Teatro

El hacedor de teatro

Autor:Thomas Bernhart. Director: Xavier Albertí

14 abril, 2005 02:00

Actores: Lluís Homar. En catalán. Lliure. Barcelona

Marcado por el nazismo, su tisis, Wittgenstein y la música, al conocimiento de Bernhart, relevante autor del siglo XX, ha contribuido con singular perfección Xavier Albertí (A la meta, Maestros antiguos). Es el teatro fuente de dramaturgia en Bernhart, lo es su vida, incluso en anécdotas aquí reproducidas como su enfrentamiento con los bomberos en Salzburgo (1972). El tema es la función -la rueda de la historia- que protagoniza el histriónico y egocéntrico actor Bruscon, quien con su mujer -Lina Lambert- y sus hijos -Iván Labanda y Silvia Ricart- se propone representar en un pequeño pueblo. Pero junto a lo trivial aparecen siempre en Bernhart los grandes temas. El escenario es una polvorienta sala, un teatro y un hostal regido por Oriol Genís y Lurdes Barba. Son todos los de Bernhart personajes grotescos y sublimes a la vez, imágenes de un comportamiento social mecanizado, de un pensamiento que no deja esperanza a la humanidad y que muestra una insultante misoginia solo comparable a su misantropía. El tema es la impotencia del teatro, metáfora de una sociedad, de una vida tal vez inútil. La acción se centra en la preparación de la función y su imposible representación. La prosa sin puntuación de Bernhart, con una sonoridad repetitiva, reclama un ritmo rápido y aparentemente monótono en la interpretación. Albertí ha sabido encauzar con acierto en todas sus evoluciones la de un Lluís Homar, extraordinario, en la mejor interpretación que le conocemos. Los demás son sabios y casi silenciosos testigos de Bruscon. Es adecuada la escenografía (Lluc Castell), pero sobre todo es de destacar la acertada, precisa, pulcra y medida dirección de Xavier Albertí. L’homme de teatre es posiblemente el mejor espectáculo que hemos visto esta temporada en Barcelona.