El actor Marcial di Fonzo Bo, en Borges, dirigida por Matthias Langhoff

Vuelve la fiebre festivalera convirtiendo a algunas ciudades en polos de atracción para aficionados y profesionales del teatro. El Cultural ha seleccionado los tres de mayor relevancia en nuestro país: Almagro, especializado en teatro del Siglo de Oro; Mérida, en teatro grecolatino, y el Grec, centrado en la creación contemporánea. No podía obviarse el de Aviñón, el más ambicioso de todos, y los dos que se organizan en Edimburgo. Por ellos pasará la plana mayor de la creación escénica europea: Brook, Langhoff, Pina Bausch, Rodrigo García, Ostermeier, Rigola, Mnouchkine...

Festival Grec de Barcelona (25 junio-31 julio)
www.grec.bcn.es
La 27 edición del Festival Grec de Barcelona se abre con una opereta de Offenbach, La Perritxola, dirigida por Joan Lluís Bozzo (Dagoll Dagom), que gira en torno a los amores de la actriz Micaela Villegas y el virrey de Perú, precisamente el que hizo construir en Barcelona el palacio de la Virreina, sede actual del festival. Con este montaje echará a andar una programación que incluye 75 espectáculos de teatro, música y danza y que además acoge este año el programa europeo Mira, que permitirá la representación de ocho obras de Francia.

La dramaturgia contemporánea tiene un gran peso este año en el Grec. Sanchis Sinisterra estrena su versión de Electra, dirigida por Antonio Simón. Habrá ocasión de ver también dos obras del austriaco Peter Handke, Bienvenido al consejo de administración, dirigido por Jordi Coca, y una singularísima pieza sin texto, La hora en la que no sabíamos nada el uno del otro, que dirige Joan Ollé y para la que cuenta con 35 actores. También Edward Bond hace doblete, pues del británico se montan en catalán Rojo, negro e ignorante, dirigido por Manuel Dueso, y Lear, por Carme Portaceli. El argentino Javier Daulte estará presente con Gore, gran triunfo en el festival de Sitges 2002. Y Rodrigo García, que estará mejor arropado que nunca: su obra Borges, será dirigida por el alemán Matthias Langhoff.

Los dos grandes acontecimientos que se anuncian son Yo tomo tu mano en la mía, en la que Brook ha reunido a su ex-mujer Nastasha Parry y a Michel Piccoli para recrear la correspondencia que mantuvieron Chejov y Olga Knipper. Y la presencia de Pina Bausch, cuya compañía actuará con El hombre que limpia cristales..Y gran interés despierta Antonio Latella, colaborador de Vittorio Gassman y que presenta Querelle, una versión de la obra de Genet con la que el director cerró su trilogía sobre el autor"maldito".En el apartado de danza hay que señalar también la presencia del francés Philippe Decouflé, que aquí actuará con un solo; del belga Jean Fabre con Je suis sang; de la joven formación de la Compañía Nacional de Danza; y la del español afincado en Francia José Montalvo.


Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro (3 -27 de julio)
www.festivaldealmagro.com
La XXVI edición que celebra este festival en la ciudad manchega de Almagro presenta siete estrenos, además de algunos de los espectáculos que más han destacado en la temporada que termina. Así, la Compañía Nacional de Teatro Clásico (y si los técnicos no lo impiden) estará durante diez días con El burlador de Sevilla, una de las producciones de éxito de este año dirigida por Miguel Narros. Habrá ocasión de compararla con la producción homónima de la compañía colombiana Teatro Libre de Bogotá, dirigida por Ricardo Camacho. París, 1940, con Flotats, es otro de los éxitos programados. Shakespeare es el más representado: Narros presenta también El sueño de una noche de verano, en versión de Eduardo Mendoza, y acude Julio César, de Àlex Rigola, Romeo por Julieta, de Emilio Hernández, El Rey Lear, de Hangönter Heyme, y el Centro Dramático de Aragón con Ricardo III. También se estrena Troilo y Crésida, dirigida por Paco Vidal.

Otros estrenos absolutos son: Los tres mosqueteros, dirigida por Gustavo Tambascio y basada en la obra de Dumas; la producción de los alumnos de la RESAD El hechizado por fuerza, de Antonio de Zamora; Eduardo Vasco retoma a Lope con La bella Aurora, y Adrián Daumas se enfrenta con su primer clásico español con El castigo sin venganza. Hay también espectáculos de un sólo personaje como Segismundo, ópera de Tomás Marco, y Feminne Fatali, en la que Peter Stein dirige a su mujer Maddalena Crippa para encarnar caracteres femeninos de cierta perversidad siguiendo textos de Goethe, Heine, Victor Hugo o Fray Luis de León. Atención especial a las propuestas de Juan Dolores Caballero con La cárcel de Sevilla, de Mariano de Paco con La traición de la amistad, original de María Zayas, y de Ana Zamora que dirige el Auto de la Sibila Casandra, un texto de Gil Vicente. El festival, al que acuden unas 35.000 espectadores cada año, tiene un presupuesto de 1.500.000 de euros.


Festival de Teatro Clásico de Mérida (2 julio -23 agosto)
www.festivaldemerida.com
Especializado en los clásicos grecolatinos, el Festival de Mérida cumple 49 ediciones. Este año el festival que dirige Jorge Márquez no cuenta con grandes estrenos absolutos ni prestigiosos nombres internacionales en su programación, salvo el de Daniel Barenboim con la West-Eastem Divan orquesta. Se inaugura con La paz de Aristófanes, una producción propia con dirección de Juan Margallo y protagonizado por Joaquín Kremel. Lisístrata, también de Aristófanes y dirigida por Carles Santos, es uno de los platos fuertes de la programación, una propuesta a camino entre la ópera y el teatro. Del Grec llega la Electra de Sófocles, con una baza importante: Mario Gas actuando por primera vez en el escenario del Teatro Romano de Mérida. Antígona de Anouilh, con dirección de Eusebio Lázaro y protagonizada por José Sancho, el Orfeón Donostiarra, el Ballet Clásico del Teatro Académico Estatal de Moscú y el ciclo de lecturas dramatizadas Estrellas bajo las estrellas de Mérida con Juan Luis Galiardo y Juan Echanove, entre otros, cierran la oferta de este año. El festival cuenta con un presupuesto cercano a los 1.800.720 de euros (300 millones de ptas.).


Festival de Aviñón (8-28 julio)
www.festival-avignon.com
Es el festival de entre los festivales, entre otras razones por su poderosa estructura de producción (su presupuesto de este año es de 8.502.300 euros). Además, este año -última edición que dirige Bernard Faivre d’Arcier- su programación tiene algo de retrospectiva. Vuelve Platonov, dirigido por Eric Lacascade; también el polémico Je suis sang, del belga Jean Fabre, que lo estrenó aquí hace dos años y que también presenta L’Ange de la mort. Una novedad es la prolongación del número de funciones para algunos espectáculos. El Théâtre du Soleil presenta durante casi todo el festival Le dernier Caravansérail (Odyssées), y Bartabas, un circo ecuestre insólito, estará con Zingaro y con Loungta, les chevaux de vent.

El festival ha invitado este año a artistas de los países del Este y a lo que el director llama "La escuela flamenca", creadores belgas que se mueven entre las artes plásticas, el teatro y la danza. En opinión de Faivre d’Arcier, los teatros de la Europa del Este "trabajan en el sistema de compañía estable y esto hace que hagan un teatro de repertorio pero con el riesgo de desatender la creación contemporánea". Por eso han querido animar a los directores hacia obras del repertorio contemporáneo. El polaco Krzysztof Warlikowski (ayudante de Brook y de Krystina Lupa) presenta un díptico del repertorio yiddish, Le Dibbouk, original de Shoolem An-Ski y refundido con una novela de Hanna Krall. El citado Lupa y los lituanos Gintaras Varnas y Oskaras Korsunovas también ofrecerán textos actuales.

Y por supuesto en Aviñón estarán junto a los consagrados como Peter Brook (con La mort de Krishna, en la que se aborda el capítulo de la muerte de Krishna relatado en el Mahabharata), otros de la renovada escena europea como Thomas Ostermeier, director de la Schauböhne que presenta Casa de muñecas de Ibsen; el italiano Antonio Latella con Noche de reyes, de Shakespeare, o Rodrigo García, única obra española que ofrecerá La historia de Ronald, el payaso de McDonald’s. Son artistas que han mantenido una fidelidad con Aviñón, como Jean Claude Gallota y Valère Novarina, también invitados.


Festival Internacional de Edimburgo (10-30 agosto)
www. eif.co.uk
Fringe Edinburgh Festival (3-25 agosto)
www.edfringe.com
La capital escocesa, Edimburgo, es en agosto un hervidero de profesionales y aficionados del teatro. Dos festivales conviven: el oficial es el Festival Internacional, mientras que el Fringe (cuya traducción sería "al margen") es el que más interés despierta a la hora de encontrar sorpresas. Ambos nacieron en 1947. El primero de ellos reúne a las grandes figuras de la danza, el teatro y la música. Este año, el apartado teatral lo abre el alemán Peter Stein, a quién el festival le ha encargado La Gaviota, de Chejov. Está protagonizada por Fiona Shaw en el papel de Arkadina y es la primera vez que el alemán la lleva a escena y que trabaja con un elenco exclusivamente inglés. El teatro en español estará presente gracias a los argentinos El Periféricos de Objetos, de Buenos Aires, que presentan La última noche de la humanidad, exploración inquietante sobre la naturaleza humana. Y vuelve Calixto Bieito, que mantiene una férrea fidelidad al festival. A pesar de las malas críticas que cosechó en Londres con Macbeth, el director catalán se atreve con Hamlet en una producción en inglés. La dramaturgia contemporánea estará representada por David Greig, que presenta San Diego, inspirado en un viaje que hizo a Estados Unidos. La inauguración del festival correrá a cargo de la compañía escandinava Cullberg Ballet y hay que destacar también al Ballet de la Opera de Burdeos que presenta un programa sobre los ballet rusos de Diaghilev. La compañía ha reconstruido algunas coreografías en las que colaboraron Picasso, Cocteau, Satie, Falla y Ballanchine.

El Fringe es el festival más atípico y libre de todos los que existen. Permite el acceso a todo aquel que quiera actuar, pero para participar compañías o actores tienen que buscarse un local donde hacerlo y pagar una cuota de inscripción. El pasado año participaron más de 500 compañías, para las que se dispusieron casi 200 espacios, entre teatros, bares, locales y calles. Hay ocho categorías: infantil, comedia, danza y acrobáticos, música, ópera, musicales, charlas y eventos, teatro y artes visuales. Se dice que las tres normas que el artista debe seguir allí son: "ver tantos espectáculos como el día te lo permita, ser visto por una audiencia lo más grande posible e impresionar al jurado", porque en el Fringe se pueden ganar importantes premios: desde cuantiosas sumas a contratos para trabajar en teatros de Londres.