Teatro

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Carlos Aladro dirige el texto de Corneille adaptado por Kushner, Juan Pastor muestra la locura de Lope de Aguirre

1 marzo, 2007 01:00

Rebeca Valls y Daniel Moreno, en un momento de la obra

Carlos Aladro dirige el texto de Corneille adaptado por Kushner
El Teatro de La Abadía rescata a Pierre Corneille. El centro comandado por José Luis Gómez estrena esta noche La ilusión, un montaje dirigido por Carlos Aladro sobre la adaptación que Tony Kushner ha hecho del texto del escritor del que Francia celebró con profusión el 400 aniversario del nacimiento de una de sus glorias dramáticas el año pasado. La ilusión supuso un cambio de rumbo en la trayectoria teatral de Corneille. Hasta entonces, el autor había alternado la tragedia con la comedia, género que abandonó después de escribir la obra para centrarse en textos más graves, como Horacio o El Cid, que le llevaron hasta el enfrentamiento con el todopoderoso Cardenal Richelieu. Aunque, en realidad, lo que hizo con La ilusión fue una suerte de compendio de géneros desde su inicio como pastoral hasta su conclusión en los terrenos de la tragicomedia.

El montaje de La Abadía presenta "una mezcla del texto original de Corneille y de la adaptación de Kushner", según Aladro. El prestigioso escritor norteamericano ha optado por acentuar la línea de comedia de la obra, a la que ha añadido "un tono mágico" que le permite mantener elementos de hace cuatro siglos con otros del presente, tiempo en el que se desarrolla el montaje. El adaptador - autor del Homebody/Kabul que acaba de estrenar Mario Gas en el Teatro Español de Madrid y coguionista de la película Munich- ha introducido, además, un nuevo personaje, el del sirviente del mago, con lo que ha convertido el texto cuajado de Corneille en uno novedoso que cuenta con un lenguaje distinto al de los alejandrinos originales. El resultado final le ha supuesto al director "un gran reto", que con La ilusión monta su tercera producción para La Abadía. Aladro resalta de la lectura de Kushner el juego de amor y desamor que se trasluce en la obra y la pugna entre ilusión y teatro. Esta última oposición cruza la obra desde el principio, cuando un padre desdichado por la huida de casa del hijo acude a un mago para que le diga dónde y cómo está su vástago.

El mago utilizará todos sus poderes para cumplir con presteza el encargo y mostrará al desesperado progenitor las andanzas del hijo, sus amores y desilusiones que concluirán en un inesperado final. La obra, que estará en cartel hasta el 8 de abril, está intepretado por un elenco de actores habituales de La Abadía.

Juan Pastor muestra la locura de Lope de Aguirre
La figura de Lope de Aguirre es muy golosa para las artes. Loco y rebelde al poder, muchos creadores de diferentes ámbitos y países, no sólo españoles, han volcado su interés en un personaje polémico, entre los que cabe destacar la película de Werner Herzog con Klaus Kinski. El teatro no ha sido ajeno a este atractivo, aunque no con la variedad de títulos que figuran en otros campos. El más destacado de todos ha sido José Sanchis Sinisterra, que escribió Lope de Aguirre, traidor a mediados de los años ochenta y que rehizo diez años después. Ahora, Juan Pastor recupera la obra para la sala Guindalera de Madrid, donde empieza hoy. El montaje cuenta la historia de la rebeldía del conquistador con su propia voz mediante extractos de la carta que envió a Felipe II declarándose autónomo de la Corona, entremezcladas con otras nueve, las de sus compañeros de locura por su desdichado viaje a lo largo del Amazonas cuando creían que les esperaba la gloria de El Dorado.