Image: Fortuna accidental

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Teatro

Fortuna accidental

Director: Manel Dueso

8 julio, 2004 02:00

Marc Martínez y Oscar Rabadán

Intérpretes: Marc Martínez, Óscar Rabadán, Marieta Sánchez, Toni Sevilla, Jordi Vila. Autor: M. Dueso en catalán. Villarroel. Barcelona

Manuel Dueso fue primero un interesante actor, luego ha demostrado su capacidad como director y pertenece como autor a la generación de los 90. Su dramaturgia atiende a una problemática del individuo como ser social, a sus marginaciones y anhelos. Sus personajes suelen ser perdedores y su teatro habla de sentimientos íntimos, familiares, para un público que quiere que le cuenten historias próximas, divertidas o sentimentales aunque no necesariamente convencionales. Es tal vez un teatro comercial moderno y de su interés como autor ha dado ya suficientes pruebas (Sara y Simon, Estrip-tis, Melinda on the rocks, Platon ha muerto…). En Fortuna accidental, Dueso nos presenta la complicada problemática de una familia humilde y atípica. Sus personajes son una inmigrante colombiana, casada con un aspirante a escritor con el que tiene un hijo, de quien está enamorado un vecino-pintor quien, debido a un accidente, va en silla de ruedas pero que gracias a éste ha recibido una millonaria indemnización. Completan el enredo, el tío del marido, sexagenario, que, a la muerte de su madre, decide "salir del armario" y convivir con su pareja, demasiado "farlopero" para la honestidad. Y demasiado enredo melodramático para una función que fluya con normalidad. El rocambolesco desarrollo de la acción y de su subtexto no permite que Fortuna accidental lo haga porque la acumulación de situaciones accidentales no posibilita un desarrollo que pudiera profundizar en ellas. Tan sólo el joven paralítico y la muchacha consiguen dar cierta credibilidad a sus personajes. También son sus intérpretes, Marc Martínez y Marieta Sánchez quienes logran mostrar mayor entidad escénica. El lenguaje es fluido en los diálogos, pero forzado en su bilingöismo, poco conseguido en sus momentos poéticos, rayando en lo kitsch en las voces en off de ultratumba, diálogos del homosexual sexagenario con su fallecida madre. Posiblemente la obra ha tratado de abarcar un exceso de complejidad.