Ramírez de Haro entona su Trágala
Fernando Albizu, un renacido Fernando VII.
Vuelve el indomable Íñigo Ramírez de Haro a los escenarios para presentar una "farsa contemporánea" sobre la historia de España. El 25 de marzo llega al Teatro Español, de la mano de Juan Ramos Toro (Yllana) Trágala, trágala, que cuenta también con la firma de Ron Lalá en el apartado musical. El autor de obras como Ojalá estuvierais muertos y Hoy no puedo ir a trabajar porque estoy enamorado retorna a los escenarios con su humor irreverente para hurgar en la historia de España a través de la figura de Fernando VII (Fernando Albizu), que resucita y se encuentra con una corrupción generalizada, una revolución social, un ateísmo creciente y una Hacienda en crisis..."En España el único pensamiento es el discurso de la fe -señala a El Cultural sin esforzarse mucho por desatar una tormenta de ironía y provocación-. Como además esa fe es monoteísta pues siempre estamos ante el discurso de la guerra. En España, la pregunta pertinente es: ¿cuándo será la próxima guerra civil? Yo la veo al caer".
Ramírez de Haro, del que el público madrileño ya pudo probar una buena ración de su "veneno" teatral en Me cago en Dios, que se estrenó en 2004 en el Círculo de Bellas Artes, incluye la política actual en el género de la chirigota: "Es la mayor competencia que tenemos los cómicos para deleitar a la ciudadanía y alegrarnos la vida. Por eso, yo agradezco a nuestros políticos ese sacrificio diario que hacen por España de convertirse en nuestros grandes bufones con sus piruetas".
Según el autor, en España nunca cambia nada, ni siquiera para que nada cambie: "No hace falta, porque el estado mental permanente de los Españoles es la Inquisición. La censura y la autocensura vuelve a ser lo normal, por mucho que nuestros ‘goebbles' repitan lo contrario. Y luego se preguntan qué ha dado España al mundo: ¡autos de fe! ¿Les parece poco?".
En este Trágala ha sido pieza fundamental el director Ramos Toro, un 'Yllana' con el humor en las venas con el que Ramírez de Haro ha trabajado sin corsés ni ideas preconcebidas. "Hay dos tipos de autores -explica Ramírez de Haro-, los que no aceptan que les cambien ni una coma (la mayoría) y los que creemos que el texto es un borrador inicial para que cobre vida con la propuesta del director. Me he pasado meses con Juan y Ronaldo San Martín (encargado del movimiento escénico) discutiendo y reescribiendo. ¡Y sin levantarnos la voz! Un sueño que dudo se repita de nuevo". Así es como Ramírez de Haro entona su Trágala particular, mas es preciso, como dicta la canción, que "roan ese hueso".