Image: Negar el cuerpo

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Teatro

Negar el cuerpo

Llega a Salamanca lo último de Sasha Waltz

28 noviembre, 2002 01:00

NoBody trata de cómo aceptar la muerte

Sasha Waltz, codirectora de la Schauböhne de Berlín, presenta el 30 de noviembre en Salamanca NoBody, el espectáculo que inauguró el Festival de Aviñón el pasado verano. Es la coreografía con la que cierra su trilogía sobre el cuerpo y en la que trata de nuestra relación con la muerte.

Si la semana pasada la compañía de Meg Stuart sorprendía en Sevilla y hace quince días la de Forsythe en Madrid, otra formación centroeuropea llega estos días a nuestro país, a Salamanca, levantando también gran expectación. Es la compañía estable de danza de la Schauböhne, el teatro berlinés que codirigen Thomas Ostermeier (en su apartado dramático) y Sasha Waltz (en el de danza). Waltz presenta en el Centro de Artes Escénicas de Salamanca NoBody, la última coreografía con la que cierra su trilogía sobre el cuerpo y que está integrada por las obras Kürper y S. El espectáculo NoBody nació como un encargo del Festival de Aviñón para inaugurar el pasado verano la renovada Cour d’honneur, una de las salas al aire libre del festival y Waltz lo concibió para este espocio, aunque realizó una segunda versión para teatros cerrados. Según ha explicado la propia Waltz, el espacio no sólo ha influido en la escenografía, también en la coreografía. Ya le ocurrió con Korper, concebido para el Museo Judío de Berlín. En este caso la Cour d’honneur era tan grande que tuvo que ampliar su compañía de trece a 26 bailarines.

La pieza más personal
Según ha manifestado la coreógrafa, "esta pieza es muy diferente a sus espectáculos anteriores porque es más sincera, grave y personal. Mis trabajos anteriores nacieron de una necesidad, pero NoBody responde a una urgencia y el tema mismo, la muerte, la hace más densa, más intensa".

Como ella misma dice, la coreografía versa sobre nuestra relación con la muerte y sobre cómo son los rituales que nuestra sociedad le dedica. "No es una pieza abstracta, hay escenas de grupo, de masa, que atraviesan el espacio. He realizado una coreografía donde la influencia individual de los bailarines es menos fuerte. Aquí utilizo los cuerpos vivos para hablar de la materia pero sobre todo de lo inmaterial ". La música la firma Hans Peter Kuhn, quién ha creado una instalación sonora que casi tiene una función física, de rellenar el espacio. El vestuario, inspirado en el ambiente de los sanatorios, es de Bernd Skodzig. Del aspecto visual del espectáculo, Waltz ha señalado influencias del Juicio Final de la Capilla Sixtina así como de los cuerpos solidificados por la lava encontrados en Pompeya.