En primer término, Marta Poveda, la amnésica de Flechas del angel.... Foto: Ferrán Carrasco

[Publicado el 24 de noviembre de 2005]

Todos por Sinisterra
No es el autor más taquillero del teatro actual, pero José Sanchis Sinisterra sí es el más programado esta temporada en los teatros públicos madrileños, un honor que el pasado año tuvo Juan Mayorga -con el que comparte la labor de asesorar al director del Centro Dramático Nacional, Gerardo Vera.

De Sanchis Sinisterra se acaba de ver en el Español una comedia musical contra el comercio de armas, en un estilo didáctico muy propio de La ópera de tres centavos, de Brecht; un título que cierra su trilogía sobre las Artes (integrada, además, por El lector por horas y La raya en el pelo de William Holden). Desde hoy y hasta el 4 de diciembre la Abadía ha programado Flechas del ángel del olvido, segunda entrega de otra trilogía sobre la que trabaja el autor y cuyo hilo argumental es la mente; si el autismo fue el tema de la primera, La máquina de abrazar, todavía sin estrenar, ésta gira en torno a la memoria, o mejor dicho a su falta, mientras la tercera obra versará sobre las personalidades múltiples.

Flechas del angel del olvido ha sido dirigida por el propio autor, que la ha producido con la compañía de la sala Beckett de Barcelona (fundada por él mismo en 1989). Se trata de una comedia de intriga, en apariencia, con toques de humor y cuyo tema, como ya se ha dicho, es la amnesia juvenil. Porque lo que parece haber inducido a Sanchis Sinisterra a escribir esta pieza es la carencia identitaria que sufren hoy algunos jóvenes "febrilmente colmada por frágiles mimetismos, por fugaces pertenencias tribales, por un ávido consumo de marcas", explica el autor. El argumento presenta a una joven de poco más de 20 años que sufre una amnesia retroactiva (y que interpreta Marta Poveda). No hay ningún indicio sobre quién fue, pero su hermana (Marta Domingo), su amante (Ferrán Audí), un pueblerino espía enviado por su abuela (Marc García Coté) o la lesbiana que la amó (Velilla Valbuena) intentan recomponer su identidad desaparecida.

Sangre lunar, escrita en el año 2001, será el último estreno del autor en esta temporada, en el teatro María Guerrero de Madrid. Llegará el próximo mes de marzo, con dirección de Xavier Albertí. El argumento de la obra presenta a una chica joven que, estando en coma, es violada y queda embarazada. Lo que el autor plantea a partir de ese momento es si la joven debe o no abortar. L. P.


Escenium analiza los recursos del teatro público
Bilbao acoge el II Foro Internacional de las Artes Escénicas, Escenium, organizado por la Red Española de Teatros, Auditorios y Circuitos de titularidad pública. 300 profesionales (entre programadores, productores, directores, actores e investigadores,) participan en el Foro, que hoy se clausura. Organizado como congreso -este año se debate sobre los modelos de gestión de los teatros públicos europeos, sobre cómo conseguir más recursos y sobre la movilidad laboral de los trabajadores-, es también un mercado para comprar y vender producciones; además, se celebran pases o presentaciones de proyectos y espectáculos. Escenium busca aproximarse e investigar el teatro desde el punto de vista empresarial.


Días felices, de Beckett
Días felices es, posiblemente, el monólogo femenino más famoso del teatro contemporáneo. Desde su estreno en Nueva York, en 1961, muchas han sido las actrices tentadas por este texto de Samuel Beckett sobre las ganas de vivir y el valor de no perder la esperanza. Desde mañana y hasta el día 27, Teatro de la Danza presenta en el Círculo de Bellas Artes de Madrid esta obra que ha producido para conmemorar el centenario del autor que se celebrará el próximo año.

En Días felices la protagonista se nos muestra enterrada, primero hasta la cintura y luego hasta el cuello, en una montaña calcinada y frente a un sol de justicia, mientras no deja de repetir que sus días son felices aunque todo indique lo contrario: "Con las pocas cosas que me quedan y mis últimas ilusiones cada vez me hundo más en mi vacío, pero trataré de ser feliz. Sólo es cuestión de proponérselo", se dice a sí misma. Winnie, que así se llama, se aferra a sus pequeñas cosas, a sus recuerdos, a su sentido del humor y verborrea para no derrumbarse ante su patético destino. En una cueva, escondido y protegido del sol y la luz cegadora, se encuentra su marido Willie, pero es una pareja escénica de la que no recibe réplica alguna.

Como dice Amelia Ochandiano, actriz que protagoniza este monólogo y que también ha dirigido, "esta función trata de cómo los seres humanos (unos más que otros) somos capaces de adaptarnos a circunstancias adversas, y pese a ellas, tener esperanza y ganas de vivir: Winnie saluda con esperanza a un nuevo día, aunque se esté hundiendo hasta el cuello". Nacho Castro acompaña a Ochandiano en escena en el papel de su marido. De la puesta en escena la actriz añade que, además del vestuario que es una pieza fundamental, "proyectamos detrás de la montaña, sobre el horizonte, un montaje de imágenes de la propia Willie, como si de un gran flash-back se tratara".


La princesa Sanchica
Sanchica, princesa de Barataria es un montaje que se presenta a partir de hoy y hasta el 4 de diciembre en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, protagonizado por Ainhoa Amestoy. Fue la propia actriz quien tuvo la idea de adaptar a la escena una historia que, teniendo a Sanchica (la hija de Sancho y Teresa Panza) como protagonista, rescatara a algunas de las mujeres que desfilan por la novela de Cervantes y cuya presencia está ensombrecida por las fascinantes peripecias del Quijote. El espectáculo es narrado por una juglaresa de nuestro tiempo que va contando esta especie de viaje iniciático de Sanchica -va siguiendo los pasos de su padre y del hidalgo Don Alonso- en el que recibirá todo tipo de consejos de las citadas mujeres. Dirigida por Pedro Manuel Víllora y con dramaturgia de Ignacio Amestoy, la obra se estrenó en el pasado Festival de Almagro.


Festival de Tortosa
Ricard Salvat dirige por segundo año consecutivo Entrecultures, el Festival Internacional de Teatro de Tortosa (Tarragona). En la línea del Festival Madrid-Sur cuyas riendas lleva José Monleón, también este certamen tiene la interculturalidad como eje de la programación y la creación escénica en países del área mediterránea. Este año se dan cita 19 espectáculos, procedentes de diez países. Por primera vez figura una compañía israelí, la que dirige Michael Gurevitch, pero también de Turquía llega todo un clásico del siglo XX como es el autor Nazim Hikmet Ran; de Egipto uno de sus creadores más arriesgados, Sameh Mehran, presenta una obra de influencia shakesperiana; la Compañía de Teatro Nacional Palestino ofrece un texto de Mahmud Darwish (Mural), y de Líbano, el músico Marcel Kahlife pone punto y final con un concierto, el día 27, al Festival .