Teatro

Vergöenza nacional

Portulanos

8 marzo, 2007 01:00

En cuanto se aproximan las elecciones municipales y autonómicas se derrumba literalmente el sistema de distribución teatral de este país. Los programadores, sencillamente, dejan de hacer su trabajo. Repiten: "Mira, yo igual no sigo después de las elecciones, así que no puedo comprometerme a nada". Esto es una vergöenza nacional. ¿Cuándo comprenderán en los ayuntamientos y comunidades que uno ejerce su trabajo hasta la última hora del último día de su contrato, aunque a la mañana siguiente empiece el fin del mundo? ¿Cuándo se darán cuenta de que ellos utilizan dineros públicos, los de los ciudadanos que les han votado, y también los de los que no lo han hecho, y que por tanto no programan para sí ni para sus partidos sino en el nombre del bien común de la población a la que representan? Todo el mundo sabe, aunque hay una rigurosa ley de silencio en torno a esto, que, llegadas las elecciones, los que se van tienen orden de gastar hasta el último céntimo para poner en aprietos a los que entran, mientras que los que llegan se niegan a respetar ni un solo compromiso de los adquiridos por quienes les preceden. A ver si hay alguien con huevos (¡o con caradura!) para rebatirme. En este contexto, es imposible establecer una política teatral coherente. Me consta que hay localidades donde se está haciendo un dignísimo esfuerzo de formación de los programadores para que puedan hacer su trabajo con el máximo rigor crítico. ¡Bravo! Pero, ¿de qué sirve eso si el venenoso bipartidismo en el que vivimos acaba dictando lo que se debe o no se debe hacer en nombre del partido? La polarización política está llegando a extremos de idiocia delirantes, porque aquí le dan a uno un despacho y un cargo y se cree Julio César. ¿Cuándo aprenderán los políticos que no están aquí para mandar sobre nosotros? No sé ustedes: yo no pienso dejar que me utilicen de figurante sin bocadillo cada vez que a estos tíos les apetece hacer una escena de masas para alimentar su insaciable ego. Que les vote su padre.