Image: Miguel ángel Solá

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Teatro

Miguel ángel Solá

“Acá cuesta contagiar los sueños”

24 abril, 2003 02:00

Miguel ángel Solá. Foto: M.R.

Ha rechazado todas las ofertas para hacer teatro que le han llovido en los cuatro años que lleva en España. Su único empeño ha sido Hoy: el diario de Adán y Eva de Mark Twain, que por fin estrena el 30 de abril con Blanca Oteyza en el teatro Bellas Artes de Madrid.

"Tengo una deuda con esta obra porque quisimos estrenarla aquí hace tiempo y por una mala gestión no pudo ser. Después, estuvimos a punto de hacerla en el Marquina y nos volvimos a embarazar. Me dediqué a hacer cine para poder mantener el hogar y rechacé proyectos interesantes (Los Puentes de Madison, El hombre elefante, El alcalde de Zalamea..) porque mi corazón está aquí. Con todo este trabajo paso muchas horas alejado de Blanca y de la crianza de las niñas, y ésta es la oportunidad de estar hablándole de amor a mi mujer durante dos horas por día".

-En octubre de 1988 dieron cinco funciones en Madrid de esta obra.
-En el Centro de la Villa. Vino el productor Ramírez (Luis) y contrató la obra para debutar en el mes de marzo siguiente. Se llevaron la escenografía, la utilería, el vestuario... al teatro Lara y luego nunca más atendieron el teléfono.

De Julio César a El callejón
Afortunadamente, este triste capítulo no es el primer contacto de Solá con nuestro teatro. En 1988 Lluís Pasqual lo invitó a protagonizar en el Centro Dramático Nacional Julio César. "Querían que me quedara pero estaba construyendo un teatro en Buenos Aires (El Callejón de los Deseos, que luego vendió) y trabajaba en dos colectivos. Además, estábamos recién entrados en democracia y quería ayudar a construirla".Uno de esos grupos era Errare Humanum Est, integrado por prestigiosos actores como Dario Grandinetti, Juan Leyrado, Hugo Arana y el dramaturgo Manuel González Gil.
-Errare Humanun Est produjo esta obra en primera instancia, pero después nos separamos.El colectivo hacía Mosqueteros, la historia de cuatro rascas, que es como llamamos a los actores buscavidas. Era una obra infantil que acabó gustando tanto a los adultos que la hicimos hasta en sesión de trasnoche. Pensábamos en el próximo título para reemplazarla y ellos querían ir al drama.Pero habíamos descubierto la veta de cómo emocionar y hacer reír y el director González Gil y yo queríamos seguir explorándola. Empezamos a escribir y en medio del proceso se nos coló un librito, Diarios de Adán y Eva, de Mark Twain. Propusimos al colectivo generar cuatro producciones con cuatro parejas diferentes que la hicieran por toda la Argentina pero ellos leyeron Diarios... y no encontraron cómo se podía transformar en teatro. Se equivocaron. Nos fue maravilloso desde el comienzo y estuvimos cinco años en cartel.

-¿Cuántas historias se trenzan en la obra?
-Son tres historias de amor. La primera cuenta la vida de una mujer que es contratada por una emisora para hacer un ciclo de literatura universal, allá por los años 50. Le dan un presupuesto muy ajustado para que cuente con un sólo actor como su pareja. Estamos en el último día de ese ciclo y la actriz elige adaptar los textos de Twain. La segunda historia de amor, sucede 40 años después. Una periodista hace una entrevista a un actor que es el único que queda vivo de esa pareja. En principio quisimos hacer un homenaje a la radio, pero luego nos apareció la historia de amor de Twain sobre Adán y Eva en el Paraíso. Podemos leer tres historias, pero también leer más: es un espectáculo que hacemos con un amor grande hacia el público. Cada uno hace tres personajes pero son los mismos en realidad y todos los cambios ocurren a la vista del público, sin cortes ni interrupciones.

Homenaje a la radio
-¿Qué homenajean del modelo de radio de aquella época?
-Argentina fue el primer país del mundo que puso en marcha un sistema de radiodifusión, se adelantó dos meses a Estados Unidos. Se fundó con el lema belleza, verdad y no recuerdo qué más pero en su espíritu planeaba lo que tiene que ver con la condición del hombre, en ella convivían todas las formas. A mi me gusta muchísimo la radio y en mi país he hecho diferentes programas.

-¿Quién cree que vendrá a verla?
-Bueno, en España hay 450.000 argentinos y esos, seguro seguro que vienen. El que no la vio, va a ir a verla porque se lo dicen, y el que la vio va a repetir. El 40 por ciento del público que tuvimos en Argentina fue gente que la vio dos y tres veces.

-Y luego, ¿seguirá con el teatro?
-Bueno,tengo ganas de hacer un espectáculo pero acá cuesta contagiar los sueños. Son más... (golpea con los nudillos en la mesa).

-¿Pragmáticos?
-Sí, no se ven bien los sueños, hay que probar que sirven.