Teatro

El gran festín de la escena

39 espectáculos se dan cita en el Festival de Otoño de Madrid, que hoy empieza

6 octubre, 2005 02:00

Othelo, obra de la trilogia que la compañía de Nekrosius, Meno Fortas, presenta en el Maria Guerrero

Ni una entrada queda para alguno de los nueve conciertos que Serrat ofrece en Madrid. El cantante inaugura hoy, en el Albéniz, el XXII Festival de Otoño, que este año reúne hasta el 6 de noviembre 39 espectáculos de música, teatro y danza. De Francia es de donde vienen más producciones, pero también habrá ocasión de ver dos obras de uno de los niños mimados del teatro público europeo, el alemán Thomas Ostermeier, y la trilogía shakespeariana del lituano Nekrosius. De Inglaterra llega Edward Hall con su compañía formada exclusivamente por hombres, como en tiempos de Shakespeare; y de Brasil la mítica y legendaria Macunaima. El toque exótico lo ponen las marionetas bunraku de Japón. De España, es llamativo que más de la mitad de las producciones procedan de Barcelona.

La edición de este año del Festival de Otoño permite hacerse una idea bastante aproximada del teatro y la danza franceses y de sus principales creadores, pero también de los nombres que brillan en el teatro europeo actual, los cuales se repiten desde hace un lustro con pocas novedades (Ostermeier, Lavaudant, Savary, Nekrosius, Nadj, Goebbels...). Sin embargo, hay que subrayar que el menú principal del Festival -financiado este año por la Comunidad de Madrid con 2.659.000 euros- se conforma con producciones o coproducciones procedentes de teatros oficiales, mientras la presencia de las compañías independientes es muy limitada. De estas últimas, las que han sido invitadas este año son, sobre el papel, muy recomendables y también las que anuncian el teatro más experimental.

Las independientes
Baste mencionar a la argentina El Patrón Vázquez, compañía del actor, autor y director Rafael Spregelburd, que no visitaba Madrid desde hace un par de años y que vuelve con su teatro de acción trepidante, casi cinematográfica, muy bien interpretado (Cuarta Pared, del 18 al 21 de octubre). La filial de la compañía británica Tha Watermill, Propeller, que dirige Edward Hall (hijo de Peter Hall), desembarca en Madrid y con uno de los textos de Shakespeare más inclasificables, pues todavía no hay acuerdo en si estamos ante una tragedia o una comedia: Cuento de invierno, (del 26 al 29, María Guerrero). También independientes son las producciones que llegan de Estados Unidos: Quantum Theatre, dirigida por Dam Jemmett, que en Dog Face cuenta una historia de lujuria, traición y asesinato en clave de Serie B y música country. (La Abadía, del 20 al 23). O la neoyorkina Big Art Group, la compañía experimental que dirige Caden Manson y que presenta en House of no more lo que llaman "cine en tiempo real" (Pradillo, del 26 al 30 de octubre).

Hay dos joyas de la poesía dramática, dos espectáculos que el aficionado no puede perderse. El más exótico viene de Japón y es un teatro de marionetas muy especial que usa la técnica bunraku, Ningyo Johruri Bunrakb (Español, del 19 al 23 de octubre. Ver pag. 46). El otro lo dirige Heiner Goebbels, artista suizo de difícil clasificación: compositor, director y profesor de composición, es autor de numerosas obras radiofónicas y conciertos. Desde los años 90 dirige sus propias obras de teatro, en las que gusta confrontar a los actores/músicos con la partitura y con el público y en un marco visual de gran belleza. Es lo que hace en Eraritjaritjaka, basado en textos de Elias Canetti y cuya exhibición en Barcelona, la temporada pasada, recibió críticas más que entusiastas (Teatro de la Zarzuela, del 13 al 16 de octubre). Otro compositor que comienza a prodigarse por nuestro país es el yugoslavo Goran Bregovic, cuya música conjuga el rico folklore de los Balcanes con la música clásica y el pop. Este verano estrenó en Peralada Karmen con final feliz, una ópera gitana que después de haber girado por algunos festivales ha tenido un recibimiento desigual (Español, del 13 al 16 de octubre).

Directores estrella
Ingrediente básico de todo festival que busque proyectarse internacionalmente es el director estrella. La nómina de esta edición comienza por Antunes Filho, director de la legendaria compañía brasileña Macunaima, que no venía a esta ciudad desde que sus críticos y espectadores la premiaron en 1982.La formación que dirige Antunes Filho, la gran figura del teatro moderno de Brasil junto a Augusto Boal y Zé Celso, presenta Antígona, un trabajo que actualiza el mito trágico y lo acerca al hombre contemporáneo y que permitirá comprobar los derroteros por los que ha derivado el trabajo de madurez de Filho (Albéniz, del 20 al 23 de octubre).

Otra gran figura es el lituano Eimuntas Nekrosius, director de la compañía Meno Fortas y a quien el director del Festival de Otoño, Ariel Goldenberg, parece profesar gran admiración -la única producción del Festival del pasado año fue la soporífera El cantar de los cantares-. Ahora vuelve a lo grande, pues presenta su trilogía de Shakespeare, que incluye MacBeth, Othelo y Hamlet (ver apoyo pag.44).

El Bieito alemán
Y uno de los más esperados por la afición es Thomas Ostermeier, director de la Schauböhne de Berlín y a quien el Festival de Aviñón dedicó una retrospectiva hace dos temporadas. Es el director de moda, unos alaban su audacia, otros le califican como el Bieito alemán. Se presenta por primera vez en Madrid con dos producciones de pequeño formato y que comparten hilo argumental, pues una es continuidad de la otra: Nora, una lectura personal de la obra Casa de Muñecas, de Ibsen (Resad, del 3 al 5 de noviembre), y Concierto a la carta, creación que surge a la hora de preguntarse qué será de Nora veinte años después (La Abadía, del 4 al 6 de noviembre). Y, claro esta, toda la nómina de directores franceses (ver pag. 45).

Si hablamos de la producción nacional, y ya es mucho hablar tal y como esta el patio, hay un buen puñado de espectáculos catalanes (ver apoyo pag. 43), siete, frente a seis de la Comunidad de Madrid. De estos últimos, el primero que podrá verse es Mingus/Cuernavaca, una obra en la que el dramaturgo Enzo Cormann recrea las últimas horas del músico de jazz Charles Mingus en Cuernavaca (México). Lo protagoniza Chete Lera y ha sido dirigido por Emilio del Valle (varios pueblos del circuito regional y en Madrid, en la Cuarta Pared, del 26 al 29 de octubre). Carmen Portacelli ha colaborado con la productora de Alexandra Fierro, PasionArte, para dirigir Aguantando la vela, de Fabrice Melquiot (Círculo Bellas Artes, del 28 al 31 de octubre). Por los pueblos que conforman el circuito regional se van a distribuir los siguientes espectáculos: Amelia Ochandiano se ha autodirigido en Los días felices, de Beckett. Pérez de la Fuente dirige Oscar y la felicidad de existir, de Eric-Emmanuel Schmitt , protagonizado por Ana Diosdado (Alcalá de Henares, 15 y 16 de octubre). Y el Teatro Meridional de Julio Salvatierra y Alvaro Lavín estrenan (Alcalá de Henares, del 21 al 23 de octubre) Jacques el fatalista, adaptación de la obra homónima de Diderot en el que se cuentan las aventuras de un señor y su criado. Por último, Mario Vedoya, actor muy cercano a Sanchis Sinisterra, pone en escena un monólogo del autor, Vacío (Alpedrete, 15 de octubre).

Malucos, plato fuerte de danza
El capítulo de la danza reúne ocho producciones, todas de danza contemporánea y entre las que figuran dos españolas: el espectáculo de flamenco contemporáneo Ciquitraque es una de las producciones defendidas con más vehemencia desde el Festival. Lo presenta la compañía madrileña Malucos y ha sido coreografiado y dirigido por Carlos Chamorro (Resad, del 19 al 21 de octubre). Y Ga-gà, última creación de la coreógrafa catalana Marta Carrasco, coproducida por el Teatro Nacional de Cataluña, donde fue estrenado la temporad del año pasado.

Entre los invitados internacionales figura la compañía de Sidi Larbi Cherkaoui, coreógrafo de origen árabe pero afincado en Bélgica y cuyo trabajo gana aficionados allí donde se representa. Llega con una espectáculo que ha sido muy rodado por la compañía y que ya tiene casi agotada su gira, por lo que quizá sea una de las últimas oportunidades para verlo: Foi (Teatro de Madrid, del 3 al 6 de noviembre), una ópera medieval/contemporánea. También de Bélgica proceden Dame de Pic, compañía que, sin embargo trabaja en Francia, pues es residente del Centro Coreográfico Nacional de Rennes y Bretaña. Presenta Brutalis, un solo dirigido e interpretado por Karine Ponties (Pradillo, del 21 al 23 de octubre).

Formación muy reputada en el Reino Unido y con muchos seguidores en nuestro país es DV8, quienes ya han visitado el Festival en ediciones anteriores. Son artífices de lo que los anglosajones llaman "physical theatre " (teatro físico). En Just for show se habla de la importancia que el mundo actual da a la apariencia. Para ello se emplean a fondo con proyecciones virtuales e ilusiones ópticas (Madrid, del 13 al 15 de octubre). De Francia (ver pag. 44) llega el coreógrafo de origen yugoslavo Josef Nadj, autor de una danza dramatizada que goza de muchos adeptos. Petit Psaume du Matin es un espectáculo intimista, de pequeño formato, protagonizado por el propio Nadj y Dominique Mercy en el que se narra el encuentro de dos viajeros (Abadía, del 13 al 15 de octubre). On Danfe, por la compañía de José Montalvo y Dominique Hervieu siguen interesados en investigar una danza alegre, sensual y voluptuosa siguiendo la música de Rameau (Madrid, del 26 al 29 de octubre).


Hecho en Barcelona
De los trece espectáculos españoles que figuran en la programación del Festival de Otoño, siete proceden de Barcelona. VOS (Versión Original Subtitulada), de Carol López, es una producción del Teatre Lliure programado en la temporada pasada y que se prorrogó tras la buena acogida que tuvo (del 13 al 15, Cuarta Pared). Sin embargo, Celebración, coproducción del Romea y del Grec, ha sido el título que ha concitado la opinión de críticos y público. Adaptación de la película de Thomas Vinterberg y Mogens Rukov (movimiento Dogma), está dirigido por Josep Galindo (Albéniz, del 27 de octubre al 6 de noviembre). El Romea, teatro privado gestionado por Focus, también ha colocado en el Festival otra de sus producciones: 84 Charing Cross Road, protagonizada por Carmen Elias y que supuso el debú en la dirección teatral de Isabel Coixet; se verá en el circuito regional. Xavier Albertí ha colaborado con Lluïsa Cunillé en la adaptación de El pianista, original de Vázquez Montalbán e interpretado por Juan Diego (Cuarta Pared, del 3 al 5 de noviembre). Y por último dos trabajos de danza: Ga-gà, coproducción de Marta Carrasco con el Nacional de Cataluña (Abadía, del 27 al 30 de octubre) y Prestidigitaccions, por la compañía Alta Realitat (Pradillo, del 12 al 15 de octubre).


Cinco veces Shakespeare
No hay festival que pueda sustraerse a la presencia de Shakespeare. Cinco obras del auto coinciden en la programación, sin incluir la adaptación de Ricardo III de Carmelo Bene que trae Lavaudant (La rose et la hache). Para empezar, una buena dosis de tragedia: el María Guerrero (del 15 al 22 de octubre) presenta la trilogía del lituano Nekrosius que incluye MacBeth, Othelo y Hamlet y que serán exhibidas en este orden. Esta última, que fue la primera que Nekrosius puso en escena, está protagonizada por Andrius Mamontovas, famoso cantante de rock de Lituania que también figura en el reparto de Othelo. Los otros Shakespeare los sirven dos compañías británicas. La divertida Medida por medida llega de la mano de la compañía Complicité en coproducción con el National Theatre (Madrid, del 20 al 22). La otra es la inclasificable El cuento de invierno, que ha dirigido Edward Hall (ver entrevista pag. 46-47) con su compañía Propeller. La experiencia de Hall es bien interesante, su formación especializada en Shakespeare la integran solo actores masculinos que interpretan los papeles femeninos tal y como se hacía en la época isabelina (María Guerrero, del 26 al 29 de octubre).

El Festival de Otoño en El Cultural
El gran festín de la escena
Grandeur dramática, por Rafael Esteban
Entrevista con Edward Hall
DV8, Marionetas bunraku, Sidi Larbi Cherkaoui y Macunaima