Teatro

Chernóbil en teatro documento

El Principal de Zaragoza recuerda la tragedia 20 años después

20 abril, 2006 02:00

La obra mezcla títeres y videos

La tragedia sigue revoloteando sobre Chernóbil 20 años después del accidente que convirtió a la población ucrania, entonces soviética, en famosa en el mundo entero. Dos décadas después del accidente que contaminó de radioactividad la localidad así como su tierra, agua, sus efectos continúan sobre sus gentes y las vecinas. Pero de ello, si no fuera el aniversario que se cumple el día 26, ya no se habla. Y para que vuelva a hablarse del accidente, el incendio y la explosión de uno de sus reactores, dos compañías del teatro independiente aragonés reponen una obra que cuenta sus consecuencias, justo el día del aniversario en el Teatro Principal de Zaragoza.

La plegaria de Chernóbil es una obra basada en el libro de Svetlana Alexievich, recientemente publicado en castellano por Siglo XXI de España, con el nombre de Voces de Chernóbil. Concebida como teatro documento, el montaje presenta diez testimonios de supervivientes de los recogidos por la periodista ucrania. Por el escenario desfilan los sobrecogedores relatos de una mujer cuyo marido fue uno de los primeros bomberos que acudió para apagar el incendio de la central como si ese fuego fuera uno más y que murió al poco tiempo por la radiación que le había comido por dentro; los de los llamados liquidadores que sustituyeron a los bomberos para enclaustrar el reactor; o, más duro aún, los de un coro de niños, entre los que figura uno que no debería haber nacido, pero que lo consiguió tras esconder su madre a las autoridades su embarazo.

La obra de las compañías Che y Moche y Viridiana concede, además, la palabra a un grupo de personas que, por acción u omisión, colaboró con las autoridades en la mala gestión de la catástrofe; ayudaron a propagar la magnitud del suceso, pues entre otras medidas, enterraron la tierra contaminada por la radiación. Como recuerda una de las actrices del espectáculo, la músico y actriz ucrania Tereza Polyvka, la alta radiación, como el dinosaurio de Monterroso, todavía está ahí pero muchos vecinos de la zonas afectadas se niegan a abandonar su tierra y sus casas.