Teatro

Belbel en La Abadía o la Toscana como móvil

6 marzo, 2008 01:00

J. Boixaderas y C. Plazas

En la Toscana, de Sergi Belbel, llega hoy a La Abadía de Madrid después de pasar por Barcelona. El montaje, una producción del TNC, aborda la crisis de los cuarenta años. El Cultural analiza las propuestas de una obra controvertida.

Por si alguien no lo supiera, el "fenómeno" Belbel o la "operación Belbel" tuvo lugar en Cataluña en la temporada 1989-90. Su escritura acudía a la llamada de la democracia al cambio, surgía con él una nueva generacióna teatral que volvía al texto, una escritura teatral que conectaba con las corrientes europeas. Desde entonces, Sergi Belbel ha ido siempre a más. Pero además, Belbel es un gran director, perfectamente capacitado para conectar con el público. Ha sido profesor del Instituto del Teatro, ha dado múltiples seminarios de escritura teatral, es traductor teatral… Evidentemente es un hombre de teatro inteligente y con una gran cultura. Y ya desde 1998, a menos de diez años de la "operación Belbel", éste forma parte del Consejo Asesor del Teatro Nacional de Catalunya, el TNC que dirige desde 2006.

Pero los últimos textos teatrales de Belbel han defraudado. Móvil fue una banalidad dialogada con frenesí y convertida por Lluís Pasqual en fuegos de artificio, construído sobre un tema de actualidad como el terrorismo y un artefacto tan contemporáneo como el móvil, una obra que indignó o dejó indiferente. Todos esperábamos que Belbel volviera a sus orígenes de mayor interés y calidad, pero En la Toscana, aún siendo, cómo no, mejor que Móvil y pese a haberse presentado como embajada catalana a la Feria de Frankfurt, no cumple con sus expectativas. El tema es la crisis de los cuarenta años en un hombre que encarna en el paisaje de la Toscana la posibilidad de revitalizar el amor. Su estado depresivo, un camino vital que le impide seguir adelante, la mezcla de escenas entre realidad y psicosis de angustia del protagonista ante la vida y la muerte constituyen el núcleo de la obra. Una obra de gran belleza formal, de excelente ambientación musical y con una gran interpretación de Jordi Boixaderas, Cristina Plazas, Lluís Soler y Lluïsa Castell.