Salamanca sube el telón
La ciudad se transforma en un escenario urbano de vanguardia
31 mayo, 2007 02:00Las japonesas Batik presentarán Shoku, un feroz montaje
El Festival de las Artes de Castilla y León presenta en su tercera edición un programa formado por una veintena de compañías procedentes de doce países que estrenarán sus propuestas más recientes en un escenario arquitectónico privilegiado.
"Aunque España tiene una destacada producción teatral", comenta Martini, "el gran problema es la educación del público, poco acostumbrado a propuestas contemporáneas. En este sentido, el papel de los programadores es fundamental, ya que han de ayudarle a conocer nuevas formas escénicas, mucho más arriesgadas, que les permitan evolucionar y abrir sus mentes". Este planteamiento es precisamente, el que marca todo el cartel del festival salmantino, que será inaugurado mañana por la electrizante y rompedora Woyzeck, de la mano de Vesturport. A la compañía islandesa le seguirán, entre otros, el Synaesthetic Theatre de Estados Unidos, con la revisión de El proceso de Kafka; la Schauböhne berlinesa, con su particular versión de El sueño de una noche de verano; la francesa de Frank Il Louise, con el baile libre y casi natural de Drop it!, y la japonesa Batik, con Shoku, un feroz espectáculo de energía sostenida.
Sin apoyos. Sin embargo, y además del estreno de Cruda. Vuelta y vuelta. Al punto. Chamuscada, dirigida por Rodrigo García, el festival llegará el próximo 9 de junio a uno de sus momentos más esperados con Plonter.
La obra de Cameri Theatre of Tel Aviv, reunirá sobre el escenario a cinco israelíes y cuatro palestinos en "un espectáculo muy duro, aunque magnífico, que hablará con humor de un conflicto desgarrador e interminable", destaca Martini, quien lamenta la falta de responsabilidad y denuncia social y política en los proyectos artísticos españoles contemporáneos. Este hecho lleva al festival a contar con un programa formado en un 80% por compañías extranjeras.
"El arte es un espejo del mundo. Cuando vemos a los clásicos, lo que en realidad observamos es la realidad de su momento. Pero el problema ahora, es que estamos en una situación social muy complicada, en la que resulta muy difícil hallar el hilo exacto de la reivindicación", añade el director francés.
De encontrar el equilibrio se encarga el director de un festival que busca, asimismo, introducir a Salamanca en una "nueva modernidad", para lo que utiliza el tirón internacional y rico patrimonio arquitectónico de la ciudad. "A pesar de iniciativas como ésta, en España, al igual que sucede en otros muchos países europeos, falta un apoyo real a las agrupaciones teatrales, que se ven obligadas a preocuparse por sobrevivir, en lugar de por crear con libertad", concluye Guy Martini.