Ramírez de Haro ataca
Adapta tres obras de Ibsen en Ojalá estuvierais muertos
2 noviembre, 2006 01:00La actriz Ivana Heredia en el personaje de ‘El niño’
El 2 de noviembre se estrena en el teatro municipal Galileo de Madrid lo nuevo de Iñigo Ramírez de Haro, Ojalá estuvierais muertos. Entusiasta de Ibsen, el autor vuelve a él para adaptar tres de sus últimas piezas (La dama del mar, El pequeño Evolf y Cuando los muertos despertemos). El resultado es una obra sobre las relaciones de pareja que ha dirigido Alberto Castrillo-Ferrer.
Hace dos o tres años se armó el cirio con Me cago en Dios y no es la posibilidad de interdición y hoguera algo que frene la dramaturgia de Ramírez de Haro. He aquí algunos de sus títulos, unos estrenados y otros a la espera quimérica de subir al escenario que dan fe de la naturaleza provocadora de su teatro y que espero no sean premonitorios: ¿Es que me tengo que morir para que me hagais caso?, Borracho-bomba, Lo siento Sanum Letizia nuestra reina, Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y Franco ese santo. Ojalá estuvierais muertos, en el Galileo próximamente, bajo la óptica turbadora de la compañía El Gato Negro, en coproducción con el Centro Dramático de Aragón y dirigido por Alberto Castrillo-Ferrer, cuyas capacidades de dirección ignoro; pero doy fe de su milagrosa interpretación en el monólogo Ildebrando Biribó o un soplo al alma. Si las virtudes de director se corresponden con las de actor, el éxito está asegurado y Ramírez de Haro no querrá vernos muertos.