Image: Los musicales ya hablan en español

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Teatro

Los musicales ya hablan en español

En Madrid se abre la temporada con seis producciones del género

8 septiembre, 2005 02:00

Las tres amigas de Maribel y la extraña familia

El musical ha revitalizado el teatro en Madrid captando nuevos públicos que habitualmente no pisan los teatros. De importar títulos americanos, se ha pasado a crear producciones originales capaces de competir en el extranjero. El día 11 llega al Albéniz de Madrid el espectáculo Tarantos, y siguen en cartel Mamma Mía, Cabaret y Hoy no me puedo levantar. Será a finales de mes cuando se estrenen los más esperados: Maribel y la extraña familia y Víctor o Victoria. ¿Podrá resistir la cartelera madrileña tantas producciones del género?

El año pasado tres teatros de la capital dedicados al musical, el Lope de Vega (que exhibía Mamma Mía), el Nuevo Teatro Alcalá (Cabaret) y el Coliseum (Cats) destacaron por ser la primera, cuarta y quinta sala del país que más espectadores registraron: 567.166 entre los tres, según datos de la SGAE. Y en la temporada 2003-2004, el 42, 75% de la recaudación de los teatros madrileños, más de 32 millones de euros, se obtuvo de los musicales. Es lógico que estos datos hayan animado a las producciones de este género típicamente americano, que emplea a numerosos elencos y espectaculares escenografías y que esta captando un público nuevo que habitualmente no pisa los teatros. El género es muy costoso y hasta ahora Stage, la productora multinacional de los espectáculos mencionados, lo explotaba casi en exclusiva en Madrid. Pero estos datos económicos no bastan para explicar el boom que vive el musical en la capital, donde ya compiten títulos de compositores extranjeros con otros nacionales; situación que contrasta con la crisis que atraviesa el género en Barcelona, donde ha perdido más de cien mil espectadores en la temporada 2003-2004 (hay, sin embargo, éxitos aislados como Mar i Cel, que se repone ahora en el Victoria).

De las seis producciones que conviven en la cartelera madrileña hay que distinguir entre las de creación nacional, las de autores extranjeros y las "franquicias". En algunos casos, han sido espectáculos inspirados a partir de una obra de teatro, en otros la popularidad de un grupo de música ha llevado hasta el libreto. Entre las originales, ha despertado gran interés Maribel y la extraña familia, inspirada en la obra de teatro de Mihura y que se estrena el día 28 en el Nuevo Apolo. Una historia divertida y tierna de prostitutas, en la que Angel F. Montesinos y el compositor José Ramón de Aguirre llevaban pensando en musicar hace diez años.

De un tema tropical a un gospel
"Los americanos han sido los inventores del género", explica Aguirre, "y siempre pensé en hacer un musical español con la espectacularidad del americano, que es una de las características que lo define y por lo que tiene tanto éxito entre la gente. El público quiere espectáculo, luz y color y diversión". Por ello, Maribel, que en el libro de Mihura es una pobre prostituta de la calle Ballesta, se transforma en la mujer más deseada delfamoso cabaret Xamba: "Hay que adaptar los libros a las situaciones musicales", explica Aguirre. En contra de lo que pueda pensarse, Maribel y la extraña familia no sonará "español": "El musical ni es revista, ni zarzuela, ni comedia musical, ni ópera, aunque se aproxime más a ésta última", continúa el compositor;"en el musical el libreto tiene que tener continuación en los números musicales y la partitura tampoco tiene nada que ver con estos géneros, sino que tiene una construcción propia que, por ejemplo, permite a los cantantes dejar de cantar para integrar una frase hablada...". Aguirre explica que los 18 temas que conforman el espectáculo son variados, "hay desde algún ritmo de los 60, un tema tropical a un gospel". Producida por un grupo de inversores, está protagonizada por Andoni Ferreño y Amparo Saizar, una actriz con larga experiencia en musicales que ha colaborado muy cerca de Paloma San Basilio, con la que ahora competirá.

Como un musical flamenco se presenta Tarantos, dirigido por Emilio Hernández, que llega el día 11 al Albéniz de Madrid. Está basado en la obra de teatro de Alfredo Mañas, La historia de los Tarantos, de la que luego Rovira Beleta hizo una famosa película. Chicuelo firma la partitura y Tomatito ha tenido una colaboración especial. Está coproducido por Focus, una de las grandes empresas catalanas que produce musicales y que gestiona tres teatros, uno de ellos el Barcelona Teatre Musical (2.500 butacas dedicadas al género). Explica Jordi González, director de contenidos de Focus, "que es de las pocas producciones que consiguen poner de acuerdo a todo el mundo que la ha visto. En Barcelona se estrenó la temporada anterior y fue muy bien recibida y ahora después irá a Londres, al Sadler Wells, para luego hacer una gira por Inglaterra. Tambien tenemos muchas ofertas de Austria". Tarantos es la versión gitana de Romeo y Julieta, en la que también se inspiró West Side Story. Pero el ser un musical gitano, de música y baile flamenco, es un obstáculo para vender los derechos de producción en el extranjero; los artistas flamencos son algo muy nuestro.

Otro espectáculo español, que ya ha recibido ofertas del mercado anglosajón, de Francia y de Latinoamérica, es Hoy no me puedo levantar, estrenado el pasado 7 de abril y producido por el grupo Drive, una empresa dedicada al "entretenimiento" (cine, música, televisión y, en este caso, teatro). Este musical ha ensayado una antigua fórmula que tanto en Nueva York como en Londres vuelve a emplearse: crear un libreto a partir de las famosas canciones de un grupo de música de éxito. Tommy, We will rock you o los más recientes Mamma Mia y Lennon siguen esta fórmula. Hoy no me puedo levantar está inspirada en las canciones del grupo del pop español más famoso, Mecano. "Somos nuevos en el negocio", afirma José Manuel Lorenzo, uno de los productores del musical, "pero hemos hecho un espectáculo original y eso era arriesgado. Hemos construido a partir de los temas de Mecano, reconocidísimos por el público y en las que se cuentan historias, un libreto que tuviera continuidad dramática en las canciones". Estrenado el pasado 7 de abril, el espectáculo ha sido visto ya por 150.000 personas y según Lorenzo tiene vendidas casi todas las entradas del mes de septiembre. Es inevitable preguntar al productor si cree que será posible que la cartelera soporte tantos musicales: "Cuando trabajaba en televisión todo el mundo me preguntaba por qué producir otra serie de TV si ya había muchas y ahora no dejan de hacerse. También hay muchos musicales, pero nos estamos dirigiendo a un público nuevo que no es el habitual del teatro".

Musicales importados
Frente a estos espectáculos de fabricación nacional, figuran los importados. La reina indiscutible del género, Paloma San Basilio, se pone al frente de Víctor o Victoria, que llega el día 28 al Coliseum. Está producido por Stage y cuenta con el veteranísimo director del género en nuestro país, Jaime Azpilicueta.Este musical americano, con libreto de Blake Edwards y música de Henry Mancini, se presenta en su versión española como una producción propia. "Mancini escribió numerosas canciones para Edward que luego éste no empleó y nosotros hemos tenido la ocasión de rescatar algunas para adaptarlas a Paloma (San Basilio). Hemos cambiado, por ejemplo, el final del primer acto, y todo el segundo acto", explica Azpilicueta. Los resultados son tan espectaculares que la producción que se estrenará en Londres el próximo año copia la española. Azpilicueta defiende, por ello, su parcela de creatividad porque "si se tratara de una copia, no me interesaría".En cartel seguirán Cabaret y Mamma Mía, también de Stage. El primero, con libreto de Joe Masteroff y música de John Kander, ha sido visto por 600.000 personas. Y también ha mantenido parcelas de creatividad "española". No ocurre así con Mamma Mía, inspirado en la música de Abba, una "franquicia" que copia exactamente la producción estrenada en Londres.


Madrid, la tercera capital
Ya se habla de Madrid como la tercera capital mundial del musical, después de Nueva York y Londres, con la ventaja de que las producciones que aquí se exhiben tiene el potencial mercado hispano. El musical exige inversiones millonarias (algunos como Mamma Mía alcanzan los seis millones de euros) y, como dice el director artístico Jaime Azpilicueta, "es más fácil dirigirlo que producirlo". Por ello, la envergadura de las empresas que lo sostienen contrasta con el carácter casi artesanal de las que se dedican a otros géneros. Se calcula que unos 600 artistas y técnicos estan ahora empleados en musicales y, como recuerda el director, han contribuido a vigorizar la Gran Vía: "está irreconocible, totalmente renovada, con nuevos restaurantes y tiendas". Parece que se ha cumplido el sueño visionario de Luis Ramírez, el productor de El Hombre de la Mancha que quiso hacer "de la Gran Vía el Broadway español".