
Un momento de 'La gran ilusión' representada en el Teatro San Martín de Buenos Aires. Foto: Carlos Fuman
Lluís Pasqual regresa a 'La gran ilusión', el dilema entre una vida real o una mentira idealizada
El director vuelve al universo de Eduardo De Filippo con una comedia amarga que presenta en los Teatros del Canal.
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Estrenada en 2016 en catalán en el Lliure, La gran ilusión, uno de los grandes proyectos de Lluís Pasqual (Reus, 1951), unía dos obras de Eduardo De Filippo, Señor y gentilhombre (1928) y La gran magia(1948). Gran conocedor del trabajo del dramaturgo, a quien llegó a conocer en vida, en 2019 Pasqual la volvió dirigir en Nápoles, ciudad natal del italiano.
Hubiera sido ese un bonito broche a aquella ilusoria historia, pero cuando el Teatro San Martín de Buenos Aires le pidió dirigir un espectáculo, supo que tenía que ser aquel.
“Era un buen título para el público de una sociedad tan maltratada y tan obligadamente resignada a huir de su propia realidad y refugiarse en cualquier ilusión. Lo más importante es que es una comedia amarga, pero liviana y sin ninguna solemnidad”, cuenta a El Cultural sobre esta nueva versión, estrenada en Argentina en 2024, que estará en la cartelera de los Teatros del Canal, entre el 15 y el 23 de febrero.
Basada en La gran magia, la obra toma a modo de introducción una secuencia de Señor y gentilhombre en la que un grupo de actores ensaya una obra teatral en la habitación de un hotel. Esta obra de De Filippo, comenta Pasqual, “contiene en su interior una joya que es, pienso, la mejor escena cómica escrita de todo el teatro del siglo XX. Una escena hilarante sobre un ensayo de teatro con un sólo precedente teatral de ese nivel: la escena de los artesanos, actores aficionados, de El sueño de una noche de verano de Shakespeare”.
“Yo la sitúo como prólogo para que el público entre en un lenguaje de comedia y al mismo tiempo dentro de una verdad artificiosa. Nunca dejan de ser actores, máscaras pintadas y disfrazadas que cuentan la historia. Pero detrás de ese juego teatral hay una humanidad y una poesía que nos concierne”.
“Detrás del juego teatral de la obra hay una humanidad y una poesía que nos concierne". Lluís Pasqual
Ambientada en los 50, a partir de ese momento, la acción salta a otra habitación situada en un hotel de lujo de Mar del Plata, lugar de vacaciones de la Argentina de la época. Allí, un mago hace creer al marido de una esposa infiel que vive en una realidad alternativa, una ilusión en la que él mismo prefiere quedar atrapado con tal de evitar enfrentarse a la verdad.
La historia se traduce, sobre las tablas, en unos paneles que se van moviendo y acontado lugares, con luz, color y cierto aire circense. Pero para Pasqual La gran ilusión es, no obstante, una obra de actores.

Marcello Subiotto interpreta al mago de 'La gran ilusión'. Foto: Carlos Fuman
“Aunque se cuente la misma historia, la personalidad de los actores, y no sólo la de los dos grandes protagonistas, nos ha hecho tomar caminos distintos para llegar a un punto parecido a las anteriores versiones o también para descubrir nuevos caminos aún no explorados. El tercer acto, por ejemplo, es radicalmente distinto gracias a una pregunta que me hizo Marcello Subiotto, mago, en un ensayo. Intento que cada vez sea más depurada, más profunda y más liviana”.
Como ese marido que prefiere la ficción a la realidad, la obra resuena hoy con fuerza en un mundo donde las redes sociales actúan como el mago y nos devuelven falsas imágenes idílicas de nuestra propia vida.
“La posibilidad de diseñar avatares de uno mismo que puedan comportarse y 'vivir' en otra realidad para evadir la propia existencia es un hecho, no una hipótesis. ¿A quién le podemos negar ese derecho? La cuestión es si eso se produce por decisión propia o indudablemente inducidos por motivos políticos y comerciales como parece ser que es lo que ocurre en este momento histórico de la humanidad”.