Teatro

Tres obras interdisciplinares

Caldo de cultivo, en la sala Pradillo

26 junio, 2003 02:00

¿Qué le puede inspirar a un coreógrafo la obra de un pintor? ¿Cómo llevaría a imágenes un director de cine los movimientos de una bailarina? La respuesta es una incógnita tan imprevisible como la creación artística, aunque se puede obtener un amago de conocimiento en la sala Pradillo de Madrid a partir del día 2 de julio, que bajo el título de Caldo de cultivo acoge una propuesta tan interesante como sugerente: invitar a artistas de distintas disciplinas para realizar un trabajo de creación conjunta para romper los límites que encorsetan el arte y demostrar que la creatividad española sigue viva.

Para ello se han formado tres equipos de trabajo heterogéneos y multidisciplinares. El primero, que presentará su creación del 2 al 12 de julio, está formado por el bailarín y coreógrafo de Arrieritos, Florencio Campos, el artista plástico Enrique Marty y los componentes de la compañía teatral Atra Bilis, Angélica Liddell y Gumersindo Puche. "Las funciones no tienen estructura ni guión, son un salto al vacío -dice Liddell-. Yo he elegido el dolor y la tortura para reflexionar sobre los sentidos". El segundo equipo, que actuará del 16 al 26 de julio, está formado por la coreógrafa y bailarina Patricia Ruz, el compositor Eliseo Parra, el percusionista Pablo Martín y el cineasta Félix Viscarret. Y el tercer grupo, del 30 al 9 de agosto, estará formado por el colectivo de 30 fotógrafos Proyecta 03, la pintora Icíar Largo y el coreógrafo Carmelo Fernández. Caldo de cultivo propone una investigación del mundo de los sentidos y del proceso creativo. Patricia Ruz asegura que esta idea es "un regalo para los artistas" y adelanta que en su montaje "se intentará recuperar tradiciones perdidas y se orientará hacia los sentidos primarios".