En la obra, el público va con los ojos vendados

Danza con me es un ejemplo más de ese teatro sensorial que en España ha divulgado Enrique Vargas (El hilo de Ariadna, Oráculos), pero que ahora llega a la sala El Montacargas de Madrid de la mano de Teatro delle Aparizioni.

Se trata de una compañía italiana que lleva cuatro años explorando esa forma de teatro que se ha convenido en llamar sensorial y que, como su nombre indica, propugna una proximidad directa entre actor y espectador con el fin de despertar nuevas o desconocidas sensaciones. En este espectáculo el planteamiento es aparentemente fácil: una sala vacía en la que entran de cuatro en cuatro los espectadores pero con los ojos vendados. "Cada representación depende de cada espectador y de la relación que establece con el actor. En este montaje hemos querido experimentar con los sentidos del tacto y el oído y eliminar el que más usamos, el de la vista", explica Sara Serazzoni, una de los miembros de la compañía. Sin palabras, el montaje se articula en torno a la partitura musical, que hace las veces de texto dramático y sirve al espectador para imaginar una arquitectura espacial que oriente su movimientos. Con una duración de veinte minutos, los cuatro actores de la compañía ofrecen diez funciones al día. Para su director, Fabrizio Pallara, los resultados son variados: "Algunos espectadores se inhiben una vez vendados, por el contrario otros se liberan. Como sensación común, sin embargo, está la de no ser visible. Por eso todos buscan una vía de comunicación no visual y las emociones resultan amplificadas".El Teatro delle Aparizione que dirige Pallara en Roma es una joven formación que nació en el ámbito universitario y que ya cuenta con una estimable trayectoria de siete montajes.Lo próximo que preparan, El país de los susurros, no cegará a los espectadores por completo, sino que busca experimentar con otros sentidos.