Teatro

Tragedia en la Abadía

Los húngaros de Katona vuelven con Medeia

8 junio, 2006 02:00

Medeia (Andrea Fullajtár) durante la representación

El curso más internacional del teatro de La Abadía llega a su fin con una nueva producción extranjera: Medeia, que recala en Madrid de la mano de la compañía húngara Katona.

Tras las visitas de los portugueses del São João y Luis Miguel Cintra, el espacio dirigido por José Luis Gómez acaba la temporada teatral con la presencia en Madrid de los húngaros del Katona József, que representarán Medeia durante dos únicas funciones los días 10 y 11 de junio.

El teatro húngaro es un pequeño centro de producción, exhibición y formación de Budapest que, con características similares a La Abadía, forma parte de la Unión de Teatros Europeos. El organismo está formado por más de una veintena de recintos europeos de calidad y prestigio -desde el Piccolo milanés al Odeón de París o compañías como la Royal Shakespeare Company, más los españoles Lliure y La Abadía- que comparten, a veces, producciones e intercambian montajes, como ocurre con Medeia, que llega a Madrid tras el reciente paso del centro madrileño por Budapest, con Comedia sin título.

La Medeia dirigida por el responsable de Katona, Gábor Zsámbéki, es un montaje premiado varias veces por la crítica de su país que destaca por ser una versión de la obra de Eurípides que "no renuncia al mito ni a la contemporaneidad", asegura Gómez, testigo de las representaciones en la capital húngara, pero que consigue "despojar el texto de arcaísmos y reminiscencias mitológicas" que, en ocasiones, alejan a los clásicos del espectador actual.

El director húngaro evita el riego al construir "unos personajes que, desde su condición de arquetipos, sugieren analogías fácilmente reconocibles en nuestro entorno y compatibles para cada uno desde su personal experiencia humana". Gábor Zsámbéki lo consigue presentando a "una grandiosa Medea, no la hechicera, no una perdida, sino una mujer abandonada luchando por su supervivencia en una plástica llena de poesía", concluye José Luis Gómez.

De esta manera, por un escenario que se convierte en una especie de cementerio de automóviles desolado, desnuda todas las formas de su dolor una mujer fuerte, independiente, que no descansa hasta contagiar de la forma más brutal el sufrimiento alojado en sus entrañas al culpable de su padecimiento, Jasón, el padre de sus hijos y el traidor que le ha preterido para casarse con la hija del rey de Corinto. Los dos papeles protagonistas están interpretados por Andrea Fullajtár y Gábor Maté, trabajo por el que han recibido el premio de interpretación de su país, así como Zsámbéki ha recibido el mismo galardón, pero por su trabajo como director de esta Medeia con la que Katona regresa a Madrid.