Teatro

Boris Eifman

“Me inspiran héroes que quieren cambiar el mundo” grandes pasiones”

13 abril, 2006 02:00

Boris Eifman

La compañía rusa de Boris Eifman comienza el 19 de abril una gira por ocho ciudades españolas. Eifman, formado en el ballet Kirov, se independizó en 1977 para fundar su formación erigiéndose años después en la más renovadora del ballet ruso. En España se presenta con el montaje Anna Karenina, inspirado en la novela de Leon Tolstoi.

Boris Eifman, reconocido como uno de los coreógrafos más creativos del ballet actual, merece un capítulo aparte en la historia reciente de la danza en Rusia. La compañía que fundó en 1977 sin ningún apoyo estatal ofreció innovadoras propuestas temáticas y una mezcla de lenguajes y técnicas destinados a plasmar una visión escénica alejada de los cánones del imperante "arte soviético" de aquella época. Dos años más tarde el Ayuntamiento de San Petersburgo puso a su disposición una sede y la compañía empezó a viajar por toda Rusia. A partir de 1990 comenzaron las giras internacionales que han cimentado la fama del Eifman Ballet Theatre. Hoy sus obras figuran en el repertorio del Ballet Bolshoi y del Kirov.

El día 19 inicia en Alicante, en el Principal, una gira por España con Anna Karenina, que llevará a Oviedo, Logroño, La Coruña, Vigo, Cuenca, Albacete, Guadalajara y Málaga. Estrenado el pasado año, el ballet con música de Tchaikovsky, le permite realizar un profundo estudio psicológico de sus personajes y de su entorno. "En la novela se percibe no sólo el estudio exhaustivo del mundo psicológico de su heroína, sino la verdadera revelación psico-erótica de su personalidad. Todo esto se ha convertido en el sentido de mis reflexiones coreográficas. Anna es camaleónica: exteriormente se muestra como una mujer mundana...; interiormente, es una mujer inmersa en un mundo de pasiones. ¿Qué es más importante ?", reflexiona Eifman. "Estas preguntas que una y otra vez se hacía Tolstoi en el pasado, tampoco hoy podemos dejar de planteárnoslas. Seguimos sin respuestas."

-Habla de la necesidad de encontrar el equilibrio entre la estética y el contenido dramatúrgico de su trabajo, entre la belleza de un movimiento y su contenido emocional. ¿Qué le ha influído a la hora de crear un estilo propio?
-El estilo de la interpretación nace de la música que escucho, de las ideas que quiero trasmitir. Al final, la coreografía que nace durante el trabajo con los bailarines empieza a predominar. Cada repre-
sentación es especial e individual. Me gusta mucho saber cómo funciona, cómo debo canalizarlo y controlarlo. Es el misterio de la labor de creación.

-¿Qué le inspira a la hora de crear un ballet sobre un tema o un personaje?
-Hay un dicho popular en ruso que dice "las ideas vuelan en el aire". No puedo definir ninguna medida o elemento que me influye durante cualquier momento del proceso creativo. A veces son ideas de la propia producción en la que estoy trabajando, o una música, o los movimientos del intérprete o mis ideas que no me dejan descansar.

Chejov, lo próximo
-¿Y los personajes y las obras que le interesan de cara a futuras creaciones?
- Ahora estoy preparando una producción basada en una novela de Anton Chejov. Me interesan los héroes o protagonistas que viven grandes pasiones, que no son indiferentes al mundo e intentan cambiarlo, que sufren por la falta de armonía en el mundo pero a la vez no tienen miedo de vivir en él.

-¿Qué papel juegan los bailarines en la creación de sus obras?
-Los intérpretes son el material del que están hechas mis creaciones. Cuando son sensibles y abiertos, la coreografía vive, cuando son fríos e indiferentes, la obra muere.

-¿Cree que sus obras se perciben de una manera diferente dentro de Rusia que en el extranjero?
- Cuando los teatros están llenos en Rusia, en Europa y en los Estados Unidos puedes comprender que mis obras se perciben igual en todas partes.

-Ha dicho que cada nuevo trabajo es una búsqueda de lo desconocido y que no hay nada más importante que le comprendan a uno. ¿Se siente comprendido como artista?
-No creo que mucha gente pueda comprender a una persona que con cada actuación asciende al Gólgota. Tampoco espero que me entiendan. Para mí es muy importante que la gente pueda sentirse tocada de alguna manera por mis creaciones, que salgan del teatro con otras ideas y sentimientos. No puedo decir que me siento solo, pero tampoco creo que sea comprendido del todo.

-¿Cree que ha influído en la nueva generacion de coreógrafos en su país? ¿Cuál es el patrimonio que considera que está creando para la danza y los bailarines en Rusia?
-Si no fuera porque la gente se me acerca para decirme que mis ballets les han inspirado a crear sus propias coreografías, diría que no lo sé. La manera de crear en la danza es siempre muy personal. No son solamente los directores gerentes de las compañías internacionales que piden que mis ballets se vean en sus teatros sino los artistas también. Mi patrimonio es un teatro que está siempre vivo, siempre en desarrollo. Es la herencia más importante que puedo dejar.