Image: Ricard Salvat

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Teatro

Ricard Salvat

“El Teatre Nacional es una provocación”

26 junio, 2003 02:00

Ricard Salvat. Foto: Santi Cogolludo

Autor, director, ensayista, pedagogo... Ricard Salvat tiene una carrera tan larga en el teatro catalán que lo mejor que se puede hacer para tener una idea de la trayectoria del creador de la Escuela de Arte Dramático Adrià Gual es visitar la exposición que recoge toda su carrera: "Ricard Salvat y su época", en el Palacio de la Virreina de Barcelona a partir del próximo 2 de julio.

-En alguna ocasión ha dicho que se sentía olvidado por el teatro catalán. ¿Esta exposición hace justicia a esos "olvidos"?
-Más bien he dicho que desde hace 22 años se me ha negado toda subvención como empresario privado. También soy de los pocos directores que nunca ha sido llamado por el Centro Dramático Nacional ni por el actual Teatre Nacional de Cataluña. Nunca me he sentido verdaderamente olvidado y la prueba de ello es que hubo una campaña, emocionante para mí, que una serie de críticos e intelectuales llevaron a cabo en la prensa para que pudiera dirigir teatro con adecuada capacidad de producción. Uno de estos críticos, Albert de la Torre, es el comisario de la exposición que ahora me dedica el Palau de la Virreina.

-Usted dijo en una entrevista que "El Teatro Nacional de Cataluña sigue sin hacer teatro nacional"? ¿Por qué?
-Sí. Lo he dicho varias veces, incluso en los años en que nadie se atrevía a decirlo, y el tiempo ha venido a darme la razón. La próxima temporada ya resulta francamente inaceptable. Es casi una provocación. Por ejemplo montar Primera plana, de Hecht, cuando nunca se montó Eugene O"Neill. Un Teatro Nacional que no monta a los autores del país, nunca es un Teatro Nacional. Es increíble que Joan Oliver, Espriu, Brossa, Manuel de Pedrolo, Maria Aurèlia Capmany, Porcel, Ballester, Blai Bonet, los hermanos Sirera, no estén presentes en las programaciones del Nacional. Es inaceptable que sólo se monte Guimerà, Sagarra, Iglesias, Puig i Ferreter y Rusiñol.

-¿Qué echa de menos de la Escuela de Arte Dramático Adrià Gual?
- La capacidad de ilusión, la necesidad de crear una ética y la preocupación por tener incidencia política en la sociedad.

-¿Qué proyectos tiene a la vista?
-Estoy preparando la sexta versión (segunda en España) de Noche de guerra en el museo del Prado, de Alberti. Me haría ilusión volver a montar Critón y Eutrifón, de Platón, que es el primer montaje que hice como director. Preparo asimismo una obra de Thanasis Valtinos. Y la explotación comercial de Los siete contra Tebas (Esquilo) y Antígona, que dirigió el director bosnio Hadi Kurich.

-¿Qué le falta y que le sobra al teatro actual?
-Le falta de voluntad de servicio a la sociedad. Le sobra sexo y comercialidad y, sobretodo, querer borrar la frontera entre teatro de arte y teatro comercial.