Los festivales de teatro del verano: clásicos de pompa y sustancia
Almagro, Mérida, Olite o Alcalá ofrecen un surtido variado de tótems del Siglo de Oro, mitos femeninos y mascarones de la escena internacional como Thomas Ostermeier y Romeo Castellucci
9 junio, 2022 02:09Festival de Almagro. 1-25 de julio
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Gusta Ignacio García de encabezar cada edición con unos versos inspiradores. Este año ha escogido el siguiente de Ida Vitale: Ser en la noche / un ser como en el día. El director madrileño explica a El Cultural los motivos de la elección: “Reivindica el derecho de las mujeres a vivir en plenitud a cualquier hora y en cualquier contexto, sin tener que renunciar a ningún espacio”. Por otro lado, en un periodo oscuro de guerra como el actual apunta García que “debemos ser igual de virtuosos, si no más, que en los tiempos luminosos”.
La nacionalidad de la poeta escogida no es casual. Uruguay es el país invitado a la bella localidad manchega. Un pequeño rincón de América que acogió, no olvidemos, a Margarita Xirgu y Pepe Estruch. De allí vendrán títulos emblemáticos del repertorio áureo como Semíramis, El perro del hortelano o El príncipe constante, junto a compañías como la Comedia Nacional y El Galpón. También 'importaremos' la visión sobre Góngora proyectada por Sandra Massera en el espectáculo Góngora estuvo aquí. Por otro lado, Hispanoamérica estará igualmente representada por montajes procedentes de México, Guatemala, Chile y Colombia. Asimismo, concurrirán piezas de Italia, Reino Unido, Estados Unidos y... ¡Costa de Marfil! El Siglo de Oro expandido por el mundo, uno de los objetivos primordiales de la legislatura de García.
La Compañía Nacional de Teatro Clásico, cuya presencia en Almagro es impepinable, acudirá con cuatro espectáculos, dos de ellos estrenos. Para inaugurar el festival, Lluís Homar descorchará Adolfo Marsillach soy yo, homenaje a su predecesor en la dirección de la compañía domiciliada en La Comedia. Sobre el escenario, Nuria Espert, Carlos Hipólito, Adriana Ozores y Blanca Marsillach. La otra première es la de El burlador de Sevilla, proyecto urdido por Xavier Albertí. Hay que señalar también que el Premio Corral de Comedias se entregará a Lluís Pasqual.
Festival de Mérida. 1 de julio-21 de agosto
El feminismo es también una idea fuerza en Mérida, reserva mundial de teatro grecolatino. “Ya ni en Epidauro ni en Atenas hay algo similar al esfuerzo de Mérida”, apunta Jesús Cimarro, director del festival extremeño. “No hay obras de este repertorio que puedas ir a comprar al mercado. Tienes que impulsarlas tú mismo. Nosotros ponemos los ingredientes para que salga lo mejor posible”, añade para resaltar la especificidad de la tradicional cita estival. La feminidad estará encarnada en su máxima potencia por heroínas, poetas, diosas... El Complejo San Martín de Buenos Aires dará el pistoletazo de salida con un Julio César shakespeareano en el que se trocan las identidades sexuales: los personajes masculinos son interpretados por mujeres y viceversa.
“Ya ni en Epidauro ni en Atenas hay algo similar al esfuerzo de Mérida”, apunta Jesús Cimarro
Plato fuerte es, sin duda, la aleación creada por Christina Rosenvinge, Marta Pazos y María Folguera en torno a Safo, mito lésbico por excelencia del que nos ofrecen una relectura novedosa, desmarcada de cánones anquilosados (en las páginas posteriores desarrollamos las claves de esta sugerente iniciativa). Assumpta Serna y Scott Cleverdon, por otro lado, se han concentrado en Minerva, retratada como una figura casi herética en la antigua Roma por su creencia en la igualdad entre géneros.
La danza flamenca tiene un papel muy relevante en la 68ª edición de la muestra. Rafaela Carrasco, aupada sobre la dramaturgia del ronlalero Álvaro Tato, invoca a Ariadna. Baile, cante y toque en clave de tragedia griega. Y María Pagés reivindica a Scheherazade, de Las mil y una noches, a la que ve como una auténtica heroína de la palabra.
Por último, Cristina D. Silveira pondrá en pie La tumba de Antígona, de María Zambrano, una pieza teatral tejida con los mimbres del tiempo, el amor, el delirio y la filosofía. Imperdible a priori. Novedad llamativa este año serán las representaciones en el Teatro María Luisa, por donde pasarán compañías como Els Joglars y Nao d’amores.
Clásicos en Alcalá. 9 junio-3 de julio
Alcalá de Henares es la patria chica de Cervantes, que nació en su suelo. Circunstancia que marca. Coherente con ese legado, se celebra cada año su festival de teatro clásico, con deliberada vocación ibeoramericana. Son varios los trabajos que podrán verse que requieren atención. Primero, la representación de La monja alférez, una obra que, no sin polémica, se ha atribuido recientemente al autor novohispano Ruiz de Alarcón, nacido en México y fallecido en Madrid. Lo ha hecho el catedrático de Literatura Germán Vega. El festival de la Comunidad de Madrid, en alianza con la Compañía Nacional de Teatro de México, presentará en el Teatro Salón Cervantes una versión de la historia de Guzmán, hombre del XVII que nació mujer (Catalina de Erauso). Dirige Zaide Silvia Gutiérrez.
Otra gran coproducción que ha unido a Alcalá con la otra orilla del Atlántico es Amo y criado, de Francisco Rojas Zorilla, en la que participan dos teatros colombianos (el Mayor Julio Mario Santo Domingo y el Libre de Bogotá). Al frente: Eduardo Vasco. No faltarán a la cita ni el propio Cervantes, ni Lope, ni María de Zayas, ni San Juan de la Cruz... Ni Lorca, del que se reconstruye su primer (y polémico) montaje con La Barraca: La vida es sueño de Calderón.
Festival de Olite. 15-31 de julio
Tras cerrarse la etapa de Luis Jiménez, Ane Pikaza y María Goiricelaya se estrenan como directoras artísticas. Llegan con la intención de potenciar la inclusión de compañías locales y el reflejo de los conflictos contemporáneos desde las tablas. Ambas destacan montajes como La panadera, de Sandra Ferrús (sobre el acoso a mujeres en el ámbito laboral), y Las que limpian, de A Panadaría (sobre la lucha sindical de las kellys para conseguir mejores condiciones de trabajo), como ejemplos paradigmáticos del tipo de enfoque que le quieren dar a al festival, que ya dejó caer de su nombre el adjetivo “clásico” en 2016.
"Olite será una parada diferente, una cita fresca y comprometida: un festival actual, social y con las personas en el centro", dice Ane Pikaza
“Desde entonces”, afirma Pikaza, “Olite ha ido encontrando un espacio propio en el circuito de festivales. Ahora continúa su camino. Seguirá abrazando los clásicos desde miradas coetáneas. Será una parada diferente, una cita fresca y comprometida: un festival actual, social y con las personas en el centro”. En La Cava, epicentro de la muestra, habrá interesantes reclamos como Winnipeg, el barco de Neruda, de Laura Martel, aparte de Las Aves de La Calórica y Malvivir de Yayo Cáceres y Álvaro Tato.
Fiesta corral de Cervantes. 21 de junio-18 de septiembre
La Fundación Siglo de Oro, que puso la pica de El castigo sin venganza en el Globe de Londres, ha dotado a Madrid de su propio festival de teatro áureo en verano. Comenzaron la andadura en 2017 y este verano la cosa crece, abriéndose a compañías de fuera de Madrid y también extranjeras. “Un salto propiciado por los cada vez mayores apoyos públicos y privados”, agradece Rodrigo Arribas, presidente de la institución. Cuenta con dos espacios en el Paseo de la Chopera. Uno de ellos recrea un teatro palaciego del XVII. Abre plaza el Teatro Círculo de Nueva York con una adaptación de La vida es sueño. Otros títulos en liza: El buscón, El perro del hortelano, Peribáñez y el Comendador de Ocaña, La dama boba... Un estupendo plan, en fin, para los que se queden varados en la abrasiva canícula capitalina.
Festival Grec. 29 de junio-31 de julio
Cesc Casadesús, director del Grec, ha puesto toda la carne en el asador para esta edición, en la que descollan mascarones de proa internacionales como Thomas Ostermeier (Un enemigo del pueblo, de Ibsen) y Romeo Castellucci (Bros). Contundente es el desembarco de la Nederlands Dans Theatre, que brindará tres piezas de distintos coreógrafos de generaciones diferentes: Marina Mascarell, Sharon Eyal y Gai Behar, y William Forsythe.
En la programación se aprecia a su vez una sana apertura a propuestas del resto de España. Y coproducciones en esta misma línea, como la que vincula al Grec con la CNTC en El burlador de Sevilla de Albertí (también en Almagro) y con el CDN en El paraíso perdido, el gran poema narrativo de John Milton, que dirigirá Andrés Lima y protagonizará Pere Arquillué. Por otro lado, la apuesta por creadores locales es patente. Ahí están Jordi Casanovas (Inmunitat en La Villarroel) y Llátzer Garcia (Al final, les visions en la Sala Beckett).
En su multidisciplinar cartel encontramos asimismo al heterodoxo bailaor Israel Galván acompañado de la Escolanía de Montserrat, y el cantante portugués Salvador Sobral con el pianista Marco Mezquida. Safo, de Rosenvinge, estará también en la fiesta barcelonesa.
Festival de Cáceres. Del 9 al 26 de junio
A principios de año conmemoramos el 400 aniversario del nacimiento de Jean-Baptiste Poquelin, Molière. En el Festival de Cáceres, oportunamente, se vuelcan con su dramaturgia. Por partida doble. Se incluye, por una parte, el Tartufo de Ernesto Caballero con Pepe Viyuela y, por otra, El avaro, de Ricardo Iniesta (compañía Atalaya), en el que la actriz Carmen Gallardo se mete en la piel de Harpagón. Buen homenaje a un hombre entregado al escenario. Tanto que murió casi sobre sus tablas.
En la ciudad extremeña, además, se acantonarán los payasos de Rhum y Juan Mayorga, quienes, en buena sintonía, confeccionaron una libérrima versión de El diablo cojuelo, la obra de Vélez de Guevara. El festival se ha remangado con la producción, apoyando a compañías del terreno. De esa apuesta han salido Los tres mosqueteros, firmados a medias por Marmore y los portugueses de Este-Estaçao Teatral, y Menina. Soy una puta obra de Velázquez, de Proyecto Cultura, centrada en denunciar el acoso escolar.
Festival de Olmedo. Del 21 al 31 de julio
Tras dos años de hibernación forzosa, es una gran noticia volver a contar con Olmedo en el abanico de posibilidades escénicas del verano. El festival vallisoletano abre con la versión de las shakespeareana Noche de reyes firmada por el tándem Helena Pimenta/Álvaro Tato. Por allí también se dejará caer Amo y criado de Eduardo Vasco. Magüi Mira se adentra en el universo Zayas con Adiós, dueño mío (versión de Emilio Hernández). Ainhoa Amestoy montará Que de noche lo mataron, una nueva visión de El caballero de Olmedo manufacturada por Julieta Soria. Nao d'amores, habituales en la villa, estarán con su Numancia estrenada en La Comedia. Esta prisión divina de Raúl Losánez/Ana Contreras, El lindo Don Diego de Santiago Doria y Malvivir, de nuevo con el sello de Álvaro Tato (más Yayo Cáceres), son otros reclamos potentes. Y no falta el guiño a los 400 años de Molière: Atalaya sirve El ávaro. Sea.
El verano se presenta pues bien surtido de teatro. Una oferta que se extiende a otras localidades como Olmedo, Chinchilla, Ribadavia, Peñíscola, Niebla... Todas ellas con sus festivales dispuestos a sustanciar las veladas estivales que se avecinan.