Teatro

La escritura compartida

Los talleres dramatúrgicos se convierten en fuente de la nueva escena

4 mayo, 2006 02:00

Taller organizado el año pasado año en Casa de América

La proliferación de los talleres de dramaturgia indica que la escritura teatral contemporánea se entiende cada vez más como una "creación compartida" y no como una experiencia en solitario. Este mes se convocan en Madrid tres talleres dramatúrgicos y se exhibe una obra fruto de uno de estos laboratorios: Decapitation.

Los talleres dramatúrgicos son una práctica cada vez más extendida entre los autores dramáticos contemporáneos. Su proliferación puede interpretarse como una respuesta a las dificultades que el autor de "gabinete", heredero de una tradición decimonónica más literaria que escénica, encuentra en nuestros días: la de contrastar sus textos en el escenario. A falta de teatros que estrenen sus obras o de compañías más o menos estables con las que establecer un diálogo permanente, los autores recurren a los talleres como lugar de prueba y ensayo de sus textos; también como intercambio de experiencias con otros de sus correligionarios o con personas de otros oficios de la actividad teatral.

Estas experiencias van desde las que proponen la creación en común y puesta en escena de un montaje con el que culminará el taller, hasta otras más teóricas, con más parecido a un seminario donde enseñar herramientas que sirvan de ayuda a los autores para solucionar problemas de escritura. De ambas modalidades hay una buena muestra estos días en Madrid, donde coinciden la ya veterana convocatoria que hace la Casa de America, de la mano de destacados dramaturgos suramericanos, al que acaba de impartir el autor británico Martin Crimp, en el Centro Dramático Nacional coincidiendo con la representación de su obra Cruel y tierno en el Teatro Valle-Inclán. Dirigido a mejorar la técnica interpretativa, pero a partir del análisis de textos dramáticos y guiones de cine, es el que propone la Fundación Aisge y que dirigirá el argentino David Amitin.
Uno de los autores pioneros en nuestro país de los talleres de creación es el chileno Marco Antonio de la Parra. En su opinión, la aparición de los talleres ha modificado la escritura teatral contemporánea a "la que enriquece, diversifica y limpia de la incertidumbre técnica" con la que contaba antes. De la Parra defiende que el autor de hoy, incluso el que sigue creando en solitario, ha de contar con la colaboración de otras personas, no sólo colegas de escritura, sino de otros artistas y técnicos que participan en el teatro y con los que va a levantar el montaje. "El autor debe sentirse un extranjero y dejar que su escritura sea interpretada por los múltiples cambios dramatúrgicos que sufrirá en el trabajo posterior". Por eso, el compartir con ellos alguna parte del proceso de creación puede aportar mucho al resultado final, puede hacer que todas las fuerzas se unan para empujar en una misma dirección con más potencia y más ojos observando las dificultades del camino.

El autor solitario
Aunque, eso sí, De la Parra, no cree que la aparición de los talleres suponga el trueque del autor como persona individual por una macedonia de varias manos. Pero la escritura dramática seguirá sosteniéndose en "el alma solitaria del autor abandonado en su escritorio". Incluso para explorar determinados asuntos, para "penetrar en profundidades abisales es mejor el buzo solitario" que una especie de asamblea que "avanza mucho en la superficie" pero sin llegar a rasgar el velo interno. Esto último ha hecho con Decapitation, la obra que representa en LaGrada la compañía Blenamiboá.

Rubén Szuchmacher comenzó a impartir ayer un taller en Casa de América que se prolongará hasta cel 15 de mayo. El autor y director argentino ha llamado al encuentro "Dramaturgias en constante actividad". La elección del título, con el plural bien remarcado, no es un juego de palabras. Szuchmacher piensa que una de las características más importantes de la dramaturgia del nuevo milenio tanto en Argentina como en España es la complejidad y dinamismo que alcanzan los textos con independencia de su adaptación escénica. Este hecho lleva a que "los autores fuerzan a la escena a aventurarse en otros horizontes desde una literatura dramática que no cede ante la estrechez del escenario". El argentino busca solucionar esta colisión entre texto y escenario con un trabajo previo que haga "comunicables estos textos, pues a veces los responsables de crear la ficción escénica desconocen los procedimientos que esos mismos materiales proponen". Para ello, su taller "tiene como objetivo desentrañar estos textos e investigar procedimientos para llevarlos a escena", por lo que ha convocado en Casa de América a directores, actores, escenógrafos, músicos y videocreadores, además de autores, para escribir y montar una obra. Podrá verse los días 11 y 12, a partir de cuatro obras que él ha seleccionado de entre los escritores noveles de los dos países.

Una caja de herramientas
Otro tipo de taller es el que ha impartido Martin Crimp en el Teatro Valle-Inclán. El autor británico ha estado tres días con 16 autores españoles para ofrecer su experiencia como dramaturgo y compartir conocimientos, ya que el taller no tenía como objetivo crear ninguna nueva obra, sino conocer la forma de trabajar de Crimp a partir de ciertos ejercicios dramáticos. Crimp, un "obseso" del análisis de las estructuras de las obras, volvería a Inglaterra satisfecho si "dentro de unos años, uno de los escritores del taller consiguiera resolver un problema con algo aprendido aquí, aunque no supiera dónde lo aprendió" para lo que ha desplegado "una caja de herramientas" en la que sobresale el diálogo entre colegas. A través de la conversación, el autor ha tendido un cable de acero entre los participantes para que encuentren "una especie de ADN que contiene la información que han de compartir el escritor, director y actor para construir una obra". Pero para que eso ocurra es "necesario descodificar ciertas cosas" que, en muchas ocasiones, no son perceptibles por una primera mirada, por lo que necesitan de investigaciones más profundas. El autor ha estudiado con los autores las similitudes que comparten determinadas obras de Bernard Marie Koltès y Sarah Kane, teóricamente ajenas: Cómo esos textos tienen un lugar de origen que es el mismo que el de su desenlace y cómo "los cambios que ha habido a lo largo de la obra vistos en el mismo espacio se hacen evidentes mucho más", asegura una de las "alumnas" de Crimp, la dramaturga Susana Sánchez. La autora española destaca la información que les ha ofrecido el británico sobre las formas de trabajar en ambos países, así como el apoyo que reciben los jóvenes para estrenar. Mientras en el Reino Unido, por ejemplo, "el respeto al texto es sagrado, dejando para la experimentación la puesta en escena, a Crimp le ha llamado la atención que se pueda cortar la palabra del autor", como la propia Sánchez hace con su nueva obra (que trata sobre la violencia de género con la referencia de Otelo y de mitos literarios como Barba Azul o Jeckyll & Hyde). La escritora señala también los ejercicios propuestos por Crimp que muestran cómo la simple elección de un tipo de lenguaje pueden conducir a crear realidades divertidas o agresivas, atmósferas densas o ligeras, con el simple hecho de usar unas y otras palabras.

Objetivo: crear una obra
Cáceres ha sido la ciudad elegida para acoger este año la nueva edición de La isla del tesoro. El proyecto, organizado por el Instituto Internacional del Teatro Mediterráneo reúne cada año a personas con discapacidad para que ideen una obra durante un taller. La presente edición ha congregado a una veintena de participantes de Portugal y España a los que ha dirigido Cristina Silveira. La responsable de la compañía extremeña Karlik destaca el trabajo realizado desde "las emociones y las acciones, en vez de desde la palabra".
La Fundación AISGE también inicia en Madrid, a partir del 17 de mayo, un taller de perfeccionamiento dirigido a 18 actores pero partiendo de textos dramáticos de Mamet, Bergman, Shepard y Fassbinder. El taller lo dirige el argentino David Amitín y está enfocado a ofrecer a los actores técnicas para que desarrollen su imaginario, construyan personajes y analicen las acciones dramáticas o las múltiples posibilidades de un texto.


Decapitation
Como consecuencia de un encuentro de compañías chilenas y españolas ha surgido la obra Decapitation, con texto de Marco Antonio de la Parra, que se presenta esta semana en la sala LaGrada de Madrid. El montaje forma parte de "Trasatlántico", un proyecto que crea obras desde los talleres teatrales. Cuenta con la particularidad de que "se escribió sobre caliente, al borde del telediario", explica el autor, pues en ella se aborda el tema de si merece la pena traer un niño al mundo actual. El dramaturgo escribe sus textos en solitario pero luego los reescribe a pie de escenario en estos talleres.