Teatro

Defondo pone danzar a Lope

"El maestro de danzar", de Lope de Vega, se estrena en el Círculo de Bellas Artes

8 junio, 2006 02:00

Una de las escenas de El maestro de danzar

La compañía Teatro Defondo se atreve con Lope y para demostrarlo ha elegido El maestro de danzar, una comedia fresca e ingeniosa del dramaturgo madrileño que aúna teatro, música y danza. Dirigido por Vanessa Martínez, el montaje se podrá ver desde mañana y hasta el 11 de junio en el Círculo de Bellas Artes.

Los retos no son algo que desprecie Teatro Defondo. Al contrario, cuantas más dificultades pueda tener un proyecto, más parece que les interese, como ha demostrado con una trayectoria que en cinco años de carrera ha llevado a la compañía a levantar ocho montajes, la gran mayoría combinando teatro y música e incluso canto.

El nuevo proyecto ha encaminado a la formación encabezada por Vanessa Martínez y Pablo Huetos hasta Lope de Vega. Del autor madrileño Teatro Defondo ha escogido El maestro de danzar, una de las comedias jóvenes del dramaturgo que, según las indagaciones de Huetos, "desde su estreno, en 1594, sólo se ha vuelto a representar hace unos diez años, por parte de ángel Gutiérrez, pero sin baile y apenas música".

Y es que ésta es una de las principales novedades del montaje. Teatro Defondo ha dejado en esta ocasión el canto que presidía gran parte de sus trabajos anteriores para meterse en una producción que, como indica el título, concede gran importancia a la idea de la danza como "forma de permitir a los personajes ser ellos mismos y comportarse de manera sincera, decir con los bailes lo que no se atreven a decir", asegura Martínez, directora de un montaje cuyas próximas representaciones serán en el teatro del madrileño Círculo de Bellas Artes, del 9 al 11 de junio, tras las que seguirán una gira por el resto de España.

La danza, por lo tanto, planea sobre el texto de Lope, pero no es la protagonista absoluta de la obra, aunque Martínez haya introducido diversos bailes históricos, piezas de baja danza propias de las clases altas que van desde la pavana hasta las folías, entre otras. El protagonismo recae en "la frescura, el ingenio y la ironía de Lope que tejió una obra con todas las claves de su teatro y que luego asoman en sus comedias, como el juego, los enredos, disfraces, equívocos de la realidad, el cornudo apaleado", que presentan a unos tudelanos a los que un maestro de danza ha de inculcar con gran dificultad las maneras de comportamiento propias de su digna condición.

Para la puesta en escena, Martínez, ha ideado "un juego de magia y equívocos basados en el realismo mágico", pero con respeto absoluto al autor. "¡A Lope no se le puede tocar!, ¿quién soy yo para corregir a Lope?", exclama la directora, que sí se ha servido de elementos extraídos de las obras de Magritte, como pipas o cartas de baraja, para que la magia de El maestro de danzar impregne un escenario en el que la música de la época es interpretada en directo, una de las señas de identidad de la compañía.