Image: Bernhard en su salsa

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Teatro

Bernhard en su salsa

Rosa María Sardá estrena tres textos cortos del autor

14 junio, 2007 02:00

De izquierda a derecha, carme cané, mercé pons, R. M. Sardá y pepa lópez

Tres textos cortos de Thomas Bernhard suponen el regreso de Rosa María Sardá a los escenarios tras el éxito que consiguió con Wit .La actriz estrena esta noche en el Teatre Fortuny de Reus Tres Dramolette, una obra del polémico autor del que apenas se han representado en Cataluña cinco de sus obras en aproximadamente un cuarto de siglo, a pesar de ser uno de los principales dramaturgos en lengua alemana del pasado siglo. Cierto es que el autor no es un creador fácil ni que tampoco es cómoda su ideología ni lo fue su trato, pero el público de espectáculos como La plaça dels herois, L'home de teatre ha podido apreciar su maestría teatral.

Para Bernhard, una obra dramatúrgica es siempre una meditación sobre el teatro como metáfora de la vida. El autor de Corrección, el de la trágica pentalogía sobre su vida -El origen, El sótano, El aliento, El frío, Un niño- el creador de tantas magistrales obras, escribió también una importante cantidad de piezas cortas que abordan temas de actualidad y se sitúan entre la comedia y la tragedia, la realidad y la ficción. Puesto que su metáfora predilecta fue el teatro, buena parte de esas piezas satíricas están dedicadas a Claus Peymann, su amigo y director habitual de sus obras, y al gran dramaturgo coetáneo Hermann Beil. De todas las dedicadas a la pareja, la directora del montaje, Carme Cané, ha escogido tres de nombres un tanto curiosos, como son Claus Peyman deja Bochum y se va a Viena de director del Burgtheater, Claus Peyman se compra unos pantalones y luego nos vamos a comer y Claus Peyman y Hermann Beil en la Sulzwiese.

Bajo ese nombre tan poco apetitoso para acercarse a un escenario, se encuentra la intención crítica de Bernhard de mostrar la misión que debería cumplir el teatro, pero que no cumple. En la primera de las tres obras, el autor cuenta la llegada de Peymann -un director de teatro que considera a la mayoría de dramaturgos, obras y actores objetos prescindibles- con su secretaria a Viena para dirigir el teatro de la capital, mientras que en la tercera repasa con Beil las experiencias, temores y pesadillas vividos durante el año en que ha dirigido el Burgtheater, además de las perversiones que encuentra en los austriacos. Entremedias, cambia por completo el decorado con el propio Bernhard encaramado al escenario para lanzar sus diatribas contra Austria, el teatro en general y ese recinto en particular. Este tema, en realidad, no es más que una de las obsesiones del autor, que le llevaron a prohibir en sus últimas voluntades la representación de sus obras en Austria.

Tres dramolette supone, además del regreso de Sardá a los escenarios después de Wit, la tercera colaboración entre la actriz y Cané, que fue la ayudante de dirección de Lluís Pasqual en la obra de Margaret Edson. Con esas mismas funciones, las dos artistas compartieron éxito hace ya más de diez años con la obra de Eric Emmanuel Schmid, El visitante. Ahora los papeles han cambiado, Cané es la directora y Sardá colabora también como ayudante en un montaje en el que encarna a Peymann. Mercé Pons, la actriz revelación del Paris 1940 dirigido por José María Flotats, interpreta el doble papel de la secretaria de Peymann y el del autor Beil. Y Pepa López hace doblete como la narradora y con un ‘yo’ que corresponde a la tronante y crítica voz del propio Bernhard sobre el escenario.