El estilo sinfónico de Kristian Lupa
"Ritter, Denne, Voss" de Bernhard, en el María Guerrero el día 5
2 noviembre, 2006 01:00Wittgenstein inspira esta obra intimista protagonizada por tres hermanos. Foto: Marek Gardulski
Kristian Lupa es el referente hoy de la escena polaca. No sólo ha formado a la joven generación de directores de su país, sino que ha desarrollado un estilo original con el Teatro Stary de Gracovia reconocido internacionalmente. Visita Madrid por primera vez invitado por el Festival de Otoño con la obra Ritter, Denne, Voss.
En Ritter, Denne, Voss (1984) Lupa parte de un texto teatral de Thomas Bernhard basado en Wittgestein, dos austríacos que aman y odian a su país y que se interesan profunda y filosóficamente por el tema de la palabra. En el primer acto, mientras Ritter fuma y bebe mientras hojea revistas, Dene, la hermana mayor, ejerce el ritual de poner la mesa para acoger a Voss, el hermano que vive en una residencia psiquiátrica. En los dos actos siguientes, Voss se revela como un enfermo acaso demasiado excesivo, tal vez demasiado lúcido. Son tres prisioneros de su país, de su época, de las paredes que les encierran. El violento enfrentamiento de los tres hermanos provocará revelaciones desconcertantes. Desde las paredes, los retratos familiares parecen contemplar la escena ejerciendo también su muda violencia. La obra es una sátira de la hipocresía con la intensidad plástica y emocional que caracteriza los espectáculos de Lupa; una puesta en escena violenta y feroz que aborda la frontera de la ilusión teatral, la incomprensión del otro, el sufrimiento, la locura y la soledad. Es un discurso sobre la mediocridad generalizada. En un espacio naturalista, delimita la frontera entre la ilusión teatral y una realidad de la que todos somos figurantes. Es el realismo psicológico de la locura de tres seres. Es un lenguaje que nos habla de la mutilación espiritual del hombre contemporáneo, un hombre prisionero, encerrado entre cuatro paredes. Así son muchos de los personajes de Lupa.