Madrid patas arriba
El 2 de abril empieza el festival de danza, que reúne a 20 grupos
1 abril, 2004 02:00Sandrine Lafont y Carla Maruca, en Les 24 preludes de Chopin. Foto: Marie Chouinard
La compañía de Marie Chouinard abre mañana, en el teatro Albéniz, el festival Madrid en Danza. Una edición que permitirá comprobar el excelente nivel de las formaciones canadienses, pues son muchas las invitadas al festival. También figuran en el programa grupos de Francia, Portugal, Finlandia e Inglaterra.
Presencia "quebequois"
Dos compañías canadienses de renombre completan la presencia "quebequois" dentro de Madrid en Danza. Les Grands Ballets Canadiens presenta La Dama de Picas, creación en tres actos del coreógrafo danés Kim Brandstrup sobre la novela homónima de Pushkin. Les petites societés (Las sociedades pequeñas), una serie de doce dúos sacados de diversos trabajos de formatos muy distintos creados durante los últimos 25 años, fue la última creación del coreógrafo Jean-Pierre Perrault, fallecido en 2002. Las múltiples posibilidades de relación que ofrece el trabajo a dúo siempre tuvo un significado especial para Perrault, que recomponía su grupo según el formato de cada proyecto y dejaba vía libre a la participación creativa de sus intérpretes. Dentro de los 20 espectáculos que componen la programación del festival se incluye la reposición de Der Dämon (El Demonio), una producción del Centro Coreográfico de León con coreografía de Sabine Dahrendorf y dirección musical de Pedro Halftter sobre la única partitura que el compositor Paul Hindemith escribió para danza. Por otro lado, los intérpretes y creadores masculinos tienen un perfil especial en esta edición del festival. El finlandés Tero Saarinen se presenta por primera vez en Madrid con Hunt, su interpretación particular de La consagración de la primavera de Stravinsky, y una pieza creada por Carolyn Carlson sobre la compleja figura del pintor Mark Rothko, gran exponente del expresionismo abstracto.
En Happy Hour, de Jordi Cortés, el versátil coreógrafo e intérprete cuyo trabajo con la compañía británica DV8 le sacó a relucir su vertiente más teatral, investiga el doble juego de la palabra y el silencio, el movimiento y la quietud. Toni Mira, de Nats Nus, ofrece otra visión de la soledad escénica y su definición desde una perspectiva madura de la danza. Loft habla de los parámetros de la vida solitaria a la vez que define un espacio vital. Figuran también otros espectáculos destacados, entre ellos un programa de lujo de Cesc Gelabert y varios trabajos de artistas de flamenco y danza española.