Image: A las órdenes de los Monty Python

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Teatro

A las órdenes de los Monty Python

18 marzo, 2004 01:00

De izda. a dcha: Antonio de la Fuente, Diego Molero, Carles Castillo, Fernando Gil y Richard Collins. Foto: Mercedes Rodríguez

Dos compañías, la madrileña Yllana y la valenciana L’Om Imprebís, se han unido para escenificar Los mejores sketches de Monty Python, que estrenan mañana en Alcorcón, en el Centro Cultural Buero Vallejo, para iniciar una gira por España que les llevará los días 24 y 25 a Tenerife. Se trata de una adaptación de los mejores números que la formación británica ideó para la exitosa serie de televisión Flying Circus. Cinco actores protagonizan este espectáculo dirigido tanto al público devoto de los Monty Python como a las jóvenes generaciones que los desconocen.

¿Son seguidores de los Monty Python? ¿Gustan del surrealista, irreverente e imaginativo humor de este grupo de cómicos británicos? Ahora tienen ocasión de ver algunos de sus mejores números en español y sin subtítulos. Dos compañías, la madrileña Yllana y la valenciana L’Om Imprebís, se han unido para escenificar Los mejores sketches de Monty Python, que estrenan mañana en Alcorcón, en el Centro Cultural Buero Vallejo, y los días 24 y 25 en Tenerife, para luego proseguir con una gira por España.

Cuenta Joe O’Curneen que la génesis de este montaje tiene que ver con la devoción que los integrantes de Yllana han tenido por los Monty Python, a los que no duda en señalar como una clara influencia en la evolución de esta compañía especializada en el humor. También Santiago Sánchez, director de Imprebis dice sentirse muy atraído "por el humor subversivo de estos ingleses que se hicieron famosos en los 70 en su país, aunque no empezaron a ser conocidos en el nuestro hasta los 80". Integrado por cinco comediantes británicos -Graham Chapman, John Cleese, Eric Idle, Terry Jones y Michael Palin- y el dibujante americano Terry Gilliam, el grupo debutó en la televisión inglesa con una serie que inicialmente no tuvo el eco esperado, e incluso ellos mismos se jactan de que fue sustituida por un programa de información agrícola. Sin embargo, los Monty Python se fueron haciendo hueco hasta convertirse en un referente del humor británico, e ironías de la vida, este año el público británico estimó El santo grial como la mejor película inglesa de todos los tiempos.

Los miembros del grupo se conocieron en sus años universitarios en Cambridge, donde formaban parte del grupo teatral The Footlights. Después, John Cleese conoció a Gilliam en la revista de humor Help!, en la que ambos colaboraban. Si algo caracterizaba a todos los integrantes era su versatilidad para ponerse tanto delante como detrás de la cámara, así como para escribir guiones. Esto les procuró una amplia gama de estilos y fuentes de inspiración. Además de las cinco películas que rodaron juntos -destacan La vida de Brian y El sentido de la vida- y las numerosísimas series de televisión, también han protagonizado programas de televisión y, una vez que el grupo se separó, todos sus miembros prosiguieron a título individual aunque en ocasiones llegaron a coincidir: Michael Palin -presentador y guionista de magníficos documentales para la BBC- brilló después en la desternillante Un pez llamado Wanda junto con John Cleese, que por otro lado ha protagonizado la memorable serie británica Faulty Towers.

25 sketches
Hoy la ingente producción televisiva y cinematográfica de los Monty Python ha inspirado diversos espectáculos teatrales, el primero en París, mientras se preparan otras producciones en Italia y Alemania. Por otro lado, Broadway acogerá próximamente un musical basado en la película que rodaron en 1975, Los caballeros de la mesa cuadrada, y que está supervisado por Eric Idle. Y hace dos años algunos tuvieron ocasión de ver en el Festival Fringe de Edimburgo tres sketches inéditos, originales de Graham Chapman -el único de los seis que ya no vive-, y que nunca habían sido representados.

Temas musicales
Para el espectáculo español sus directores, Joe O’Courneen y Santiago Sánchez, se han basado en una serie de televisión que sí tuvo un gran éxito: Monty Pyton’s Flying Circus, emitida en la BBC-1 desde 1969 a 1973. Ambos han visionado más de 500 sketches para seleccionar los 25 mejores: "En algunos casos los hemos traducido directamente, pero en otros hemos adaptado las situaciones o los personajes. También hemos incluido cuatro temas musicales, entre ellos el tema final de La vida de Brian". Así, por ejemplo, hay una escena protagonizada por policías que originalmente son bobbies ingleses pero que han sido sustituidos por guardias civiles.

Sánchez destaca lo "subversivo" del humor de los Monty Python, "prácticamente se emplearon a fondo con todos los estamentos del Estado para darles la vuelta y mostrarnos que debajo de sus faldas escondían lo mismo que los demás mortales. E incluso, fueron especialmente ácidos con el conservadurismo de Margaret Thatcher". Y sitúa a Boadella y su grupo Els Joglars como la aproximación más cercana en nuestro país a ese tipo de humor "aunque con un trazo más grueso". Sí, el humor de estos británicos tiene su punto político también para O’Courneen: "Consiguen reírse de todos los estereotipos británicos. En sus sketches aparecen todos los personajes del poder, pero también muchos otros, todos los posibles". En este sentido, ellos han recuperado una deliciosa escena en la que dos jueces del Tribunal Supremo charlan sobre las sentencias que acaban de dictar para corregir el comportamiento amoral de los acusados; la conversación tiene lugar mientras se quitan las togas y nos van descubriendo su sugerente ropa interior. La moralidad ha sido otro de los objetivos sobre los que más mordazmente han apuntado los Monty Python. Otro ejemplo es la escena en la que un lector comienza a leer cuentos que interrumpe al tropezarse en su lectura con personajes nada recomendables para los niños, a los que se supone que se dirige. Pero también la compañía echó mano del surrealismo. En esta línea se inscribe otro de los sketches del espectáculo: Suena el himno nacional y hay un personaje que se presenta a solicitar una subvención para su andar estúpido. Pero su andar no se considera lo suficientemente estúpido, por lo que ésta le es denegada.

El espectáculo está interpretado por cinco actores, unos habituales de Yllana, otros de Imprebís, pero todos previo paso por un casting. "No hemos tratado de encontrar actores que reprodujeran la apariencia de los británicos. No hemos buscado hacer una réplica exacta del grupo. Quizá al principio caímos en la trampa de buscar parecidos, pero una vez que empezaban a actuar, nos olvidábamos de ello fijándonos sobre todo en su perfil clown", afirma O’Courneen, para quien los Monty Python son sobre todo excelentes payasos. El elenco lo forman Diego Molero (que actuó en Rock and Klown), Richard Collins-Moore (si vieron la zarzuela de Los sobrinos del capitán Grant lo recordarán por su inolvidable cara), Carles Castillo (Imprebis), Fernando Gil (Glu, glu) y Antonio de la Fuente (repescado del gran éxito de Yllana, 666).

Ejecución ágil y rápida
Una de las ventajas de la adaptación escénica es que al ser originalmente un material televisivo los directores han procurado mantener el ritmo ágil y rápido que impone el medio. No hay hilo argumental para la veintena de sketches; algunos se presentan con la proyección de imágenes procedentes de los créditos de dibujos animados que Terry Gilliam diseñó para la serie, un detalle que los directores han querido tener con quien consideran uno de los cerebros capitales del grupo. La escenografía es simplísima, apenas unos paneles, pero sí juega un papel importante el vestuario de los actores y el atrezzo, escaso pero muy informativo.

Sánchez y Joe O’Courneen confían en atraer no sólo a los devotos del grupo inglés: "No sólo creo que interesaremos a los que conocieron al grupo en los 80, a sus seguidores de siempre, sino que confiamos en descubrírselo a las nuevas generaciones que siguen a Yllana e Imprebis".


Terry Gilliam es el único de los seis Monty Python que no es británico, sino americano. Se distingue también del resto por ser el autor de los cartooms que ilustran los créditos de las series de televisión y de las películas del grupo (recuerden La vida de Brian), pues Gilliam además de guionista y actor es un gran diseñador con un estilo muy pop. Ha dirigido también películas como Brazil (1985) y Doce monos (1995). La obra española ha querido reconocer la labor de Terry Gilliam proyectando algunas imágenes animadas de Flying Circus en el escenario.