Teatro

Criaturas de Mihura

Del Moral y Caballero estrenan hoy, 7 de diciembre, "Las visitas deberían estar prohibidas"...

7 diciembre, 2006 01:00

Las revistas cómicas "Gutiérrez" y "La Codorniz" fueron un laboratorio para Miguel Mihura, donde publicó historietas y viñetas de humor que han usado Ignacio del Moral y Ernesto Caballero para crear la dramaturgia de Las visitas deberían estar prohibidas por el Código Penal. Con esta obra, los autores reúnen en el María Guerrero de Madrid a algunas criaturas del autor, que El Cultural analiza una a una a través de su evolución en el escenario.

1. "Nuestra Sra. de los calditos"
(Rosa Savoini).


Es una señora que ofrece a sus visitas una taza de caldo, aunque no venga a cuento. Es de los primeros personajes en aparecer en Las visitas deberían estar prohibidas..., ya que la obra se desarrolla en una especie de salón al que van sumándose personajes. Nuestra Sra de los calditos se inspira de lejos en un personaje de La Canasta, pero luego evoluciona en escena protagonizando episodios como el surrealista relato de la vieja bailarina desconyuntadora de niños.

2. "Finolis"
(María Jesús Llorente "Chupi").

Aquí es un personaje femenino, pero procede del protagonista de El caso del señor vestido de violeta, un torero fino y culto que tiene un gran retrato de Ortega y Gasset colgado en su despacho y escucha a Beethoven. Luego se quita este disfraz para protagonizar una de las escenas dedicadas al circo, tema recurrente en Mihura, en la que da vida a una osa enamorada de su domador.

3. "Ladrón"
(David Lorente).


Los ladrones, como los pobres o mendigos, son personajes muy mihurescos. En Ni pobre ni rico, sino todo lo contrario el protagonista Abelardo, hombre adinerado, contrata a ladrones para que vacíen su casa y así igualarse socialmente a la mujer "pobra" que quiere seducir. Aquí, el ladrón ejecuta su labor limpia y rápidamente, y aún tiene tiempo para quedarse a charlar un ratito con el resto de los visitantes. Ha sido tan fácil desvalijar la casa...

4 y 5. "sr. misterioso" (Carles Moreu) e "inventor"
(Jorge Martín).


Son los primeros en aparecer en escena y tienen su referente en Ni pobre ni rico, sino todo lo contrario, una de las mejores piezas de Mihura. En esta obra aparecen tres inventores, con artilugios totalmente inútiles, manteniendo un diálogo de besugos. En Las visitas... el Inventor trae un pelador para una sola patata. Más tarde, será el payaso enamorado de la funambulista.

6. "falsa monja Y FUNAMBULISTA"
(Nathalie Seseña).


Melocotón en almíbar es el origen de esta monja con pistola que más tarde se transformará en funambulista con látigo. La monja cuenta su desquiciada biografía, entresacada de una historia publicada en "Gutiérrez", La vaca, en la que narra cómo siendo vaca en Galicia se enamoró de su veterinario, para acabar en Buenos Aires. Convertida más tarde en funambulista "fatal", -otro homenaje al circo- mantiene un romance imposible con Jack el payaso, a quien le dice que sólo podría amarle si triunfase en su carrera. Y le sugiere que lo mejor para que le aplaudan es que su padre muera y que reciba la noticia mientras actúa en la pista. Por tanto, tiene que matar al padre.

7. "Lirica"
(Natalia Hernández).


Mihura, como ha dicho Mingote, profundizó en la naturaleza femenina y se especializó en dos tipos de mujeres: las solteras y las putas. Pero también desfilan por su obras mujeres casadas aburridas de su vida conyugal, que sueñan con verse liberadas del marido. Esta Lírica se inspira en la mujer "jamón" con ganas de una aventura amorosa. Protagoniza el episodio dedicado al teatro y representa junto con Bombero un amor imposible en tres actos. Ella tiene un problema: no puede casarse con su amante porque ya lo está. Había olvidado que estaba casada precisamente con él.

8. "bombero"
(Juan Antonio Lumbreras).


También procede de Ni pobre ni rico..., donde aparecen nada menos que cuatro bomberos. En Las visitas... se reproduce el diálogo de la citada obra:
"-¿Y les gusta a ustedes mucho ser bomberos?
-Mucho. La profesión de bombero es muy emocionante y, además, tiene la ventaja de que puede uno salir por las noches sin que la mujer de uno sospeche... Lo malo es que hay que salir vestido de bombero, con el hacha, y eso es muy incómodo para las escenas de amor".

9. "moderna"
(Nerea Moreno).


Es la mujer excéntrica y a ella le corresponde el monólogo sobre la fiesta nacional: la desesperación que produce que los toros no tengan argumento, que las corridas sean mudas, sin diálogo. Mihura trató este asunto en varias ocasiones e incluso escribió una obra muy corta sobre el tema, de tres actos, Una corrida intrascendente.

10. "Novia"
(Susana Hernández)
.

Este personaje procede de La bella Dorotea, donde su protagonista es abandonada por su novio pocas horas antes de la boda. Ella, que es una mujer rebelde, promete no quitarse el vestido de novia hasta que encuentre otro hombre que la lleve al altar. Pasea por su pueblo con el vestido cada vez más sucio y desafiando los convencionalismos sociales hasta que finalmente se casa con un madrileño fracasado que sí busca su dinero.

11. "Mayordomo"
(Pepe Viyuela).


Personaje central de la obra, especie de mayordomo que luego se transforma en maestro de ceremonias de un circo. .. y llega a liderar el Partido Político contra Nuestra Tía Asunción. Es ésta otra historieta cómica en la que Mihura propone un delirante programa político contra esas tías que "hicieron de nosotros unos niños tristes, tímidos y cursis" y "cuando nos llevaban a la Casa de Fieras nos enseñaban los bichos peores y no los mejores".

Un Sr. de Murcia y Un Sr. de derechas
(Juan Carlos Talavera)


Un personaje surgido de Ninette y un señor de Murcia que sirve también a los autores para poner de manifiesto el tópico sobre Mihura y su abdicación del ideario vanguardista en favor del teatro burgués.

Una comedia apócrifa

Para llevar a cabo la propuesta de Gerardo Vera -realizar un espectáculo sobre diversos textos de Mihura- era necesario un equipo de actores sólidos, versátiles, cómplices y, por supuesto, un dramaturgo de primera fila como Ignacio del Moral. Afortunadamente he podido contar con ambas cosas, por lo que en mi modesta opinión creo que esta nave Mihura ha logrado arribar finalmente a buen puerto. Partimos de una situación que justificase el encuentro de distintos personajes en un mismo espacio físico. Rápidamente surgió la idea de las visitas, dada la recurrencia de esta temática en la obra de Mihura. Unos seres atrapados en ese ritual burgués necesitados de una definición que sólo les podía ser concedida por el propio don Miguel, el anfitrión de la casa. Esta indeterminación justificaba la diversidad de los textos seleccionados que en su mayor parte proceden de la prensa de humor en la que Mihura participó tan destacadamente.

La dramaturgia, pues, debía realizarse a pie de escenario; poniendo a prueba todo el material, haciendo y deshaciendo durante los ensayos para lograr eso que en el viejo mundo del teatro se conoce como lo que funciona... Poco a poco fueron apareciendo momentos, situaciones, sucesos que encontraban en el conjunto una inusitada coherencia, una razón de ser inexplicable. Y así, finalmente volvimos a intervenir textualmente en ciertas transiciones para lograr una conveniente progresión en el desarrollo de los personajes allí concitados. Esta latente corriente interna, de un peculiar y socarrón pirandelianismo, ha logrado, en mi opinión, dotar de mayor calado las delirantes escenas seleccionadas, haciendo surgir una apócrifa e insólita comedia intertextual a partir de la obra del autor de Tres sombreros de copa, ese excepcional humorista que tan sabia e inútilmente predicó en el desierto cuando declaró que del teatro lo mejor era no hablar. Así que...

Eernesto CABALLERO