va seduciendo a medida que avanza, convenciendo y divirtiendo a la vez. Es la estética joven e ingenua que une la poesía visual a la de la palabra, la historia sencilla del amor, las ilusiones, las frustraciones, el desencanto contemplado con sencilla poesía, acompañado siempre de la sonrisa que incita a cierta reflexión.
Una gran cabeza de pez que se transforma en cuarto de baño o en espacio indeterminado, acompaña a los cuatro personajes. Lucio, el protagonista, muy bien interpretado por Oscar Huescar, sueña sumergido en una bañera que es para él el mar, convertido él mismo en pez, de la cual no quiere salir. Su desesperada esposa -excelente Nuria Hosta- contrata a una psicóloga -Cristina Peralta- para hacerle entrar en razón y llevarle a la normalidad cotidiana, pero el poder del agua la seduce también a ella. A la vez, la esposa, en el mundo real, busca en él la compañía y el amor que podría hallar en el cuarto y divertidísimo personaje (eficaz Rafael Campos). Son los juegos del amor, los celos, la confrontación de dos mundos, el sueño de la vida. Es una puesta en escena moderna que nos hace conscientes de su teatralidad y que entre sus méritos cuenta con esa sencillez carente en apariencia de grandes ambiciones pero que es capaz de provocar fervorosos y sinceros aplausos, un espectáculo divertido que el público de Barcelona agradecerá.
Maxi Rodríguez pertenece a la generación Bradomín y con esta obra ganó hace trece años este premio. Pero el tiempo no ha envejecido este espectáculo que si bien resulta algo desconcertante en su inicio, va seduciendo a medida que avanza, convenciendo y divirtiendo a la vez. Es la estética joven e ingenua que une la poesía visual a la de la palabra, la historia sencilla del amor, las ilusiones, las frustraciones, el desencanto contemplado con sencilla poesía, acompañado siempre de la sonrisa que incita a cierta reflexión.
Una gran cabeza de pez que se transforma en cuarto de baño o en espacio indeterminado, acompaña a los cuatro personajes. Lucio, el protagonista, muy bien interpretado por Oscar Huescar, sueña sumergido en una bañera que es para él el mar, convertido él mismo en pez, de la cual no quiere salir. Su desesperada esposa -excelente Nuria Hosta- contrata a una psicóloga -Cristina Peralta- para hacerle entrar en razón y llevarle a la normalidad cotidiana, pero el poder del agua la seduce también a ella. A la vez, la esposa, en el mundo real, busca en él la compañía y el amor que podría hallar en el cuarto y divertidísimo personaje (eficaz Rafael Campos). Son los juegos del amor, los celos, la confrontación de dos mundos, el sueño de la vida. Es una puesta en escena moderna que nos hace conscientes de su teatralidad y que entre sus méritos cuenta con esa sencillez carente en apariencia de grandes ambiciones pero que es capaz de provocar fervorosos y sinceros aplausos, un espectáculo divertido que el público de Barcelona agradecerá.
