Image: Dos obreros. Telediario escénico

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Teatro

Dos obreros. Telediario escénico

Teatro Hurgente estrena obra y sala

12 febrero, 2004 01:00

La Compañía Teatro Hurgente lleva a escena Dos obreros, escrita a partir de las noticias diarias. La pieza se exhibe todos los sábados de febrero en la sala Janagah, sede de la compañía y vivienda de uno de sus directores, Gustavo González.

Teatro Hurgente -con h- es un raro y hermoso proyecto multidisciplinar creado en torno a un espacio de exhibición polivalente: la madrileña y novísima sala Janagah. Como si de una muñeca rusa se tratase, Janagah -inaugurada hace tres meses- alberga en su interior un teatro, una sala de grabación de conciertos, una sala de cine independiente, una escuela de teatro y una discoteca, además de ser vivienda particular del director Gustavo González, uno de los fundadores de la compañía.

Sala ecléctiva
Este ambicioso y singular proyecto nace del empeño personal de sus creadores, Gema Nieto y Gustavo González, artistas afincados durante diez años en Nueva York que se han traído de Manhattan el espíritu innovador y cosmopolita necesario para emprender una empresa de este calibre: 300 metros de vivienda, divididos en tres plantas entre los que se hace un huevo la vivienda-loft privada de González. "Hemos creado un espacio audiovisual que es un lugar de encuentro con un espíritu opuesto al de las salas comerciales. Aquí se proyectan documentales, cortometrajes, trabajos independientes de cine y teatro", dice González. Al proyecto se ha unido el dramaturgo Gustavo Montes, quien firma todos los textos que la compañía lleva a escena. Escrito con h, "como expresión de búsqueda de lo soterrado, de lo que permanece silencioso, y como símbolo de irreverencia", Teatro Hurgente tiene una definida línea de trabajo que transita por su vertiente más social y política. En ella se incribe su primer montaje Dos obreros, una obra compendio de todo su imaginario escénico y tiene en la actualidad, en el olor a rotativa de los periódicos su principal fuente de inspiración. "Todas nuestras obras surgen de las noticias de los periódicos pero no nos quedamos en lo meramente anecdótico, sino que vamos más allá. Imaginanos a las personas y las historias que hay detrás de esos titulares", dice el director.

Dos obreros surge de una noticia que apareció en los rotativos en noviembre del 2003 y que daba cuenta de la muerte de un pintor electrocutado. A partir de ahí la maquinaria Hurgente se puso en funcionamiento. Aunque con sus normas. Y es que la compañía ha establecido un decálogo, una especie de "dogma" llevado al teatro. La pieza hace honor a la definición de "teatro breve": todos los textos duran en torno a la media hora. "Lo hacemos para abaratar costes y porque creemos que lo importante no es la duración sino la calidad de las historias".

Un escenario y tres actores
El segundo mandamiento de la compañía se refiere el plazo: las obra se debe escribir en una semana y ensayarse y montarse en las tres anteriores a su estreno. "Esta premura no limita sino que nos incentiva creativamente. El teatro ‘hurgente’ es al escenario lo que el cortometraje al cine". Gustavo Montes es el autor encargado de dar cuerpo y pulso vital a las noticias de periódicos. Los 16 metros cuadrados del escenario de Janagah sólo tienen cabida tres actores ya que, como dicta su octavo mandamiento, "nunca hay más de tres actores en escena y sólo hay un único escenario -mandamiento sexto-. Los intérpretes son reclutados directamente de la escuela de interpretación que alberga Janagah. Los protagonistas de sus obras son tipos corrientes en las antípodas del teatro griego, y su aspiración es puramente social y política "sin caer en lo panfletario".