Image: Claqué de ritmos afros

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Teatro

Claqué de ritmos afros

Camut Band actúa el 4 de marzo en el Teatro de Madrid

4 marzo, 2004 01:00

El bailarín Lluís Méndez en La vida es ritmo

El 4 de marzo llega al Teatro de Madrid La vida es ritmo, un espectáculo que fusiona el claqué con la percusión africana y que ha obtenido el aplauso de la crítica internacional. Está protagonizado por la Camut Band, una de las escasas compañías de nuestro país dedicadas a esta danza. Cuatro bailarines y dos percusionistas actúan en este "show interactivo" en el que se invita al público a participar y divertirse.

Camut Band es de las pocas compañías españolas de claqué. Los hermanos Lluís y Rafael Méndez la fundaron en Barcelona hace diez años cuando conocieron a Toni Español, que entonces lideraba el grupo de percusión y danza africana Cae MaDeila. Mucho antes, Lluís destacó en los ambientes de la farándula madrileña como único ejemplar de un baile más propio de Estados Unidos que de estos flamencos pagos. Su decisión de volver a Barcelona ante la dificultad para consolidarse en Madrid como el gran virtuoso del claqué que es fue afortunada a la vista de la evolución que ha experimentado el grupo: Tras el primer espectáculo de Camut, Djembe, en el que los hermanos Méndez bailaban encima de unos tambores de diferentes sonidos, la compañía trabajó con el compositor y pianista Jordi Sabatés en Keatoniana, un homenaje musical a Buster Keaton en el que pequeñas plataformas circulares habían sustituido a los tambores. Fue esta colaboración la que les abrió muchos teatros de España y del extranjero.

Sin embargo, ha sido con el último espectáculo, La vida es ritmo, estrenado en 1999, con el que les ha llegado el reconocimiento internacional y les ha permitido crecer integrando al percusionista Jordi Satorra y dos bailarines también excepcionales: Guillem Alonso, formado en varias compañías norteamericanas, y Sharon Lavi, premiadísimo bailarín de origen israelí. "En el año 2000 nos invitaron a participar en el Fringe de Edimburgo", explica Lluís Méndez, "y obtuvimos tan buenas críticas, de hasta cinco estrellas, que hemos conseguido hacer una gira por todo el mundo, de Nueva York, Toronto, o Londres, a Taiwan o Hamburgo, donde recalaremos después de Madrid".

En La vida es ritmo Camut Band hace fusión del jazz con la percusión africana, una idea que les devuelve a sus orígenes como banda. Se inscribe en la línea de Storm o Mayumana, espectáculos que se han visto en Madrid basados en bailes percutivos y que han conseguido interesar a un público joven. "La fusión no ha sido fácil y nos ha exigido mucho estudio", explica Méndez, de sólida formación musical: "El compás del jazz es binario, mientras que el de la música africana es compuesto. Nosotros bailamos una partitura de tambores y, en algún sentido, le hemos dado la vuelta al claqué al intentar congeniar ritmos dispares".

Raros sonidos
El espectáculo, de ochenta minutos de duración, está integrado por seis números, cuya novedad en algunos casos es el ser ejecutados sobre superficies con arena o de metal rayado, lo que arranca extraños sonidos. Destaca el que abre y cierra el espectáculo, Entre pies y manos: "Es un número sobre tres tambores de distinto sonido, uno grave, otro medio y un tercero agudo. Después se mezclan instrumentos como bidones de metal con la caja de madera". Tres bailarines ocupan cada tambor mientras Español y Satorra se afanan en extraer de sus instrumentos los sonidos adecuados para crear una exótica atmósfera. Pero también llama la atención Sand Dance, que Alonso baila con arena, o el que los hermanos Méndez desarrollan alrededor de una mesa en animado diálogo a base de sonidos vocales con Toni Español y que consigue animar y hacer reír al público.

Méndez insiste también en señalar que no se trata de un espectáculo puramente de danza, "sino que en términos exactos es lo que los americanos llaman un "show bussines": Es muy interactivo, rompemos con la cuarta pared que es el público y le invitamos desde el principio a participar en él. Hay intervenciones con texto y también con humor y creo que éste se lo pasa bastante bien". En especial con el número Kiting Kita, muy participativo. La compañía ya trabaja sobre el próximo espectáculo, aunque no quieren anticipar cual será el hilo conductor. Pero parece que tras el éxito de éste no abandonarán esta fusión tan particular.