Representación de la versión de 'La favorita' de Valentina Carrasco en el Festival Donizetti de Bérgamo en 2022. Foto: Gianfranco Rota

Representación de la versión de 'La favorita' de Valentina Carrasco en el Festival Donizetti de Bérgamo en 2022. Foto: Gianfranco Rota

Ópera

Entre la miel y la furia: 'La favorita' de Donizetti aterriza en Bilbao

A partir del 15 de febrero en la ABAO se podrá disfrutar de esta ópera estrenada originalmente en 1850. En lo musical mandará la batuta de Riccardo Frizza.

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La favorita de Donizetti se hizo famosa en nuestro país, entre otras cosas, por haber sido la ópera con la que se inauguró en 1850 el Teatro Real de Madrid. Aunque la obra, estrenada en Paris y en francés diez años antes, ya tenía recorrido y era apetecible para los divos y divas de la época. Donizetti empleó mucha de la música escrita para óperas anteriores, en particular de El ángel de Nisida. El conglomerado resultó fascinante para el público y la crítica.

El novicio Fernand ha de acometer, al comienzo de la ópera, esa tan espinosa cavatina Un ange, une femme inconnue, con su elevación al Do sostenido 4. Luego ha de exprimir un canto más melifluo en sus acercamientos a Leonora y lanzar las invectivas oportunas ante la actitud de los nobles contra su amada.

El aria Ange si pur (la famosa Spirto gentil) del último acto, página de tan delicada construcción, es una prueba de fuego. Como lo es el dúo final. Un papel inmenso que requiere a la vez hipérbole y estilización, sonidos enfervorizados y frases todo miel, acentos de soberbia luciferina y espasmos de alma condenada.

Además de Duprez —que intervendría en alguna otra obra del compositor como Rosmonda d'inghilterra (1834) o Dom Sébastien, Roi de Portugal (1843)—, fueron magníficos defensores de este personaje tenores como Gaetano Fraschini, el tenor de la maldición (tan apreciado por Verdi), Napoleone Moriani, el tenor de la muerte bella, o nuestro Julián Gayarre. En la actualidad, tras la gran época de Kraus, va encontrando su sitio, a medida que la voz gana enteros, Javier Camarena.

En ese camino se sitúa desde hace años el jerezano Ismael Jordi, seguidor, con una voz de menor cuerpo, de su maestro Kraus. Como él, es hábil en el manejo de los reguladores y del establecimiento de un legato ejemplar, que facilita un canto elegante y sereno.

Donizetti empleó mucha de la música escrita para óperas anteriores, en particular de 'El ángel de Nisida'

Su Leonora será la valenciana Silvia Tro Santafé, una mezzo ligera y cumplidora, de muy pura línea de canto, fraseadora nata y de una musicalidad indiscutible, como demostró hace poco en el Teatro Real cantando la Elisabetta de Maria Stuarda, ópera en la que también estuvo presente, aunque en otro reparto, Jordi.

En Bilbao Alphonse XI será un barítono sólido y seguro, compacto y profesional como Vladimir Stoyanov, que no posee una voz espectacular, pero que se las sabe todas en este y otros terrenos. El monje Balthazar lo interpretará otro español, Simón Orfila, presente en tantas batallas de distinto signo. Su voz, de bajo cantante, de acentuado vibrato, posee enjundia y amplitud.

Los papeles secundarios están adecuadamente servidos por el eficaz y variopinto tenor lírico-ligero Mikeldi Atxalandabaso (Don Gaspar), la soprano de refrescante timbre Alba Chantar (Doña Inés) y el activo tenor Martín Barcelona (Un seigneur).

Se moverán por el escenario, con decorados de Carlos Berga, siguiendo las indicaciones de la argentina Valentina Carrasco, en una producción de 2022 del Festival Donizetti de Bergamo y del Teatro de Bordeaux. Se nos habla de una propuesta con visión feminista, elegante y ambiciosa. La mano rectora en lo musical es la de Riccardo Frizza, una autoridad reconocida en este repertorio.