Teatro

Julio Bocca y Tamara Rojo

“Nos vamos a dar un gustazo”

12 enero, 2006 01:00

La pareja en la variación Cisne negro, que bailarán en el Albéniz de Madrid

Julio Bocca y Tamara Rojo bailan juntos por primera vez. La bailarina cumple así un sueño de juventud y Bocca dice que "se van a dar un gustazo". Lo harán en el Albéniz de Madrid, a partir del día 17 de enero y durante dos semanas. Ocasión única para ver a una pareja irrepetible de generaciones distintas: mientras una vive su mejor momento profesional, el otro ha anunciado que abandonará los escenarios en 2007.

Hace poco más de un mes que Tamara Rojo actuó en Madrid con Blancanieves, agotando días antes de su estreno las entradas. Primera bailarina del Royal Ballet, galardonada con el Premio Príncipe de Asturias (que comparte con Maya Plisetskaia) y con un público y una crítica devota, la Rojo se encuentra en la cúspide de su carrera. Su prestigio en el escenario la convierte también en una voz autorizada , especialmente cuando denuncia la, a su juicio, grave situación de la danza clásica en España.

También Julio Bocca y su Ballet Argentino realizaron el año pasado una extensa gira por nuestro país que culmina esta semana en el Albéniz de Madrid con este cartel de lujo compuesto por la bailarina española y el argentino. Bocca es bailarín principal del American Ballet Theatre, y ha sido una reputadísima figura internacional que se han disputado las compañías hasta que él creó la suya propia, Ballet Argentino; ahora, protagoniza los últimos espectáculos de su carrera como bailarín, pues ha anunciado que abandona en 2007 el escenario para dedicarse a la dirección de su formación. Pero, según confiesa, todavía habra ocasión de volver a verlo este año en España . Dos estrellas de la danza que, aunque se encuentran en momentos distintos de su carrera, han sabido conectar con el público gracias a su capacidad para transformarse en cada obra, para dramatizar sus roles y ofrecer una personal interpretación del ballet.

El hecho de que las grandes compañías de ballet se prodiguen poco en nuestro país induce a estos artistas ya consagrados a venir habitualmente con proyectos propios. Ambos bailarán en el Teatro Albéniz dos programas, que incluyen piezas del repertorio clásico y neoclásico: en la primera semana actuarán en Don Quixote y en Manon, un complejo paso a dos ideado hace unos veinte años por el británico Kenneth MacMillan y con el que Tamara Rojo encandiló al público inglés. Para la segunda semana se han reservado la variación de Cisne negro y el estreno de Tango brujo, coreografía original de Ana María Stekelman (habitual colaboradora del Ballet Argentino) que funde la música de Falla con los pasos del tango. El resto de los programas lo interpretará el elenco del Ballet Argentino e incluye piezas de Ballanchine, de óscar Araíz (Aquelarre) y de Attila Eherházi (ángeles sin alas), entre otros.

-¿Es ésta la última actuación de Julio Bocca en Madrid?¿La ha preparado de una forma especial
-Julio Bocca: No sé como se ha entendido esto de la última. Mi retiro esta programado para fines del 2007 y todavía me queda la ilusión de volver a Madrid para hacer un ballet completo, algo que hasta ahora no ha sido posible. De todas formas, este programa lo he preparado tan a conciencia como los anteriores.

Actuar como invitado
-¿De qué depende que una bailarina o bailarín acepte bailar en una compañía externa? Ambos lo han hecho muchas veces.
J.B: Depende de muchas cosas, y según cada uno. En mi caso, generalmente dependía de lo que se me ofrecía para bailar y con quien lo iba a bailar. Obviamente, de que tuviera el tiempo disponible para hacerlo. Uno de los motivos por los cuales fundé hace mas de quince años la compañía Ballet Argentino fue para no depender justamente de esos llamados o de los repertorios impuestos.
-Tamara Rojo: Son varias condiciones, la insalvable es la disponibilidad de mi agenda, puesto que tengo un contrato con el Royal Ballet y unas actuaciones programadas con mucha antelación. Una vez superada esta limitación, considero siempre el tipo de obra que se pretende representar y las características del programa. También son importantes los medios disponibles para realizar un buen espectáculo de danza.

-Se atrevería a definir a Tamara Rojo como bailarina. ¿Por qué pensó en ella para este espectáculo?
-J.B: Tamara Rojo es un cielo como persona, y una de las mejores bailarinas que hay en este momento en actividad. Tenía pendiente esto y creo que es un gusto que nos estamos dando ambos.
-Y usted, ¿por qué aceptó bailar con Julio Bocca?
-T.R: Julio es un gran bailarín, un estupendo partenaire y un ídolo de juventud. Soñaba entonces con bailar un día con Julio Bocca. Hace unos años estuvimos a punto de hacerlo pero por circunstancias no pudo ser. Ahora ha llegado el momento y estoy entusiasmada.

Manon, una pieza especial
-Entonces, ¿es la primera vez que bailan juntos?
-T.R: Frente al público así es, hemos ensayado el verano pasado en Buenos Aires durante varios días y nos sentimos muy cómodos
-¿Han decidido juntos el programa que van a bailar?
-J.B: Le consulté a Tamara sobre la idea que teníamos, y a ella le encantó, por lo que no hubo nada que discutir.

-El programa que ustedes van a bailar juntos reúne dos piezas clásicas: Don Quixote y Cisne negro, y sorprende Manon, una pieza muy especial y de cierta dificultad ¿por qué?
-T.R: Manon es, en mi opinión, una obra cumbre del ballet de la segunda mitad del siglo XX. La corografía de Kenneth McMillan en tres actos es una tragedia moderna contada por una danza refinada, exquisita. En Madrid bailaremos uno de los pasos a dos más bellos de la obra. Manon exige a la bailarina musicalidad, dinamismo y, sobre todo, capacidad interpretativa.
-J.B: Siempre me gustó frecuentar distintos estilos y enfrentar desafíos. Manon es un ballet que me encanta, y creo que es interesante para el público poder ver y juzgar la faz interpretativa que este paso a dos exige, más allá de la perfección técnica de su coreografía, y me gusta combinarlo con expresiones tan clásicas como Quixote y Cisne Negro.

-El estreno será Tango Brujo ¿qué pueden adelantar de la obra?
-J.B: Es una obra muy fuerte, de gran expresividad y con unos arreglos estupendos de Sujatovich sobre la grandiosa música de Falla, llevada al ritmo tanguero del 2 por 4. Dos hombres enamorados de la misma mujer, y un final tan trágico como ambiguo.
-T.R: Tango Brujo se trata de una coreografía donde una de las partituras más apasionadas de la danza española, El amor brujo de Falla, se funde, como si se tratara de un reencuentro con el no menos apasionado tango. El argumento sigue la pauta del triángulo amoroso, inmerso en el ambiente porteño del tango.

-Una imagina a los bailarines disfrutando de momentos de gloria, pero también privándose de muchas cosas ¿cómo qué, por ejemplo?
-J.B: ¿Por qué cree que tengo tanta prisa porque llegue el 2007? Nos privamos de muchísimas cosas, sobre todo en épocas de función. Y nosotros, con Ballet Argentino hacemos más de 120 al año, asi que imagínese... Nada de comer ni beber ni trasnochar en exceso, y eso, con lo que me gusta a mi comer y beber... pero de todas maneras no reniego de nada de lo hecho. Lo hice con gusto y a conciencia.

Facetas por descubrir
-Como a usted ya le ocurrió, Tamara Rojo atraviesa ahora por su mejor momento profesional ¿qué le aconsejaría?
-J.B: Nada, que lo disfrute. Ella tiene bastante claro todo. Es una mujer muy inteligente.

-¿Cree que ha quedado alguna faceta de Bocca como bailarín que no ha sido explorada?
-J.B: Me parece que no. Me he dado el gusto de hacer todo lo que se me ocurrió. Y todavía seguimos inventando cositas. Hice de mimo, me colgué de arneses, bailé clásico, moderno, contemporáneo, tango, jazz, hice hasta un musical en Broadway, transité el drama y la comedia... ¿Qué más?

-¿Y a Tamara? ¿Qué facetas le quedan por explorar?
-T.R: Me quedan muchas y no encuentro tiempo para abordarlas.

-Una vez que ya ha tenido el reconocimiento de la crítica y el público de su país ¿cómo lo vive?
-T.R: Con gratitud y esperanza. Espero que la danza artística se consolide en España como el arte que es, con la misma naturalidad que en otros países. Yo trato de contribuir, en lo poco que puedo, para que un día sea así.

-Después del éxito que obtuvo con la obra Blancanieves (que dirigió Ricardo Cué con música de Emilio Aragón) ¿le han salido muchas ofertas para trabajar en España?
-T.R: Hay proyectos a punto de cerrarse, aunque se tratan de actuaciones concretas. También tengo proyectos muy avanzados para participar en la enseñanza de la danza en España.
-Julio Bocca ha anunciado que a partir de 2007 se volcará en su compañía, la cual dirigirá, aunque no se aventura por el camino de la coreografía. En su opinión, ¿cuál es el perfil de un buen director?
-J.B: Creo que el director ideal es aquel que sabe ofrecer a su compañía el repertorio que mejor le va, y que le permite a los bailarines crecer y desarrollarse en la mayor cantidad posible de estilos.