Teatro

Sangre lunar

Autor: José Sanchis Sinisterra. Director: Xavier Albertí

30 marzo, 2006 02:00

Intérpretes: Antonio Valero, Lurdes Barba, Borja Elgea, Patxy Freytez, Lina Lambert. María Guerrero. Madrid

Bajo los focos, consumada ya la atrocidad y sus derivados, discernido incluso lo que podríamos llamar sociología de la fechoría, una cama: una blancura luminosa. Y en la cama una mujer, sepultada en un coma de diez años y embarazada de cinco meses. Este es el punto de llegada -o el de partida- de una compleja obra de raíces naturalistas aniquiladas por la ruptura del tiempo, por el lenguaje y la palabra hechos astillas; y, sobre todo, por una puesta en escena cuyo perfil multiplican los espejos de un espacio escénico (Quim Roy) continuamente modificado por un juego de paneles, luces y transparencias. El montaje de Albertí y la complejidad escenográfica responde a las difusas fronteras de la realidad en que se mueven muchos textos de Sanchis Sinisterra: luminotecnia, música, transparencias, tiempo congelado, distorsiones sonoras fantasmas de la conciencia. l título alude a la naturaleza orgánica y caliente de la sangre iluminada fríamente por una luna yerta: muerte que ofrece vida, una ofrenda para los vivos, un don. Algo similar, la posible consciencia de un cuerpo inerte, sirvió a Almodóvar para la película Hable con ella. El conflicto eje de Sangre lunar se manifiesta, a través de conflictos colaterales, por la proyección en los sentimientos de los personajes y las implicaciones sociológicas y morales del suceso: los culpables del embarazo, el novio, la hermana, los padres, los médicos, los enfermeros. Es por lo tanto, un texto poliédrico y a muchas bandas; lleno de matices, en el que si en ocasiones aparece algún toque de hermetismo es porque éste resulta siempre consustancial al teatro de Sinisterra. Un texto inquietante, más sugerente que definitorio, bien interpretado ( Barba, Elgea, Freytez, Lambert, Rodes, Valero, Vedoya) y con un montaje de hermosa plasticidad.