Teatro

¡A tomar el aire!

Empieza el Festival de Teatro y Artes de Calle de Valladolid

18 mayo, 2006 02:00

Del 24 al 28 de mayo salir a la calle en Valladolid va a tener muchos alicientes. Se celebra el VII Festival de Teatro y Artes de Calle, convocatoria en la que se dan cita el circo, el teatro visual y de objetos y rarezas escénicas difíciles de clasificar. Este año, en sólo cinco días, 67 compañías extranjeras y nacionales actúan en 21 espacios de la capital castellana. En siete años, el Festival ha conseguido erigirse en el referente de las artes de calle de nuestro país gracias a la calidad y originalidad de los espectáculos que exhibe.

El Festival de Teatro y Artes de Calle de Valladolid (TAC) está dedicado a exhibir espectáculos de calle, un género que está experimentando una gran evolución sobre todo en Francia. Se explica así que el país galo sea el origen de la mayor parte de las compañías invitadas, ocho de las 42 que participan en la programación oficial; el Festival ofrece también una sección "off" en la que figuran otras 25 formaciones. Bautizado como "artes de calle", el género comprende todos aquellos espectáculos que no tienen lugar en espacios escénicos tradicionales o que pueden adaptarse a espacios no convencionales o al aire libre. Pero, atención, cualquier espacio exterior no es susceptible de servir de escenario, pues exige su modificación, más precisamente "su apropiación por el artista". Plazas, calles, paseos, una estación de tren, la fachada de un edificio y hasta un pinar son algunos de los 21 espacios habilitados por el Festival TAC.

Las artes circenses son la columna vertebral de la programación. éstas, a su vez, están muy diversificadas, ofrecen muchas variantes: circo físico (trapecio, equilibrismo, malabares...), poético que los franceses llaman "nuevo circo" y que en estos momentos vive un eclosión artística, y el identificado con aquellas antiguas barracas de feria, en las que se exhibían monstruos y personajes con malformaciones y que ahora se presentan con personajes teatrales. La programación incluye también teatro de objetos y teatro visual, así como espectáculos de danza-teatro, que en esta edición tienen un gran protagonismo. Dos jurados premiarán al final del Festival a los mejores espectáculos de la sección oficial y de la off, y entre las actividades paralelas que desarrolla figura la presentación del libro Viajes de Artistas Europeos, publicado por la plataforma In Situ. Además, se rinde homenaje al colombiano En rique Vargas, director del Teatro de los Sentidos. Con un presupuesto de 600.000 euros, el Festival está organizado por el Ayuntamiento de la ciudad y patrocinado por la Junta de Castilla-León y la Obra Social Caja Duero.

Seis apuestas
Del apabullante número de compañías que visitan Valladolid, hay seis espectáculos muy a tener en cuenta El primero es un estreno absoluto, encargado especialmente para inaugurar el TAC. Se titula PlayRec, a cargo de la compañía francesa KomplexKapharnaöm que sigue una estética audiovisual singular. La compañía llama a su obra"intervención urbana" porque se trata de un encargo ideado y diseñado para ser representado en la antigua estación de ferrocarril de Ariza. Se les pidió un espectáculo relacionado con la ciudad y, de esta forma, surgió el tren como nexo entre el pasado y el futuro, ya que enlaza con la idea de modernidad y desarrollo que supondrá la llegada del AVE a Valladolid. "Esta compañía ha trabajado en residencia", explica Javier Martínez, director del Festival. "Han realizado cuatro visitas a la ciudad, durante las cuales han estado estudiando los viejos lugares por donde discurría el tren, el paisaje e, incluso, han hablado con viejos maquinistas. Se trata de contar la historia del lugar, buscando huellas, testigos, fragmentos de memoria para vincularlos al presente". Es un espectáculo que echa mano de las nuevas tecnología, adopta la forma de cuento audiovisual en el que imágenes y sonidos son interpretados en directo por video-creadores, pintores, acróbatas, bailarines... Una intervención que tomará nuevo cuerpo allí donde sea representada.

Otra de las formaciones por las que el Festival ha apostado es la que dirige uno de los artistas más singulares de Andalucía, Juan Dolores Caballero "El Chino". Su filiación al esperpento, al arte expresionista y grotesco, le ha llevado a montar clásicos (Las tres gracias mohosas) y contemporáneos (La belle cuisine) en esta línea. En el año 2000 produjo Svozos, su primera incursión en el teatro-danza y ahora repite con la fórmula. El Festival le propuso disponer del pinar de Antequera, en Valladolid, para que presentara un espectáculo: El patio. La obra es la vida de cinco jóvenes, cinco bailarinas, en una institución tipo internado, metáfora de la sociedad en la que vivimos.

Aunque si hay un género que está innovando en estos momentos, en opinión de Javier Martínez, es el circo. "En la actualidad es un lugar de encuentro de artistas de muy diversa procedencia, y esta incorporando dramaturgias, lo que va a tener un efecto definitivo en el teatro. Han echado a las fieras y han entrado los dramaturgos".

Tres carpas que hay que visitar
Un buen número de compañías circenses mantienen la vida bohemia e itinerante de ir con sus carpas y "roulottes". Cirque Trottola es una de éstas. Procede de Bélgica y levanta su pequeña carpa a la orilla del río. Tienen su agenda casi siempre ocupada, por lo que resulta extraordinario su presencia en Valladolid. Integrada por el payaso Bonaventure Gacon, el trapecista Titoune y el malabarista Laurent Cabrol, su arte se sitúan en una "poética de la soledad" que cuenta historias concretas. También levantan carpa Le petit théâtre Baraque, que estrena en nuestro país Une case provisoire. Creado por Branlo y Nigloo (confundadores del circo ecuestre Zingaro, de Bartabas), es un teatro mágico, de feria, que emplea animales amaestrado pero con un cuidado exquisito. Por ejemplo, este espectáculo solo lo pueden ver 38 personas al día, porque según sus artífices, "los animales se ponen nerviosos" (entre estos figuran unas pequeñas ratas). Franceses son también Anomalie, otra mezcal de circo, teatro y danza. Anatomie Anomalie es un trabajo de mucho riesgo físico, consiste en mostrar al público precisamente los riesgos que asumen los artistas al hacer sus acrobacias, passings y equilibrios.

Y muy recomendable se anuncia Circolando, procedente de nuestro vecino país, que presenta Cuarto Interior. El espectáculo se propone ofrecer "paisajes de sueño", un planteamiento que lleva a construir la obra como un manifiesto poético en el que la compañía mezcla el teatro de objetos, la danza, el circo y las imágenes.


"Me río de la gravedad"
¡Alucinante, sorprendente, inaudito! Es lo que suelen exclamar los viandantes cuando ven a Johan Lorbeer colgado a tres metros del suelo al lado de una pared. Los que lo vean en Valladolid no deben olvidar que se trata de un espectáculo, de un artificio titulado Tarzán Standing Leg. En él se presenta como un hombre normal, vestido con la habitual americana, pero con el propósito de desafiar a Newton y su ley de la gravedad. Durante dos horas permanece suspendido en el aire, sin que nada haya bajo sus pies, mientras departe con la gente que pasa a su lado. El público se comunica con él de forma espontánea, intentando saciar su sana curiosidad.Este artista alemán trabaja habitualmente en la realización de performances, instalaciones y películas. Desde hace quince años su campo de acción es la "Still-life" (vida inmóvil), un género en el que se presenta en lugares urbanos poco habituales provocando la sorpresa de los viandantes. Su interés es retar a las leyes de la naturaleza obligando al público a modificar su punto de vista tradicional sobre las leyes físicas. De origen alemán, y tras vivir un tiempo en Nueva York en los años 80, Lorbeer volvió a su país interesándose por las estatuas humanas urbanas. En la actualidad imparte clases en la Universidad de Bellas Artes de Berlín.